País Vasco

El PSE apoya las cuentas proetarras en Guipúzcoa y deja solo al PP en Álava

Los socialistas vascos se alían con Bildu para sumar votos de «izquierda». El PP teme que el PSE acabe como «una sigla más de esa coalición»

La juntera socialista, Rafaela Romero, saluda a la diputada foral de Hacienda, Helena Franco, ante la juntera de Bildu, Idoia Ormazábal
La juntera socialista, Rafaela Romero, saluda a la diputada foral de Hacienda, Helena Franco, ante la juntera de Bildu, Idoia Ormazáballarazonfreemarker.core.DefaultToExpression$EmptyStringAndSequenceAndHash@73f8827e

La alianza de los socialistas vascos con los proetarras con la que soñara Jesús Eguiguren se materializó ayer, tres meses después de que el PSE arrinconara a su todavía presidente y negociador con ETA y no le diera opción de continuar como parlamentario vasco. Como si el desalojo de Patxi López de Ajuria Enea hubiera sido el pistoletazo de salida para una nueva política de alianzas, el PSE apoyó los presupuestos de Bildu para Guipúzcoa. Sumó sus votos a los de los proetarras para que el PP no pudiera sacar adelante sus cuentas en Álava y presentó, al igual que Bildu, enmienda a la totalidad de los presupuestos del PNV en Vizcaya.

Los socialistas vascos quieren aprovechar la competencia entre nacionalistas para hacer frente común con los proetarras y sumar votos de «izquierda», sin tener en cuenta el posicionamiento de Bildu en relación con el terrorismo, que de momento no ha condenado. El guión de esta maniobra política fue escrito hace mucho tiempo por un sector del PSE que, curiosamente, no es el que en estos momentos tiene las riendas del partido.

El giro que se produjo ayer en la política vasca cambia radicalmente lo ocurrido hace sólo un año en la aprobación de los presupuestos de Guipúzcoa y de Álava. Antes del relevo en Ajuria Enea fue el PNV el que facilitó que el gobierno proetarra, en minoría en Guipúzcoa, sacara adelante sus presupuestos. Ayer, Bildu consiguió lo mismo con un socio diferente: el PSE. En Álava, los socialistas posibilitaron el año pasado que el PP, también con gobierno en minoría, aprobara sus presupuestos, en un momento en el que los populares mantenían el apoyo al ejecutivo de López que permitió el relevo del PNV en Ajuria Enea. Ayer, el PSE y Bildu obligaron al diputado general de Álava a prorrogar los presupuestos del año anterior. En Vizcaya el cambio se había producido ya el año pasado, cuando por primera vez el PSE rompió la tradición de facilitar la aprobación de los presupuestos del PNV y sumó votos en contra con los junteros de Bildu.

La actitud de los socialistas fue duramente criticada por los populares vascos, hasta el punto de que la portavoz del PP en Álava, Ana Morales, lamentó que «cualquier día de estos el PSE se va a convertir en una sigla más de la coalición Bildu». Morales recriminó también al PNV su abstención, después de las llamadas al diálogo realizadas por Iñigo Urkullu en su investidura como lendakari.

En Guipúzcoa los socialistas dieron su apoyo a los presupuestos de los proetarras a cambio de un acuerdo en inversiones por valor de diez millones de euros, de los cuales 7,6 corresponden a medidas de impulso a la actividad económica y de lucha contra el desempleo, además de la financiación de proyectos municipales en los ayuntamientos socialistas de Irún, Zumárraga y Eibar.

El acuerdo incluye, a su vez, que el PSE apoye una enmienda del PNV, con el respaldo del PP, a las cuentas presentadas por Bildu. La enmienda propone destinar 17 millones de euros a la construcción de las infraestructuras del centro de gestión de residuos de Zubieta, un proyecto rechazado por el entorno etarra.

En Álava, el PP contaba con el rechazo del PSE, de Bildu y de EB a los presupuestos, pero había llegado a un principio de acuerdo con el PNV para incluir 63 enmiendas por valor de tres millones de euros. Sin embargo, a última hora el partido de Urkullu optó por la abstención, aunque con una «mano tendida» al diputado De Andrés para ayudarle a gestionar la prórroga presupuestaria desde el diálogo. La postura del PNV tiene transcendencia ya que el portavoz de Bildu, Gorka Ortiz de Guinea, pretende que nacionalistas y socialistas unan fuerzas para desplazar al PP del gobierno foral. Las alianzas se están moviendo en el País Vasco y los socialistas son quienes se están mostrando más receptivos a las maniobras de Bildu. Los proetarras, que presionaron en su momento a PNV y PSE por no considerar legítima una alianza de ambos partidos para desplazarlos del gobierno foral de Guipúzcoa, están intentando ahora que se unan contra el PP en Álava.

El director de Gara declara como imputado

El juez de la Audiencia Nacional Eloy Velasco tomó ayer declaración como imputado al director del diario Gara, Iñaki Soto, en relación a una carta publicada en su periódico el pasado 16 de agosto en recuerdo de la etarra Maite Pérez Sever, fallecida en agosto de 1987 en San Sebastián cuando manipulaba un artefacto explosivo. Según fuentes jurídicas, el periodista explicó al magistrado que no leyó el contenido de la carta y enmarcó su contenido en el derecho a la libertad de expresión. Con motivo del 25º aniversario de la muerte de Pérez Sever y del también miembro de ETA Rafael Etxebeste, los autores de la carta glosaban la figura de ambos y los ponían como ejemplo de «compromiso». Tras su declaración, el juez Velasco dejó en libertad al director de Gara sin imponerle ninguna medida cautelar. Por otro lado, el juez Pablo Ruz confirmó ayer el archivo de la denuncia presentada por la Asociación de Víctimas del Terrorismo (AVT) por el recibimiento que se le prodigó al etarra Iosu Uribetxeberria Bolinaga en octubre tras salir de prisión por razones humanitarias. Del mismo modo, Ruz ha citado a declarar el 8 de enero como imputadas a once personas que participaron en un pasacalles en las fiestas del casco viejo de Vitoria el pasado 30 de junio durante el cual «se habrían sucedido diversos homenajes a miembros de ETA», informa R. Coarasa.