El PSOE desecha la médula espinal del federalismo del PSC

Ni consultas de carácter territorial, ni federalización de la Justicia, ni definición de España como Estado plurinacional, ni principio de ordinalidad en la financiación autonómica.

Ni consultas de carácter territorial, ni federalización de la Justicia, ni definición de España como Estado plurinacional, ni principio de ordinalidad en la financiación autonómica. La médula espinal del documento de la Fundación Rafael Campalans encargado por el PSC para una reforma federal de la Constitución ha sido desechada de antemano por la dirección federal del PSOE, que se apresuró pocas horas antes de que Pere Navarro presentara el documento ayer en Madrid, a explicitar las discrepancias de fondo que son insalvables.

De los ocho puntos clave de la propuesta catalana, en cuatro –los antes mencionados– habrá confrontación seguro. El socialismo español sólo compartiría la definición de Estado federal, la precisión de las competencias del Estado en la Constitución, la asimetría competencial, la consideración de temas lingüísticos y culturales como competencia estricta de las comunidades con lenguas oficiales y las transformación del Senado en un émulo del Bundesrat alemán.

El acuerdo se antoja, en todo caso, imposible ante el Consejo Territorial que el PSOE celebrará el próximo julio para pactar con todos sus barones el modelo de Estado. En Ferraz ya apuntan que la cita se saldará con un documento de mínimos que, en ningún caso, asumirá como propias las reivindicaciones de los socialistas catalanes, pese a que éstos han desterrado ya de su lenguaje «el derecho a decidir» que llevaron en el programa electoral del año pasado.

Precisamente la propuesta de reforma constitucional del PSC fue presentada ayer en el Congreso por su primer secretario, Pere Navarro. Y a la cita acudieron distintas sensibilidades del PSOE. Allí estaba, cómo no, Carme Chacón –que ha participado en la elaboración del documento–, pero también Manuel Chaves, José María Barreda, Francisco Fernández Marugán, Tximo Puig –como único barón del PSOE–, Jordi Sevilla, Josep Borrell, Manuel de la Rocha y Antonio García Santesmases, estos dos útlimos de la corriente Izquierda Socialista. De la dirección federal, tan sólo Juan Moscoso, Antonio Hernando y la portavoz parlamentaria, Soraya Rodríguez, una representación de segundo nivel con la que los de Rubalcaba buscaron intencionadamente la distancia. Pero hubo también una testimonial delegación de otras formaciones. De CiU, Josep Sánchez Llibre y Carles Capuzano, y del PP, el que fuera jefe de gabinete de Aznar, Carlos Aragonés.

Navarro defendió antes todos ellos la necesidad de revisar a fondo el funcionamiento del Estado de las Autonomías, «que acumula problemas importantes», pero también dijo que la reforma sería una respuesta a la desafección entre España y Cataluña.Y dijo estar convencido de que la «solución federal» es la única posible tanto a nivel territorial como de modernización de las instituciones, para lo que invitó a los partidos a iniciar un diálogo que sume puntos de vista «desde el reconocimiento de diversas identidades». Y en este sentido, afirmó que en este país «ha hecho más por construir una España federal Vicente del Bosque que muchos políticos de derechas, de izquierdas y de no se sabe qué. Yo les invito a buscar cada día a más Del Bosques y a apartar del debate a aquellos que, bajo la pátina de la unidad, promueven desde uno y otro lado la ruptura y la separación», concluyó.