ERC y JxCat exigen a Sánchez el referéndum para investirle

Si las elecciones del 28 de abril arrojan una estampa parlamentaria parecida a la actual –con las fuerzas independentistas manteniendo la misma influencia–, Pedro Sánchez tendrá de nuevo ante sí el mismo escenario que le empujó a desistir y convocar elecciones: tanto ERC como JxCat, con más o menos matices, siguen fijando el núcleo de sus exigencias para apoyar una investidura del líder socialista en el derecho de autodeterminación.

Los republicanos, más ambiciosos que los neconvergentes, reiteraron ayer una doble condición para prestar sus votos. La portavoz del partido, Marta Vilalta, pidió el referéndum y que se ponga «fin a la represión», en referencia a las acusaciones de la Abogacía del Estado y la Fiscalía contra los líderes independentistas. ERC, eso sí, también precisó que, a pesar de que no dará «cheques en blanco», tampoco impondrá «líneas rojas», algo que, aparentemente, podría suavizar las negociaciones.

En parecidos términos se expresó JxCat. Los neoconvergentes exigieron el derecho de autodeterminación –sobre los presos insistieron en que «no son moneda de cambio»– y advirtieron de que mientras no se atienda, la gobernabilidad de España será complicada. «Habrá estabilidad si se atienden necesidades como el derecho de autodeterminación», afirmó Laura Borràs, quien también responsabilizó de un eventual bloqueo a Sánchez tras rechazar el referéndum y la independencia a su paso por Tarragona el domingo: «Hizo una oda al bloqueo».

Si bien, para poder volver a desempeñar el mismo papel que en la legislatura que agoniza ahora, los independentistas deberán obtener el mismo músculo parlamentario. Para ello están destinando grandes esfuerzos en los últimos días, activando una campaña por el voto útil ante el temor de que una parte de su electorado pueda irse al PSC, pensando en que es la mejor solución para evitar un Gobierno con las tres derechas –PP, Cs y Vox–.