Pedro Sánchez

Franco da votos a PSOE y Vox y no resta a PP y Cs

Los politólogos sostienen que la fecha del traslado de los restos será clave para la campaña del 10-N.

Desde primera hora de ayer, centenares de personas acudieron al Valle para visitar el complejo funerario. Foto:ALBERTO R. ROLDÁN
Desde primera hora de ayer, centenares de personas acudieron al Valle para visitar el complejo funerario. Foto:ALBERTO R. ROLDÁNlarazon

Los politólogos sostienen que la fecha del traslado de los restos será clave para la campaña del 10-N.

Por segundo día consecutivo, se registraron largas colas y atascos para acceder a las instalaciones donde reposan los restos de Francisco Franco. El acceso por carretera al Valle de los Caídos quedó colapsado por una caravana de decenas de coches que acudieron a la misa de las once. Son muchos los que quieren visitar el complejo funerario antes de que se ordene el traslado de los restos del general al cementerio de Mingorrubio en El Pardo.

El Supremo ve en el traslado de los restos de Franco “un marcado significado político”

Franco murió hace 44 años. Casi quince de los 36,9 millones de españoles con derecho a voto nacieron tras su muerte, mientras que 21,9 millones lo hicieron antes del fallecimiento del dictador. Es decir, según los datos del INE, cuatro de cada diez españoles con derecho a voto no conocieron el régimen franquista en persona. No extraña, por lo tanto, que para la mayoría no sea una prioridad. Según una encuesta de NC Report para LA RAZÓN realizada en el mes de noviembre de 2018 –después de que el Congreso de los Diputados diera luz verde al decreto de modificación de la Ley de Memoria Histórica que permitiría la exhumación– el 69,2% de los encuestados no lo considera una prioridad. Llama la atención que entre los votantes socialistas la mayoría no lo estima un tema relevante. Solo cuatro de cada diez lo ve como una prioridad frente al 56,9% que no lo considera un asunto de gran importancia.

Lo contrario que los votantes de Unidas Podemos, que en un 58,6% ven en la exhumación una prioridad frente al 21,2% que no lo ve, casi el mismo porcentaje –20,02%– que prefiere no contestar. Entre los votantes de derecha, es mayoritaria la negativa a desenterrar a Franco. Para el 95,1% de los electores del PP y para el 96,1% de los de Ciudadanos la exhumación no es prioritaria frente a un 2,6 por ciento y un 0%, respectivamente, que sí lo consideran.

¿Será la exhumación una baza en la campaña electoral? El experto en marketing político Fernando Carruesco sostiene que al tratarse de un tema «emocional» es «muy fácil que se polarice», y por lo tanto, se «pueda sacar tajada» desde el punto de vista electoral. Asegura que la decisión se enmarca dentro de lo que se conoce como «política de gestos y símbolos» y está relacionada «con la falta de visión y de líderes así como de un futuro cada vez más incierto que hace que en vez de mirar hacia delante se mire al pasado».

Por su parte, el politólogo de la Universidad Pontificia de Comillas Roberto Rodríguez asegura que si bien cuando arrancó el tema se utilizó «con un componente ideológico fuerte», a día de hoy «ha dado tantas vueltas que electoralmente está amortizado». «Hay cierto cansancio», asegura. En su opinión, hay una circunstancia que puede reactivarlo: que la exhumación se lleve a cabo antes del 10-N. En ese escenario, tanto el PSOE como Vox podrían sacar rédito. Los socialistas, porque insistirían en la memoria histórica y los de Abascal, en la injusticia que supone para la familia porque son el único partido que se opuso abiertamente. Los de Casado no se posicionará «más allá de repetir que no hay que revisar lo que pasó hace 40 años», concluye.

Por su parte el experto en comunicación política y profesor de la Universidad Camilo José Cela Eduardo G. Vega insiste en que la figura de Franco despierta «un resorte en el cerebro de una gran mayoría de forma automática» –sea cual sea su posición–. Asegura que para todos los progresistas «es algo positivo», lo cual coloca a Pedro Sánchez como «el líder de la causa». Por otro lado, en el bloque de la derecha le conviene porque provoca reacción contraria en Vox, mientras que deja «en un lugar un tanto incómodo a PP y Ciudadanos», que en ese asunto siempre han entrado al marco «envenenado» que proponen los socialistas.