Gobierno de España
Santamaría apela a la unidad y pide «a todos» sumarse al pacto antiyihadista
La vicepresidenta del Gobierno participó en el ciclo que organiza el diario LA RAZÓN.
La vicepresidenta del Gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría, protagonizó el ciclo LA RAZÓN DE... en un acto que ha contado con la presencia de personajes del mundo de la política, la cultura o la economía.
La vicepresidenta del Gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría, defendió ayer, en el foro de «La Razón de...», que la unidad es un principio fundamental para hacer frente a la amenaza yihadista, en el seno de la comunidad internacional y en España, porque la unidad de los demócratas «fortalece la democracia y nos hace más fuertes». En ese sentido, anunció que el Gobierno va a seguir trabajando para fomentar la unidad entre los partidos y en el conjunto de la sociedad española. Y resaltó que el pacto contra el terrorismo yihadista, firmado con el PSOE, está abierto a cuantas fuerzas políticas quieran unirse a él, a lo que es un acuerdo «por la libertad, por la Justicia y por los derechos y las libertades de todos». «La clave para hacer frente a esta amenaza es la unidad. La unidad de todos los Estados, todas las sociedades y todas las fuerzas políticas que defendemos la libertad, la Justicia y la democracia», resaltó.
CATALUÑA
Respecto al órdago independentista, la vicepresidenta defendió que la coalición de Juntos por el Sí y la CUP pretenden imponer su voluntad a todos los catalanes precisamente cuando han perdido apoyos de los ciudadanos. Quieren desconectar con España cuando lo que han desconectado es con la realidad de Cataluña.
«¿Cómo van a constituir un Estado si no pueden constituir un Gobierno», se preguntó. La «número dos» del Ejecutivo defendió que con la fortaleza del Estado de Derecho se ha logrado la paralización en 48 horas de la declaración independentista aprobada por el Parlamento de Cataluña. «Esperemos que éste sea el último paso, pero no depende de nosotros sino de la irracionalidad de los que pretenden poner en riesgo nuestra convivencia». En ese sentido, confirmó que si el Gobierno tiene que dar más pasos para defenderla, los dará. El órdago secesionista es «uno de los mayores desafíos de la democracia», reconoció. Pero también apuntó que hay que ponerlo en sus justos términos. «El presidente en funciones empezó todo esto con la petición de un pacto fiscal y hemos acabado en un proyecto de ruptura total que no formaba parte de hoja de ruta de quien hoy quiere capitanearla con letra y música de otros», sostuvo. La vicepresidenta defendió que las elecciones autonómicas del 27-S fueron un fracaso de la coalición independentista porque las urnas han dejado claro que hay una mayoría de catalanes que quieren seguir formando parte de España. «Hay una estrategia política y una estrategia legal. Las principales fuerzas en Cataluña y en España han respondido con unidad a ese desafío. El Gobierno se ha sentido respaldado por quienes como nosotros defendemos la unidad, la legalidad y el Estado de Derecho. Mientras que los independentistas han ido sumando a la letra nacionalista la música antisistema y han lanzado un ataque a la unidad, a la democracia, a la libertad y a los derechos fundamentales de los ciudadanos», explicó.
ECONOMíA
En el capítulo económico, la vicepresidenta puso en valor las reformas que ha hecho el Gobierno en esta legislatura porque están produciendo resultados que repercuten positivamente en los ciudadanos , y estos buenos resultados están siendo reconocidos por la comunidad internacional. Frente al discurso de la izquierda que ha convertido la desigualdad social en uno de sus mantras electorales, Sáenz de Santamaría incidió en que las reformas económicas impulsadas por el Ejecutivo preservan los pilares del bienestar y han servido para evitar el rescate, manteniendo las prestaciones por desempleo y sin introducir nuevos copagos.
En ese sentido, recordó que en 2011, cuando el PP llegó al Gobierno, Rajoy anunció que ésta iba a ser «una etapa dura, difícil y complicada». Y que también se marcó como objetivos el control del déficit, la reforma laboral, la reforma del sistema financiero y el apoyo a los emprendedores. «Ese programa se ha cumplido. Y hoy se puede hacer balance de un programa de reformas que cosecha resultados», argumentó. «Quizá la mejor medida de política social que adoptamos fue evitar el rescate. Y eso tiene un nombre propio, el de Mariano Rajoy Brey, que quiso que su país siguiera siendo soberano y decidiera los ajustes que menos perjudicaran al Estado del Bienestar», continuó.
Sáenz de Santamaría incidió en que las reformas del Gobierno han preservado las pensiones, por ejemplo, pero también advirtió de que el Gobierno no se conforma con este balance porque hay que seguir consolidando el crecimiento y porque el espíritu reformista debe estar presente en toda acción pública. «Las reformas no son una opción. Hay que consolidar la recuperación. Y España tiene que tener un gran objetivo de cara a 2020, el de alcanzar los 20 millones trabajando», explicó. Ese objetivo es bueno para el bienestar de las familias, para garantizar la autonomía de las personas y es, además, una cifra necesaria para mantener el sistema público de pensiones.
De cara al futuro, la vicepresidenta adelantó que Rajoy se marca siete grandes ejes reformistas. Por un lado, el que afecta a la sostenibilidad del Estado del Bienestar, y esto implica la reforma del sistema de financiación autonómica. En esta legislatura, el Gobierno no ha podido afrontar esta negociación con las comunidades autónomas por la crisis económica y los problemas de ingresos en las arcas públicas. Pero la recuperación económica y la recuperación de los ingresos llevan a que el PP sí la sitúe entre sus compromisos para el próximo ejercicio.
Otro paquete de reformas futuras son las que afectan a la mejora de la calidad de los servicios públicos, por ejemplo en el ámbito sanitario para incorporar nuevos medicamentos y mejor tecnología. La tercera reforma compete a seguir profundizando en la educación. «España tiene que competir con su capital humano y tiene que seguir avanzando por el camino que marca la Ley de Calidad, aprobada en esta legislatura. Hay que continuar trabajando en las universidades y consolidar el estatus del profesorado, entre otras actuaciones».
Los otros ejes reformistas que se marca el Gobierno afectan, asimismo, a la consolidación de un crecimiento de calidad, que conjugue la capacidad de innovación con un crecimiento sostenido y preocupado por el medio ambiente. O a la reforma de las Administraciones Públicas. En este último ámbito, las decisiones adoptadas en esta Legislatura han supuesto –recordó la vicepresidenta– un ahorro de 30.000 millones de euros. «Hemos suprimido 2.300 organismos públicos. Algunos hablan de las diputaciones. Cincuenta frente a los 2.300 organismos que se han suprimido en estos años», incidió.
Y el último de los compromisos reformistas afecta a la regeneración democrática. «En esta legislatura se ha hablado mucho, y no para bien de corrupción, pero también se han hecho más reformas que nunca», subrayó. «La transparencia, la rendición de cuentas y el compromiso ético han de ser los pilares sobre los que se asienten nuestras instituciones», concluyó.
ESTABILIDAD
Ante las elecciones de diciembre, la vicepresidenta del Gobierno apeló a la importancia de garantizar la estabilidad y la seguridad. «Cuando llegamos al Gobierno nuestro principal objetivo era recuperar la confianza. Hoy es evitar las incertidumbres frente a los retos globales. No sólo en el ámbito económico, sino también en seguridad y ante los desafíos democráticos que se presentan a este país».
Como conclusión, subrayó: «Sólo desde la estabilidad y desde la experiencia es posible atender las demandas de los españoles. Es tiempo de certeza y de seguridad, seguridad física, en el empleo y en el mantenimiento de los servicios públicos».
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