Elecciones generales
El PSOE reconoce la «dificultad» de los debates con Rivera e Iglesias
Confiesan que Rajoy sólo quería un debate y reprochan que acuda Santamaría en su lugar
En Ferraz asumen los tres lunes de debate como tres de las plazas más importantes en las que se jugarán las opciones del PSOE a La Moncloa. Fuentes del partido reconocen que estas citas serán «decisivas» para movilizar el voto de los indecisos y por ello centran todos sus esfuerzos en preparar a conciencia a su candidato. En este sentido, el coordinador de los debates del PSOE, Óscar López, reconocía la «dificultad» que supone para los socialistas encarar su debate a tres con el líder de Ciudadanos, Albert Rivera, y con el secretario general de Podemos, Pablo Iglesias. López destacaba, en un encuentro informal con periodistas, que existe un desequilibrio de poder porque se enfrentan un partido de gobierno y dos que nunca han gobernado y cuyos representantes «son muy televisivos» y se desenvuelven a la perfección en los medios de comunicación.
Óscar López también ha aprovechado para puntualizar ciertos aspectos relativos a la negociación de los debates, señalando que el presidente del Gobierno sólo estaba dispuesto a participar en uno y cuyo formato fuera un cara a cara con Sánchez. Según las mismas fuentes, desde el Gobierno también se ha impuesto que este debate se lleve a cabo en la Academia de la Televisión, a pesar de que el PSOE prefería que se lo organizara Mediaset, ya que el anterior lo realizaba el otro gran grupo privado de comunicación: Atresmedia. Tanto es así que «como medida de presión» los socialistas remitieron en noviembre un comunicado en el que aseguraban que el cara a cara entre los dos candidatos sería en el grupo de Telecinco y Cuatro, aunque finalmente han accedido a que sea en la Academia.
Desde el PSOE también rechazan que sea la vicepresidenta Soraya Sáenz de Santamaría quien acuda al debate a cuatro de Atresmedia en lugar de Mariano Rajoy, pero defienden que ante este hecho «no puede ser el PSOE quien se niegue a acudir» sino que corresponde al medio de comunicación admitir que acuda otra persona en lugar del candidato. En Ferraz defienden que fuera quien fuera por parte del PP, Sánchez tenía que estar en ese debate en cumplimiento de su palabra de que «debatiría con todos y de todo» y para evitar las tediosas comparaciones con el partido del Gobierno.
Óscar López también ha desvelado algunas interioridades de las negociaciones con el Partido Popular, como que les propusieron la opción de un debate de ida y vuelta como el de Felipe González y José María Aznar en 1993, una iniciativa que tampoco fue admitida por el PP.
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