Reforma constitucional

El PP apaga la reforma de la Constitución por la presión de Cs

Rajoy acepta el debate pero mantiene que ni es la solución ni hay consenso.

Los padres vivos de la Constitución se dieron cita ayer en el Congreso
Los padres vivos de la Constitución se dieron cita ayer en el Congresolarazon

Rajoy acepta el debate pero mantiene que ni es la solución ni hay consenso.

La reforma constitucional va a ser un elemento más de la campaña del 21-D. Para los socialistas es un icono con el que buscan marcar posición propia frente a los otros partidos constitucionalistas y es también, por tanto, la palanca con la que intentan captar apoyos transversales. Para el PP, sin embargo, es un tema incómodo, que en su caladero electoral no le conviene en absoluto, no le suma cuando por la derecha le está intentando adelantar continuamente Ciudadanos (Cs) en el discurso territorial.

Con este doble frente de intereses abierto, «en las próximas semanas se hablará mucho de la modificación constitucional, pero sin bajar del plano discursivo», aseguran fuentes parlamentarias. Ayer, el secretario general del PSOE, Pedro Sánchez, volvió a afearle a Rajoy que no se implique más en un proyecto de reforma con el que el presidente del Gobierno nunca se ha identificado, por entender que ni es la solución para el problema catalán ni existen los mimbres necesarios como para sentar un mínimo consenso sobre el que avanzar.

Rajoy ha dejado que la idea de la reforma constitucional siga andando, pero siempre con condiciones. Y a lo más que ha llegado en público es a admitir que se abra el debate, igual que ha acogido favorablemente la comisión territorial propuesta por los socialistas. Según el PSOE, en la negociación de la activación del artículo 155, el jefe del Ejecutivo se comprometió a que la reforma de la Carta Magna entrase en la agenda de esta comisión parlamentaria, y que en seis meses se constituya ya formalmente el grupo de trabajo encargado de desarrollarla. El PP lo niega. De hecho, aunque a la dirección popular le parece bien que haya espacios de debate, Rajoy es tan escéptico sobre las conclusiones de la comisión territorial como sobre los trabajos de la modificación constitucional.

«Yo cumplo siempre mis compromisos. En este momento hay una comisión, nosotros estamos ahí, atentos a los planteamientos que nos puedan hacer todos. Pero los compromisos siempre los he cumplido y seguiré haciéndolo en el futuro», aseguró ayer Rajoy tras la conferencia-coloquio del presidente del PP vasco, Alfonso Alonso, en el Foro Nueva Economía.

No obstante, dirigentes populares siguen rebajando también las expectativas puestas en la reforma de la Carta Magna. Ayer lo hizo el propio Alonso, por ejemplo.

Y la realidad es que al margen de que el PP no crea que pueda salir nada sustancial de este debate territorial, el resto de los partidos tampoco está ayudando a favorecer que puedan impulsarse los dos proyectos apadrinados por el líder del PSOE. De hecho, el PP es casi el que más está remando a favor de ellos. Ayer Podemos exigió que se modifique la ley electoral antes de plantear cambios en la Constitución, y que el debate se lleve fuera del Congreso. Y los independentistas siguen sin sentirse concernidos por este debate parlamentario.

Por otra parte, Congreso y Senado reunieron ayer a los «padres» de la Constitución, al Gobierno, a juristas, parlamentarios, catedráticos, académicos, intelectuales y representantes de instituciones culturales para organizar los actos conmemorativos del 40 aniversario de la Carta Magna de 1978, que tendrá lugar el próximo año. Ninguno de sus miembros recibirá remuneración alguna.