La amenaza yihadista
Fiscales de cuatro países para una estrategia común
La globalización ha traído a nuestra sociedad ventajas e inconvenientes. Ventajas como compartir las culturas de los distintos países, pero también aspectos negativos, como la «globalización» del terrorismo, que permite la radicalización y fanatización a través de las redes sociales, que no conocen fronteras. Miles de hombres y mujeres toman la decisión de incorporarse a grupos terroristas, especialmente de carácter yihadistas, y lo hacen desde cualquier rincón del mundo. Comparten fuentes de fanatismo y finalidad terrorista. Por ello, porque es un terrorismo, el yihadista, que rebasa las fronteras, los países han tenido también que trabajar de forma coordinada, diseñar líneas estratégicas comunes, compartir información, intercambiar metodología de investigación o analizar la jurisprudencia en esta materia para «afinar» la persecución jurídica de estos delitos. En definitiva, como señala la fiscal coordinadora de la lucha contra el terrorismo yihadista de la Audiencia Nacional, Dolores Delgado, «si se califica de global el terrorismo, tiene que haber una respuesta global y una universal persecución». Sin embargo, mientras que en la cooperación a nivel policial y de inteligencia las relaciones son fluidas, porque su marco de actuación no está sujeto a formalismos, nivel judicial hay más dificultades. En muchos casos se hace necesario armonizar las distintas legislaciones, especialmente la de países árabes y occidentales, ya que cuentan con diferentes sistemas jurídicos y ésto puede dificultar la fluidez en la cooperación. La cooperación judicial internacional tiene una finalidad primordial: su incorporación a los procedimientos judiciales. Por ello deben revestir de ciertas formalidades, si bien ello no debe ser un obstáculo para la eficacia de la cooperación.
Para superar esas dificultades y para agilizar unos procedimientos de información que resulten eficaces, se están desarrollando nuevos modelos de cooperación que son tan ágiles como la propia estrategia terrorista. Así, «con mucha imaginación y consenso», ha sido puesto en marcha el conocido como «Cuatripartito», un grupo de cooperación internacional que se integra por fiscales especializados en la lucha contra la lacra del terrorismo yihadista de cuatro países: España, Francia, Bélgica y Marruecos. Por parte española la representante en este equipo de cooperación es la fiscal Dolores Delgado. Este grupo se constituyó en 2007 estando entonces integrado por las fiscalías antiterroristas de Marruecos, Francia y España. Dos años más tarde se amplió a Bélgica y quedó conformado en su estructura actual y denominado: el «Cuatripartito».
El objeto de este grupo es el intercambio de información en tiempo real sobre las investigaciones que se están desarrollando en esos países en la lucha contra el yihadismo, «siempre que la misma se pueda compartir y no esté sujeta a reserva operacional», para que, de esa forma, pueda ser útil para operaciones antiterroristas que se estén desarrollando o se puedan llevar a cabo en el futuro.
En segundo lugar, los cuatro países que lo integran se comunican e intercambian metodología de investigación, técnicas de investigación, patrones de conductas de los terroristas, análisis de inteligencia, composición de estructuras terroristas, materia de financiación..., «para así poder comprender y entender mejor como actúan los terroristas, su sistema de funcionamiento o las estructuras de sus redes». Junto a ello, se evalúan las reformas legislativas que cada país va desarrollando en esta materia, para deteminar si son eficaces, y, en ese caso, poder proponer que se incorporen a la legislación del resto de países. Y, en último lugar, se analiza la jurisprudencia, la valoración que realizan los tribunales nacionales del material probatorio que se aporta a estos procedimientos.
De esta forma, uno de los objetivos centrales del «Cuatripartito» es potenciar la cooperación entre los países que lo integran, y, de forma específica, la cooperación judicial, de tal forma que la misma se pueda agilizar y, con ello, «desburocratizamos la cooperación internacional».
Gracias a esa cooperación internacional se han podido neutralizar operaciones de terrorismo yihadista o dedesactivar «células terroristas» que ya estaban operativas.
La participación española en el «Cuatripartirto» es más que relevante, porque, como señala la fiscal Dolores Delgado, «si fue pionera en la cooperación internacional en la lucha contra ETA, también lo es en la lucha internacional contra el terrorismo yihadista».
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