Elecciones europeas

González Pons: «En los impuestos, cumpliremos nuestro programa»

González Pons
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El número dos del PP a las europeas asegura que en estos comicios «está en juego que terminemos de salir de la crisis»

–Las encuestas de las europeas apuntan a casi un empate técnico, con ligera ventaja para el PP. ¿Qué se juega su partido en estas elecciones?

–El PP tiene que ganar estas elecciones porque ha puesto en marcha una política de reformas que ha obligado a importantes sacrificios a los ciudadanos, pero que está empezando a dar resultados. Está en juego continuar con esta política y que terminemos de salir de la crisis. Por eso el PP necesita que su programa sea refrendado por sus votantes.

–Pero la recuperación parece bastante débil si sólo depende del resultado de unas elecciones que ni siquiera afectan a un Gobierno nacional, ¿no?

–Además de en la política de reformas del Gobierno, la recuperación económica está basada, entre otras cosas, en la credibilidad internacional que España ha recuperado y en la certeza de que con Mariano Rajoy como presidente del Gobierno, España es un país políticamente estable. Si un partido que ha recogido a España al borde de la banca rota, y ha conseguido encauzarlo hacia la salida de la crisis es castigado por los votantes, los inversores internacionales interpretarán que nos hemos vuelto un país inestable y esto afectaría a la confianza que tienen en nosotros.

–¿Un mal resultado también afectaría a la estabilidad del PP como partido?

–El PP es un partido tan responsable que suceda lo que suceda en las europeas continuará aplicando su programa de reformas y continuará siendo previsible porque está convencido de que es lo mejor para España. Mientras dure el mandato de las urnas que hemos recibido vamos a cumplir siempre con nuestro deber hacia los españoles, aunque esto sea perjudicial para nuestros intereses electorales.

–Y el PSOE, ¿qué se juega en estas elecciones?

–Se juega seguir liderando la izquierda española. Creo que no es tan importante de qué manera este resultado afecta a su candidato a la presidencia del Gobierno, como que el PSOE siga siendo el partido que representa a la izquierda española. Puede terminar estas elecciones no siendo el único partido que represente a la izquierda.

–¿Al PP le preocupa el futuro de Rubalcaba por lo que pueda traerles las primarias como líder de la oposición?

–El PP sólo desea que el PSOE tenga al frente al mejor de todos los socialistas. Que elijan al mejor, como hemos hecho nosotros, porque eso es bueno para España, para los ciudadanos. Nosotros tenemos al frente al mejor que tenemos, que es Mariano Rajoy.

–Desde el punto de vista de una oposición con sentido de Estado, ¿cree que Rubalcaba es el mejor que tienen?

–Nosotros no tenemos que elegir al líder de los socialistas. Es su decisión. Sólo entendemos que por el bien de todos deben elegir al mejor de los mejores de los que están en el PSOE.

–¿Entiende el actual clima de desafección hacia la política y hacia los políticos? ¿Es justo en este contexto?

–No se es justo con los políticos cuando miles de ellos no cobran, y se les trata a todos por el mismo rasero. No se es justo cuando el 99 por ciento de ellos son honestos y se les señala a todos como sospechosos. Pero entiendo que en un momento de crisis tan profunda como ésta, que viene de la etapa de Rodríguez Zapatero, los ciudadanos tengan mucho que reprocharles a sus representantes y que a alguien tengan que mirar para pedir explicaciones por las dificultades que están atravesando muchas familias.

–¿Teme que esta campaña esté marcada por la crispación?

–No me gustaría que los votos se sustituyeran en esta campaña, ni en ninguna, por golpes o insultos. Deberíamos tener una campaña en paz porque la democracia es paz, además de libertad. En algunas comunidades, como la valenciana, los representantes del PP asisten bajo coacciones e insultos a los actos del partido y esto es muestra de un comportamiento muy poco democrático. Las campañas deben ser sagradas para que todo el mundo pueda expresarse y elegir libremente su voto.

–¿Está de acuerdo con los que sostienen que la izquierda está alimentando la violencia?

–No es un problema de ideología, sino de que en la izquierda hay personas que están haciendo un flaco favor a la democracia española porque parece que legitiman la violencia cuando es en contra de otros. También hay políticos que no son de izquierdas que practican el mismo juego peligroso del populismo. Es un problema de responsabilidades individuales.

–¿Qué han hecho mal para que teman que muchos de sus votantes se inclinen por la abstención?

–Es verdad que nuestro rival es la abstención y no el PSOE. Si van a votar todos los que han confiado en los últimos cinco años en nosotros, el PP ganará las elecciones. Cuando llegamos al Gobierno nos encontramos un país arruinado, al borde de la quiebra, faltaban 30.000 millones de euros en la caja y se habían perdido 3.800.000 puestos de trabajo. Para sacar a España de donde estaba, el Gobierno ha tenido que actuar con la cabeza, muchas veces en contra del corazón. Y ha contado con la ayuda de los ciudadanos, que son los que realmente han sacado a España de la crisis. Durante este tiempo los votantes del PP se han quedado a la expectativa, esperando a ver cuál era el resultado de las reformas, sacrificándose y esforzándose, y por eso están en la abstención, no se han ido a otro partido. En la medida en que empieza a verse ya la salida del túnel y España está empezando a superar la crisis, estamos convencidos de que nuestros votantes volverán a confiar en nosotros.

–¿Y les perdonarán el incumplimiento del programa electoral y la subida de impuestos, por ejemplo?

–Los programas electorales son para una legislatura, no para ponerlos en práctica el primer día.

–La queja no es porque no bajaran los impuestos el primer día, sino porque los subieran.

–Tuvimos que recuperar 30.000 millones de euros que faltaban en la caja y esta situación obligó al PP a hacer algo que iba contra sus principios para tapar ese agujero que los otros le habían dejado. Pero al final de la legislatura habremos cumplido el cien por cien de nuestro programa electoral. También en materia de impuestos podremos presentarnos ante los electores con los deberes cumplidos. Como responsable de Estudios y Programas del PP, puedo decirle que a estas alturas ya hemos ejecutado el 75 por ciento del programa y muchas otras cosas que no estaban en el programa.

–Esta campaña se disputa en el terreno de recuperación económica frente a la bandera de la desigualdad social que apadrina la izquierda. ¿La pobreza es un problema en España?

–La desigualdad, sobre todo la pobreza infantil, es la cara más amarga de la realidad. Es la realidad más real. Pero no se puede luchar efectivamente contra la pobreza, ni reducir la desigualdad, si no volvemos a crecer económicamente y a crear empleo. La mejor política social contra la desigualdad social, la desigualdad de las mujeres y la pobreza es el empleo, y a este objetivo estamos dedicando todos nuestros esfuerzos.

–Pero hasta las instituciones comunitarias nos advierten de que el nuevo modelo laboral no es la venda que taponará la herida de la desigualdad.

–La reforma laboral ha permitido que España cree empleo con tasas de crecimiento muy bajas. Hasta ahora no se creaba empleo si la economía no crecía por encima del 2,5. Hoy estamos creándolo por debajo del 1 por ciento. Por eso en estas elecciones los españoles se juegan que continúe el crecimiento y el empleo, y por eso votar al PP es votar también a favor de la lucha contra la pobreza y contra la desigualdad social.

–Instituciones como Cáritas, sin embargo, piden que se impliquen más en esa causa. Y la izquierda les culpa directamente a ustedes de que haya pobres y de que se incremente la brecha entre ricos y pobres.

–El PSOE es un partido desnortado. Dice una cosa y la contraria y no asume ninguna responsabilidad de su etapa de Gobierno. Como Gobierno, nosotros somos ahora responsables de lo que ocurre en España y estamos trabajando por una España mejor y más próspera para todos. Pero trabajamos sobre el país de 3.800.000 parados que dejaron los socialistas, con casi dos millones de mujeres en el desempleo. El PSOE no puede presentarse como si acabara de aterrizar de la luna. Son de aquí y han hecho todo el mal que han podido a la economía española. Deberían tener la vergüenza de no acusar al PP de los errores y dramas que ellos provocaron.

–Antes ya aludimos a la crispación y desafección ciudadana, ¿en Cataluña la tensión y el riesgo es mayor por culpa de la ofensiva independentista?

–En Cataluña los políticos nacionalistas están enrareciendo el clima para excluir socialmente a aquellos que no comparten sus mensajes redentores. En el discurso nacionalista, la independencia ha dejado de ser un fin en sí mismo para convertirse en el supuesto medio para alcanzar otro fin, que es una sociedad feliz en la que el cáncer se cura, donde todo el mundo tiene derecho a todo, sin parados... Un sueño frente a una realidad que es bien distinta. Y todos los que no comparten ese sueño, que se consigue a través de la independencia, están empezando a ser excluidos socialmente.

–¿Usted es de los que creen que Artur Mas acabará convocando la consulta para buscar el choque con el Tribunal Constitucional?

–No puede hacerlo porque es ilegal.

–Puede llegar a firmar el decreto de convocatoria para forzar la reacción del Gobierno.

–Artur Mas nunca hará un acto ilegal conscientemente porque todavía representa con suficiente dignidad a toda la buena gente que le votó. Si alguien desde el Gobierno ejerce el poder sin tener en cuenta la ley, habrá abierto el camino para que todas las ilegalidades sean posibles y se habrá puesto a sí mismo fuera de la cobertura legal.

–Pero la Generalitat ya ha dado pasos fuera de la ley, que han tenido que ser anulados por el Tribunal Constitucional.

–Una cosa es que el Constitucional anule a posteriori» una decisión del Parlamento de Cataluña porque es inconstitucional, y otra, muy distinta, que un Gobierno, sabiendo de antemano que una decisión o actuación es ilegal, la lleve a cabo.

–¿Qué espera que haga Europa con el problema independentista catalán?

–Nada distinto de lo que dicen sus tratados y de lo que ya está haciendo. Europa es un proyecto que nació para la paz y para que nunca jamás volviera a haber disputas de fronteras entre los europeos. Para que cada vez fuéramos más grandes y no más pequeños. Va directamente contra el espíritu europeo deshacer las naciones y estados que componen la Unión. Y la Unión Europea va a intentar siempre impedir la segregación no reconociéndola.

–Llevamos años con el debate europeo marcado por el conflicto entre austeridad y crecimiento. ¿Y ahora qué?

–Ese conflicto es falso porque la austeridad no puede mantenerse si no hay crecimiento y el crecimiento no puede producirse si no hay austeridad. No hay contradicción, son complementarios. La demostración se está produciendo en Francia, donde el Gobierno de Hollande y Valls ha adoptado medidas de recorte del gasto público mucho más duras que las que ha puesto en marcha el PP en España. Con eso demuestran que la austeridad, como base del crecimiento, no es ideológica, porque los socialistas la aplican igual que los populares cuando es necesario. El PSOE lleva de candidato a la Presidencia de la Comisión Europea al señor Schulz, que es socio de Merkel en Alemania. Y es paradójico ver a la señora Valenciano hacer un discurso contra Merkel y a favor de Schulz cuando en Alemania son socios y responsables directos de las mismas políticas. No se puede engañar así a los españoles. Es un hecho que los países europeos que ya han hecho los deberes de austeridad caminan ahora hacia el crecimiento. Y que los que no los hicieron tienen que ejecutarlos ahora.

–¿Está diciendo que el programa con el que concurre a las elecciones la socialdemocracia es mentira?

–Los socialistas españoles mienten en su programa electoral cuando acusan al PP de aplicar una austeridad ideológica. Sus compañeros franceses están aplicando medidas más duras por motivos económicos. El PP adopta sus decisiones pensando en qué es lo mejor para la economía española, no por ideología, exactamente igual que los socialistas franceses.

–¿Cuál es el principal reto al que se enfrenta ahora Europa?

–Seguimos necesitando más Europa. Europa siempre va demasiado lenta. Cuanta más Europa haya, todos tendremos más prosperidad y más seguridad.

–¿Por qué tanto desencuentro con Aznar? ¿De quién es la culpa?

–Aznar es un valor insustituible en el PP y no hay ningún desencuentro con él. Al PP le interesa contar con él, y él siempre participa en lo que le pedimos cuando puede.

–Primero se queja de que no le invitan a la campaña; luego dice que ya es tarde y no puede estar. ¿Esta tensión no perjudica la imagen de unidad?

–Aznar siempre será un referente para el PP y sus militantes.

–¿El PP necesitaba romper con el «aznarismo» para encarar el futuro con posibilidades de seguir ganando elecciones?

–El «aznarismo» forma parte de la esencia del PP, pero Aznar ya no es el líder del partido. Ahora nuestro líder es Mariano Rajoy. Y la misma fidelidad que en su día demostramos a Aznar se la debemos hoy a Rajoy. Nadie entendería que fuéramos más fieles al presidente que fue que al que es.

–Pero en algunos casos Aznar se ha convertido en un elemento incómodo por sus declaraciones, sus críticas públicas y privadas.

–Aznar no molesta nunca. Y todo lo que dice ayuda siempre.

–¿Qué valoración hace del altercado con agentes de movilidad de Madrid que protagonizó Esperanza Aguirre?

–En lo personal, la presidenta del PP de Madrid tiene todo mi apoyo.

–¿Cuál ha sido el momento más duro que ha vivido el PP en esta legislatura?

–Cuando llegamos al Gobierno y nos encontramos con que los cajones estaban vacíos. Faltaba dinero, las cuentas estaban peor de lo que imaginábamos en nuestras peores pesadillas y todo el mundo le pedía a Rajoy que aceptara el «rescate» de España y siguiese el mismo camino que Grecia, Portugal e Irlanda. Rechazando el «rescate», frente a todo y frente a todos, Rajoy se comportó de la mejor manera en el peor momento. Por eso pasará a la historia como uno de los mejores presidentes de España.

–Para el partido, ¿esta situación a la que se refiere es más traumática que la convulsión provocada por el «caso Bárcenas»?

–Antes le describía el peor momento político. El «caso Bárcenas» nos ha hecho mucho daño y nos ha causado a todos importantes decepciones personales. Algunas de las cosas que se han sabido nos han avergonzado y hemos pedido disculpas por ellas. Y garantizamos a nuestros votantes que jamás volverá a pasar algo parecido.

–Con lo que ya sabemos, ¿qué piensa de Bárcenas?

–Prefiero esperar porque hay un juez que tiene que pronunciarse. Prefiero ser respetuoso con el juez y con quien está sometido a un proceso judicial.

–¿Pero cree que actuó solo? ¿Que la responsabilidad es sólo suya?

–Aún no están determinados los hechos que se le pueden imputar.

–Hay autos judiciales que apuntan a una financiación en B en su partido.

–Insisto, no están determinados los hechos que se le imputan. Pero con independencia de eso, el PP es un partido honrado y se ha gestionado con honradez.

–Por último, ¿qué piensa de estos dos partidos: UPyD y Vox?

–UPyD es un partido de izquierdas al que sin saberlo votan muchos de derechas. Y Vox es un partido que propone la regeneración democrática bajo el liderazgo de un tránsfuga. Su líder sigue siendo diputado del Partido Popular Europeo y cobrando como tal. Sigue siendo vicepresidente del Partido Popular Europeo y cobrando como tal. No ha devuelto el escaño. Esa candidatura hace mucho que no es la de Ortega Lara y sólo la de Vidal-Quadras.