El primer round: la Mesa del Congreso

El día 19 se constituye la Mesa del Congreso de los Diputados, y con ello, la XII Legislatura. Será entonces cuando se marcará el camino de las negociaciones de investidura, donde las principales formaciones tendrán la primera ocasión de mover ficha y mostrar sus preferencias en lo que a pactos se refiere. Este proceso supone una batalla previa a las posteriores negociaciones para formar gobierno y, tal vez, observando cómo queden finalmente esos nueve puestos se pueda despejar alguna incógnita respecto a las posiciones que adoptarán en la sesión de investidura.

En el PP tienen la impresión de que las otras partes no están dispuestas a negociar los sillones ligados a apoyos de gobierno e investidura o por lo menos tratan de no escenificarlo. El PP guarda sus cartas en cuanto al reparto de puestos de la Mesa se refiere. Por aritmética, del total de los nueve puestos le corresponde la Presidencia y cuatro sillones más al tener la mayoría de la Cámara. En la dirección del partido prefieren no anticipar si cederán uno a Ciudadanos para que tenga representación y tampoco concretan si mantendrán la Presidencia del Congreso, ya que «dependerá de lo que hablen». Por su parte, Ciudadanos, en palabras de su vicesecretario general, José Manuel Villegas, advirtió de que esta negociación tiene que ir por separado de los posibles acuerdos de investidura porque, de lo contrario, es algo que no iban a «admitir» que se mezclen. Sin embargo fue precisamente esto lo que promovieron en las negociaciones de la breve y fallida legislatura cuando condicionaron en los acuerdos de la Mesa, que el presidente de la Cámara tuviera un color político distinto al presidente del Gobierno. Pero en esta ocasión, la formación naranja prefiere desligarlo y reconoce que es algo que tienen «bastante parado» y esperan que a partir de hoy se puedan agilizar las conversaciones.

Mientras, el PSOE sigue pujando por que Patxi López repita como presidente del Congreso y admiten que su partido quiere una Mesa «similar a la de legislatura pasada», con un presidente «de signo político distinto» al del Gobierno. Quienes sí se han reunido para negociar son los portavoces del PSOE, Antonio Hernando, y del PP, Rafael Hernando, aunque también los socialistas apuestan por separar la negociación de la constitución del Congreso de la de la investidura. En la breve legislatura, el presidente del Congreso fue López, ya que los populares optaron finalmente por no presentar candidato. El PP tenía tres puestos, PSOE dos (incluida la Presidencia), Podemos dos y Ciudadanos dos.

Por su parte, Podemos se hace notar. Parece que aún no ha digerido los resultados que le otorgaron al PP las urnas y pretende, con negociaciones con el PSOE, llevar a su terreno los acuerdos y amortizar de alguna manera sus resultados. Han comenzado a «explorar» vías y disposiciones porque lo que se juega a posteriori es que sus confluencias puedan tener grupo propio. Y es que este sudoku ya lo calificó el propio Pablo Iglesias como de «un tema no menor». La realidad es que la formación morada difícilmente puede aspirar a tener más poder que el que logró en la anterior legislatura con dos representantes en la Mesa. Para ello, el secretario de Política de Podemos, Íñigo Errejón, indicó que quieren una Mesa «que no cierre» y que no sea «un candado» para los cambios, un lenguaje con el que no podrá cambiar el veredicto de las urnas.