Rita Maestre

Espinar aviva la guerra: los errejonistas avisan que será otro Monedero

Las bases piden su dimisión en redes sociales para acabar con el «choriceo» y el «escándalo»

Ramón Espinar, ayer durante el Pleno de la Asamblea de Madrid
Ramón Espinar, ayer durante el Pleno de la Asamblea de Madridlarazon

Las bases piden su dimisión en redes sociales para acabar con el «choriceo» y el «escándalo»

La polémica surgida en torno a la plusvalía de 30.000 euros cobrada por Ramón Espinar amenaza con descomponer el delicado equilibro interno que mantienen las dos principales corrientes internas de Podemos. Fuentes cercanas a la candidatura «errejonista» que concurre a las primarias del en Madrid expresaron a este diario la preocupación que existe de que el caso Espinar acabe derivando en una suerte de «Monedero, segunda parte» que erosione la credibilidad de Podemos y que inevitablemenete acabe en su dimisión. En este mismo sentido pueden interpretarse las declaraciones realizadas ayer por José Manuel López –portavoz de Podemos en la Asamblea de Madrid y «número tres» de Adelante Podemos tras Rita Maestre y Tania Sánchez–. «Perjudica mucho sobre todo al proyecto de Podemos, a todos», dijo López.

Puede que más significativo que las declaraciones de quien fuera el rival de Cifuentes en las últimas autonómicas fue el silencio con el que, hasta en tres ocasiones, respondió Rita Maestre al ser preguntada por este asunto en su rueda de Prensa posterior a la Junta de Gobierno del Ayuntamiento de Madrid.

En la misma línea pueden situarse los comentarios vertidos en «Plaza Podemos», foro en el que las bases de Podemos discuten sobre la marcha del partido. Inscritos de la formación morada pidieron la dimisión de Espinar para acabar con el «choriceo» y el escándalo que situa al portavoz morado en lo que los propios militantes de su partido calificaron de «la nueva casta».

En una cosa la «vieja» política y la «nueva» política son iguales: de manera análoga a lo que ha sucedido con cargos del PP y PSOE cuando se convierte en el centro de una polémica con llamadas a la dimisión, los compañeros de partido del afectado han cerrado filas con rotundidad del afectado. El primero de ellos fue Pablo Iglesias, que llegó a explicar la controversia como una maniobra para debilitar su liderazgo interno. «Yo no he pedido el voto para ninguna candidatura pero muchos han decidido que Ramón Espinar es mi candidato y hoy se ataca a Espinar como en el pasado se atacaba a Tania Sánchez. Creo que es blanco y en botella», afirmó el secretario general.

Para Iglesias, las explicaciones aportadas por su portavoz son «más que suficientes» y todo se explica como una campaña de «falsedades» orchestada por la «máquina de fango», sonora expresión con la que el líder de Podemos engloba a los periodistas que no le son afines. Iglesias llegó incluso a acusar de «miseria moral» a Cayo Lara, que ayer criticó a Espinar por «especular». La defensa de su portavoz en el senado fue férrea: defendió que Espinar vendiera su casa al máximo precio permitido por la Comunidad de Madrid y cobrar de esta manera una plusvalía de 30.000 euros (que tras impuestos se quedó en algo más de 19.000). En concreto, al ser preguntado por este extremo, Iglesias contesto irónicamente: «No, lo que podía haber hecho es regalar la vivienda. Parece que en Podemos no podemos vender una vivienda si tienes una y que la tienes que regalar. Pues no, lo que hizo fue venderla al precio de la Comunidad de Madrid».

A pesar de haber sido apoyado por un cierre de filas férreo en Podemos, los hechos atribuidos a Ramón Espinar despertaron crítica en un histórico de Izquierda Unida. Cayo Lara, ex coordinador federal actualmente apartado de la política. «Especular es especular. Y hacerlo con una vivienda protegida es especular, lo diga Agamenón o su porquero. Punto». Así de contundente se mostró el ex líder comunista en su cuenta de Twitter. Por su parte, Alberto Garzón ha permanecido en silencio durante toda la polémica y se ha limitado a reenviar un mensaje escrito por Iglesias en el que apoyaba sin fisuras a Espinar y culpaba de todo a los medios de comunicación «del régimen». La reacción de Garzón está por tanto en la línea de la de Rita Maestre, rival de Espinar en las primarias de Madrid que comienzan mañana. Maestre se negó a valorar la polémica a pesar de haber sido preguntada hasta en tres ocasiones al respecto durante su rueda de Prensa tras la Junta de Gobierno del Ayuntamiento.