Partidos Políticos

El tablero post moción

Politólogos coinciden en que la crispación marcará la actividad política. El PSOE deberá desatascar la agenda y Podemos puede ser un aliado que «con una mano ayuda y con la otra golpea»

El tablero post moción
El tablero post mociónlarazon

Politólogos coinciden en que la crispación marcará la actividad política. El PSOE deberá desatascar la agenda y Podemos puede ser un aliado que «con una mano ayuda y con la otra golpea».

Arranca una nueva partida parlamentaria que, aunque cuenta con los mismos jugadores, estos han cambiado sus roles. Y todos tienen algo que ganar –o salvar– en la constante batalla que se vivirá en el Congreso. Son muchas las preguntas que surgen, más allá de quiénes conformarán el Gobierno de Pedro Sánchez, pues lo importante será la estrategia de cada partido. ¿Qué hará el PSOE para mantenerse a flote con 84 diputados? ¿Y Podemos? ¿Será un fiel aliado o un enemigo infiltrado? ¿Logrará hacerse valer Ciudadanos como oposición? ¿Cómo trabajará el PP? ¿Hará oposición dura o será comedido? ¿Se ha acabado el bipartidismo? Varios expertos politólogos consultados por LA RAZÓN tratan de dar respuestas a estas preguntas, y coinciden en que no será un camino de rosas para ninguno por lo complicada de la situación. Una partida en la que será vital jugar las cartas con cabeza.

PSOE

Una de las claves para que haya inestabilidad o estabilidad durante el mandato que empieza es «la pericia que tenga el PSOE para desatascar la agenda legislativa», asegura Pablo Simón, doctor en Ciencias Políticas. Según explica, los de Sánchez «son el segundo grupo en número de diputados, pero se trata de una mayoría relativamente precaria». Aun así, tiene capacidad de acción y, por ejemplo, «podrá levantar los vetos que había puesto a muchas proposiciones de ley, es el que controla la ejecución del presupuesto o puede sacar parte de la agenda legislativa que está ahora como proposición de ley y tramitarla como proyecto de ley», explica, apuntando que también cuenta con la vía «de los reales decretos». «La situación aritmética es muy complicada para el Gobierno, pero La Moncloa no está ni mucho menos desarmada para poder gobernar».

PODEMOS

La formación de Pablo Iglesias se ha erigido como el socio del PSOE reclamando su hueco en el Gobierno pero, a la vez, también como contrincante. «Con una mano pueden apoyarte y con la otra, golpearte», asegura tajante Simón para explicar la situación. Todo depende de si finalmente Sánchez les incluye en su Gobierno. Si lo hace, «puede ser problemático, porque no tienen experiencia y pueden querer capitalizar el crédito de algunas medidas». Y si no lo hace, «la experiencia vista con PP y Ciudadanos nos demuestra que puede querer marcar un perfil propio» y convertirse en ese «socio incómodo». La solución, asegura, «es compleja» y su actuación se verá a partir del gabinete que conforme Pedro Sánchez.

Mientras, Lluís Orriols, doctor en Ciencia Política por la Universidad de Oxford, apunta que «ahora hay menos incertidumbre en la izquierda», lo que podría ayudar a que hubiese algunos pactos estables, pues ya no hay tentaciones de «sorpasso» o elecciones a corto plazo. «Es lo contrario de lo que le pasa a la derecha y al centro derecha». Por ello, cree que sí que puede haber «opciones de colaboración más o menos leal».

CIUDADANOS

Ambos expertos coinciden en que ha sido el gran derrotado. «Jugó sus cartas y perdió», dice Orriols. «Ahora ya no es tan necesario para mantener a un gobierno», señala al respecto Simón. Los de Albert Rivera buscaban elecciones inmediatas a sabiendas de que si se retrasan, «el escenario puede serles mucho peor». «Ha perdido la iniciativa política y le puede costar caro», dice Orriols. Simón cree que su gran reto a partir de ahora es «reivindicarse como principal partido de la oposición». Eso sí, matiza que «sigue siendo la llave dentro de la Mesa del Congreso y puede bloquear lo que quiera». Además, «tratará de colgarse la medalla de ser el que se enfrenta con más dureza al Gobierno».

PP

Ni Orriols ni Simón dudan de que la oposición del PP a Sánchez será «dura», aunque con ciertas diferencias. Simón tiene claro que el haber sido apartados del poder «de forma ilegítima, como piensan, les empujará a la dureza». Mientras, Orriols considera que el estar ahora en el otro lado «puede ser una oportunidad para ellos si juegan bien sus cartas». Por un lado, «ha de aprender que la batalla contra el nacionalismo no se la puede ganar a Cs» y buscar otras formas de venderse: «El partido de la estabilidad, del orden...». Y, por otro, darse cuenta de que «el rival no es el PSOE, es Cs. Así podrá buscar espacios de colaboración con el PSOE para desactivar la amenaza de los de Rivera». Sin embargo, además de la parlamentaria, el PP tiene otra batalla pendiente: los relevos en el partido. Se abre una nueva etapa «y tendrán que ser cautos», señala Simón, porque «si se desmadra puede ser una especie de guerra de facciones».

CRISPACIÓN EN COMÚN

Da igual lo que haga cada partido, lo que es seguro es que «el Congreso seguirá siendo un foco de quebraderos de cabeza», dice Simón. Una tensión que también tiene clara Orriols, quien asegura que «será una legislatura de crispación» en la que saldrá beneficiado el partido que mejor juegue sus cartas. «Lo que está claro es que cambiamos de etapa», asegura, haciendo hincapié en que el cambio se inició hace varios meses, con el 1-O. «Y es una etapa marcada por la competencia entre Cs y PP. La tormenta política que estaba en la izquierda se desplaza a la derecha». Pero «teniendo un Gobierno del PSOE y al PP como oposición, podría cambiar el debate y que la confrontación vuelva a ser entre los populares y los socialistas».