El desafío independentista

Huelga general por la independencia

La Generalitat dicta unos servicios mínimos muy por debajo de los habituales para el paro convocado del 3 al 9 de octubre por los sindicatos minoritarios. Quiere colapsar el transporte.

Una marcha de 400 tractores tomó ayer las calles de Barcelona a favor del referéndum, formando grandes retenciones. Su objetivo es colocarse delante de los centros de votación para bloquear el acceso a las Fuerzas de Seguridad
Una marcha de 400 tractores tomó ayer las calles de Barcelona a favor del referéndum, formando grandes retenciones. Su objetivo es colocarse delante de los centros de votación para bloquear el acceso a las Fuerzas de Seguridadlarazon

La Generalitat dicta unos servicios mínimos muy por debajo de los habituales para el paro convocado del 3 al 9 de octubre por los sindicatos minoritarios. Quiere colapsar el transporte.

Dolors Bassa, la consejera de Trabajo del Govern la Generalitat se ha convertido en el piquete más activo de la huelga general convocada por CGT, IAC, COS y CSC –sindicatos absolutamente minoritarios en la representación de los trabajadores catalanes, apenas tienen el 6% de representación entre todos– en favor de la independencia. La consejera, antes secretaria general de la UGT de Girona y militante de Esquerra Republicana, ha puesto alfombra roja a los convocantes al dictar unos servicios mínimos muy por debajo de los habituales colapsando la movilidad en transporte público y cerrando los colegios. O sea, favoreciendo el éxito de la huelga.

La consejera de Trabajo justifica su chapuza de decreto pro huelga. Reconoce que los sindicatos convocantes tienen una representación ínfima, pero a pesar de esto, a su juicio «cabe prever un desarrollo e incidencia mayor», atendiendo a «la situación política y social que está viviendo Cataluña», por lo que conviene «dictar unos servicios mínimos que garanticen la libre decisión de los trabajadores y trabajadores de sumarse a la huelga».

La huelga no cuenta con el respaldo de UGT y CCOO que se consideran «ninguneados» por la Orden de la consellera y no esconden su enfado. El secretario general de Metro de UGT de Barcelona considera que «dan una relevancia y una fuerza a unos sindicatos que representan al 6% de los delegados de Cataluña», afirma que la decisión de la consejera es «una vergüenza por la que debería dar explicaciones» y entiende que se «deberán tomar medidas contra esta decisión». Unas medidas difíciles de concretar dada la posición de los sindicatos mayoritarios ante la Generalitat y el derecho a decidir.

UGT y CCOO no salen de su asombro. En la última huelga general de 2012, en los colegios se decretó la presencia de un profesor por cada seis aulas y un directivo. Ahora solamente se deberá personar un directivo por lo que en la práctica los colegios y los institutos estarán cerrados. Metro, autobuses y ferrocarriles de la Generalitat sólo funcionarán en «horas punta» de 6.30 a 9.30 y de 17 a 20, con sólo el 25% de sus efectivos. El resto del día no habrá transporte público. Cercanías de Renfe, Rodalies, tiene asignados unos servicios mínimos del 33% durante todo el día. En el resto de servicios como hospitales, telefonía, aguas, ambulancias, farmacias, o energía, los mínimos se asimilan a los de anteriores ocasiones. El transporte al aeropuerto de Barcelona se situará en el 50% y mercancías sólo son servicios mínimos el transporte perecedero y el material hospitalario. Y, por cierto, también habrá un servicio de grúas para retirar vehículos mal aparcados, aunque sólo actuarán con una tercera parte de sus efectivos.

La movilidad con estas previsiones será nula, o casi. Además, hay que tener en cuenta que en el metro barcelonés el sindicato mayoritario es la anarquista Confederación General del Trabajo, que podría tener el apoyo de dos sindicatos independientes, como mínimo. En Autobuses, la CGT y el sindicato próximo a la CUP, la Coordinadora Obrera y Sindical –COS– tienen sólo 6 de 29 delegados, aunque podrían recabar apoyos en otras tres organizaciones independientes.

La huelga general ha sido convocada entre el 2 y el 13 de octubre para dar cobertura a los independentistas tras el 1-O. Anna Gabriel, la dirigente de la CUP, marcó el día 3 como la fecha para la realización de la huelga, la víspera de la sesión plenaria del Parlament en la que los duros quieren proclamar la Declaración Unilateral de Independencia. La huelga general tomaría así el sentido político que reclaman los sindicatos convocantes, y tras la orden de la consellera, también la Generalitat.

Los sindicatos mayoritarios se sienten ninguneados, pero durante esta semana se han reunido con las patronales catalanas para que favorecieran la participación de los trabajadores en el referéndum ilegal. Los sindicatos reclamaron a los empresarios “flexibilidad” para aquellos trabajadores que expresaran su derecho a votar y expresaron su deseo que los empresarios no pusieran problemas. Hasta ahora tanto UGT y CCOO han sido compañeros de viaje del «procés» de la Generalitat. Cabe recordar que el día que la Guardia Civil actuó contra los promotores de la consulta ilegal, ambos sindicatos hicieron un llamamiento para salir a la calle en contra de las «medidas de represión».

Los sectores críticos en los sindicatos, tanto de UGT como de CCCOO, que promovieron un acto el pasado día 21 contra el referéndum, fueron ayer muy ácidos tras conocer la orden de Bassa «fueron a por lana y han salido trasquilados. UGT y CCOO no han estado a la altura y ahora la Generalitat se lo pasa por la cara. Se lo tienen merecido», afirmó un ex dirigente de UGT.