Felipe González recibe en Marruecos el premio Averroes

El expresidente del Gobierno español Felipe González recibió el Premio Internacional Averroes en un acto organizado anoche en Marrakech, en el sur de Marruecos, por sus acciones en la promoción de la paz y los “ideales humanistas”.

En la ceremonia de entrega de la segunda edición de este premio, creado en 2012, fue galardonado también el expresidente de Senegal Abdou Diouf, por la “ribera sur” (González lo fue por el Mediterráneo norte).

Las dos personalidades fueron galardonadas por sus acciones en la promoción de los ideales representados en el siglo XII en Al Andalus por el filósofo cordobés Averroes.

“Por su manera sabia e ilustrada con la que ha conducido su país en su período de transición (...), Felipe González tiene el mérito de la causa que defendemos mediante un llamamiento de conciliación entre la fe en los fines y la racionalidad en los medios”, subrayó Mohamed Nadir Aziza, presidente del Programa Med 21- Red de Premios para la promoción de Excelencia en Mediterráneo, en declaraciones recogidas por la agencia MAP.

Los intervinientes en el acto, al que asistieron varios ministros e intelectuales marroquíes y extranjeros, rindieron homenaje al pensamiento de Averroes y a su filosofía, que aporta las respuestas más pertinentes a los grandes males del mundo actual.

“Averroes siempre se ha levantado contra el oscurantismo y el fanatismo de su tiempo. Su trabajo se desarrolla precisamente en esta línea de cresta entre la razón y la fe”, indicó Abdelatif Miraui, presidente de la Universidad Cadi Ayyad de Marrakech, que patrocina el premio junto a la Universidad de Córdoba y a la Fundación Observatorio del Mediterráneo de Italia.

En la primera edición, el premio Averroes fue entregado al Príncipe de Jordania, El Hassan Bin Talal, y al escritor y director fundador del semanario “Nouvel Observateur”, Jean Daniel.

Felipe González tiene una relación privilegiada con Marruecos: el pasado 30 de julio fue invitado personal del rey Mohamed VI a la Fiesta del Trono en Rabat, y durante años ha tenido una casa en el norte del país, en una exclusiva playa de la región de Tánger donde veraneaba con cierta asiduidad.