Doctrina Parot
El «violador del ascensor» y el asesino de Olga Sangrador se negaron a recibir tratamiento
«¿Garantías? Ninguna». Así de contundentes se muestran las asociaciones de víctimas cuando se les pregunta por la posible reincidencia de asesinos y violadores puestos en libertad tras la abolición de la «doctrina Parot». Durante estos años, la Asociación Clara Campoamor lleva realizando un seguimiento «mes a mes» de la vida penitenciaria de algunos de los presos que ahora van a salir de prisión. Y las previsiones son malas. Según denuncia la asociación, les consta al menos dos casos de presos que se negaron a realizar cursos de reeducación para abusadores sexuales: Pedro Luis Gallego, conocido como el «violador del ascensor», ya en libertad y condenado por 80 agresiones sexuales y los asesinatos de Marta Obregón y Leticia Lebrato; y Valentín Tejero, condenado a 64 años por la violación y asesinato de la niña de 9 años Olga Sangrador.
Según explica Estrella a este diario, la Ley Integral contra la violencia de género, aprobada en 2001, contempla cursos de rehabilitación en el entorno penitenciario, conducidos por psicólogos y educadores. Sin embargo, presos como los ya citados «no tienen ninguna obligación», pues fueron condenados con el Código Penal de 1973, vigente en el momento de su condena. Así, la Asociación Clara Campoamor ha podido averiguar que, durante su estancia en prisión, «el "violador del ascensor"y Tejero se han negado a acudir a estos cursos». Además, en el caso de Pedro Luis Gallego «no ha trabajado durante su estancia en prisión ni se ha relacionado con los otros presos». Una serie de circunstancias que les hacen pensar que «cuentan con todas las posibilidades de reincidir».
Por otra parte, la asociación también ha denunciado la falta de tacto de los tribunales hacia las víctimas. Según relata Estrella, el tribunal burgalés que se ha ocupado de la excarcelación de Pedro Luis Gallego había citado a declarar durante estos días a los padres de Leticia Lebrato. Sin embargo, la fecha de la citación se produjo después de la puesta en libertad de su asesino y violador.
Libre tras violar a sus hijas
«No han respetado la doctrina del Supremo: antes deberían haber escuchado a las partes. Creemos que es una falta de respeto. Por eso, vamos a solicitar al Consejo General del PoderJudicial (CGPJ) que analice el comportamiento del juez, para saber si se ha producido una falta de ética .
En todo caso, la lista de criminales que quedan ahora en la calle continúa ampliándose. Según informa Efe, un hombre condenado a 96 años de prisión por seis delitos de violación a sus hijas será puesto en libertad. Así, la Audiencia Provincial de La Coruña ha acordado el «licenciamiento definitivo» de Arturo Abal Iglesias, que fue condenado en 1999, por haber superado el tiempo de reclusión tras la abolición de la doctrina. En el momento de su condena, el tribunal consideró probado que abusó de su hija de 9 años en 1989 «al menos tres veces», mientras que entre 1995 y 1997 también abusó sexualmente de su hijo.
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