Francia deja en libertad condicional al último jefe de ETA

Mikel Irastorza, considerado uno de los últimos jefes de la banda terrorista ETA, ha salido de la cárcel francesa en la que estaba recluido tras decretarse su libertad condicional, según fuentes de la lucha antiterrorista. Irastorza, que fue detenido en noviembre, estaba interno en la cárcel de Fleury-Merogis, que abandonó el lunes.

Irastorza quedará sometido a control judicial después de que un tribunal galo le asignase domicilio en Bayona (País Vasco francés) al dictar su excarcelación.

El presunto etarra no tiene causas abiertas en España, por lo que no se podía pedir su extradición. Su puesta en libertad condicional a la espera de juicio se debe a un procedimiento correccional habitual en Francia, donde no se suele alcanzar el año en prisión preventiva, según fuentes judiciales.

Fue la Policía francesa quien, en colaboración con la Guardia Civil, arrestó el 5 de noviembre al que fuera en ese momento líder de la organización terrorista, en una operación en la que fue detenida también la pareja –un español y una francesa: Xabier Arin Baztarrika, de 59 años, y Denise Arin, de 56 años– que le albergaba en su domicilio en la localidad de Ascain, en los Pirineos Atlánticos, al sur del país galo. Arin era un histórico abertzale que, con anterioridad, fue condenado a tres años de prisión por colaboración con asociación de malhechores.

El juez antiterrorista acusó a Mikel Irastorza de asociación de malhechores con fines terroristas, pero no de dirección de organización terrorista, aunque fue presentado como el jefe de ETA.

Estaba interno en la cárcel de Fleury-Merogis (al sur de París), que abandonó la noche del lunes para dirigirse a Bayona, adonde llegó ayer, según confirmaron a Efe fuentes del colectivo de «apoyo al proceso de paz» Bake Bidea. Fue recibido por varias decenas de personas a las 13:30 en la estación de la localidad vascofrancesa.

Con su detención en la «operación Nerín», ETA quedó descabezada y con apenas un puñado de miembros liberados.

La banda terrorista, que en octubre de 2011 anunció el fin definitivo de sus acciones terroristas, ha asesinado a unas 850 personas en las últimas cinco décadas.