El Rey podría hacer consultas tras las vascas y gallegas

Estudiará a partir de mañana con Pastor cuál será el calendario tras el «no» del Congreso

La investidura fallida de Mariano Rajoy de este viernes vuelve a abrir el abanico de posibilidades de actuación del Rey de cara a la convocatoria de una nueva ronda de consultas: la quinta al sumar las tres series de encuentros desde las elecciones del 20-D con la última después de los comicios de junio. La primera votación de investidura del miércoles inició la cuenta atrás de dos meses, a partir de los cuales si no hubiese Gobierno se disolverían las Cortes para convocar elecciones por tercera vez. En este plazo de tiempo, la opción más viable es que el Jefe del Estado vuelva a llamar a los representantes parlamentarios a La Zarzuela después de las elecciones vascas y gallegas del 25 de septiembre.

Don Felipe, tal y como ocurrió en las anteriores ocasiones, ha hablado hoy mismo con la presidenta del Congreso, Ana Pastor, para concertar una cita en la que definir el camino a seguir, encuentro que tendrá lugar el lunes.

Rajoy llegará de la Cumbre del G-20 en China el martes 6 a las seis de la mañana, donde estará desde el sábado anterior, por lo que es más que descartable que el Rey fije la ronda de consultas para esa fecha, y el viernes de esa misma semana, el día 9, se abre la campaña electoral de las elecciones vascas y gallegas que se celebrarán el 25 de septiembre. Es decir, que lo más probable es que las consultas tengan lugar entre la última semana de septiembre y la tercera de octubre, ya que la última, una semana antes de que venza el plazo de los dos meses –el día 31 de octubre– el Rey y el presidente del Gobierno en funciones estarán en Cartagena de Indias (Colombia), con motivo del XXV aniversario de la Cumbre Iberoamericana.

Para más inri, el presidente del Gobierno en funciones estará en el Consejo Europeo los días 20 y 21 de octubre, y asistirá con la intención de poder llevar aprobados los Presupuestos Generales del Estado.

El artículo 99.5 de la Constitución dice que después de las dos votaciones de la Cámara en una investidura, si el candidato no hubiese conseguido el apoyo parlamentario para formar gobierno «se tramitarán sucesivas propuestas en la forma prevista en los apartados anteriores», pero no indica cuándo debe hacerlo, por lo que el Monarca podría tomar la decisión de no llamar a la Zarzuela a los representantes de los partidos, como procedió después de la anterior investidura fallida de Pedro Sánchez, hasta ver que alguno tenga posibilidad de llegar a La Moncloa. El Rey esperó hasta el último momento antes de que venciese el plazo para convocar nuevas elecciones, el 25 de abril, en una ronda exprés de dos días, y al constatar que ninguno tenía el respaldo suficiente para formar gobierno se disolvieron las Cortes para iniciar el nuevo proceso electoral. Así que podría darse la situación de que Don Felipe no convoque nuevas consultas hasta cerciorarse de que no desembocarán en otra investidura fallida: si, como todo apunta, Rajoy fracasa hoy en su intento, será la segunda vez en la historia de la democracia de nuestro país que un candidato no consigue formar gobierno, «honores» que tuvo anteriormente Pedro Sánchez.

El 1 de noviembre se publicaría el decreto de disolución de las Cortes y la convocatoria de elecciones, y si finalmente la propuesta de Pedro Sánchez de reducir a una semana la campaña electoral va a saco roto, se respetará el plazo legal de 54 días de periodo electoral, que convocaría las elecciones el 25 de diciembre. Es decir, que de seguirse este escenario, Felipe VI se dirigirá a los españoles en su discurso de Nochebuena la noche del 24, como todos los años, con la salvedad de que en esta ocasión tendrá lugar en plena jornada de reflexión.

El sentir del Monarca respecto a la situación política suele ser «transmitido» por los políticos tras verse con el Jefe del Estado, durante su comparecencia en rueda de prensa en el Congreso. En la última serie de encuentros antes de los comicios del 26-J, los parlamentarios coincidieron en que Don Felipe les había pedido no cansar a los ciudadanos con la repetición de las elecciones, petición que, sin margen de error, no se ha cumplido. Tras las elecciones de junio, la mayor parte coincidió en el estado de «preocupación» del Monarca por la situación, lo que, dados los hechos, estaba justificado. Hoy, después de la votación, comenzará la cuenta atrás de un nuevo escenario, en el que los pasos del Jefe del Estado volverán a estar en el punto de mira. Desde la Casa del Rey no avanzan qué camino seguirán, pero se aferran a la máxima que se ha transmitido a lo largo de todos estos meses: «El Rey no hace política».