Empleo
Juan Rosell: «Si logramos un déficit del 7% será un cambio importante»
Considera que «lo más urgente que hay que hacer ahora es reformar la administración pública», porque a la economía «le sobra grasa»
–¿Qué balance hace de 2012?
–Un año duro, en el que hemos encarado las múltiples enfermedades que tenía la economía española y que se habían dejado de lado durante bastante tiempo. Por lo menos se han diagnosticado. Se ha empezado a poner solución a muchas de ellas. Pero la recuperación no es automática.
–¿Cuál es en su opinión el principal problema de la economía española?
–Cómo pudimos llegar a un nivel de déficit tan alarmante, que superó los dos dígitos, y en tan poco tiempo. Creo que podemos cerrar por debajo del 7% o estaremos muy cerca. Eso es un cambio de tendencia. Éste es el índice más positivo de la economía española. Desde el punto de vista empresarial hay cosas positivas y otras que nos han gustado menos. Hacer más cosas con menos dinero nos gusta. Entendemos que no se está haciendo la política económica de los empresarios; se está haciendo la política económica de un país.
–¿Qué otros aspectos destacaría de la labor del Gobierno?
–La reforma financiera. La empezamos tarde, pero la hemos consolidado en 2012. También la reforma laboral, pero no nos cansaremos de repetir que es la primera reforma. Después van a tener que venir otras más.
–¿Usted ha definido este primer año como un año de choque, al que tiene que seguir otro de medidas más concretas, más definidas...?
–Ahora hay que coger el bisturí. A la economía española le sobraba grasa y le sigue sobrando grasa por muchos lados. Por la Administración central, las autonómicas y las locales. Hay que evitar duplicidades. Somos un país hiperregulado y por eso los gastos generales son mayores que en otros países.
–¿Tantas leyes hay?
–Hay 100.000 leyes en vigor en España, de ellas 37.000 sólo en las autonomías.
–¿Se puede decir que concluimos el año algo mejor de como lo iniciamos?
–Yo creo que sí. Hemos parado el descenso y estamos a punto de estabilizarnos. Y si esto sigue así, empezaremos pronto a ver números positivos.
–¿Eso será en 2013?
–A finales. El sector privado ha hecho ya toda la reestructuración que tenía que hacer y hay sectores que están empezando a exportar de una manera continuada. La caída del empleo en el sector privado ya se ha detenido prácticamente. Ahora queda la reestructuración del sector público.
–¿Qué sectores están mostrando más dinamismo?
–El turismo va bien. Este año llegaremos a 58 millones de turistas. En exportación están tirando los sectores relacionados con el automóvil, bienes de equipo, alimentación, química. Hay muchos sectores, no sólo uno. No estamos perdiendo posiciones en el sector exterior a nivel internacional. Francia, Italia e incluso Alemania sí están perdiendo posiciones.
–¿No ve entonces a los ciudadanos españoles demasiado negativos?
–El malestar social es evidente. Y el mundo empresarial no es una excepción. El 60% de las empresas está en pérdidas. Lo que pasa es que los empresarios somos más reflexivos y no salimos a la calle. Pero somos nosotros mismos los que tenemos que hacer los máximos esfuerzos para cambiar la situación. No se puede decir siempre que los políticos tienen la culpa de todo y son los que tienen que arreglarlo.
–¿Qué hay que hacer en 2013 con carácter más urgente?
–Yo creo que reformar la Administración, hacer muchísimo más eficiente su gestión. Para eso hay que evaluarla, organismo por organismo. Nos tenemos que cansar de hacer presupuestos base cero.
–¿Qué se puede conseguir?
–Hay un informe europeo que dice que los gastos generales de un país pueden suponer hasta 3-4 puntos de PIB. Funcionar en Europa del norte es mucho más simple. Cambiar una ley 55 veces en un año me parece un despilfarro. Y se hace continuamente. Necesitamos muchísimas menos leyes y que duren muchísimo más en el tiempo.
–¿Qué otras reformas hay que emprender?
–La de la Justicia, la Educación, la Sanidad. Pero para eso hay que romper muchos statu quo. En las empresas, las reformas se hacen más rápidamente porque a final de mes no se cobra. Y a veces las hacemos tres y cuatro veces, porque a la primera no se acierta. En la administración nunca se hace ningún cambio.
–¿Espera algo del Gobierno para los empresarios, como una rebaja de las cotizaciones sociales?
–Nos lo prometieron, y sin embargo, hemos recibido a cambio la desaparición de buena parte de las bonificaciones. Pero el balance que hacemos del Gobierno es más que correcto. En la actual situación está haciendo lo que puede. Y ha hecho bastantes cosas.
–Decía usted hace unos días que no recuerda cosas a las que no se haya enfrentado.
–Se ha metido en todo los barrizales y eso es importante. Pero como hay tantos...
–¿Parece que hay más confianza en el futuro del país?
–Un poquito. El punto clave va a ser cómo cierre el déficit. Si conseguimos acabar el año alrededor del 7% será un cambio importante desde el punto de vista de la credibilidad del país. Y eso es lo que están intentando el Gobierno, las autonomías y los ayuntamientos.
–Rescate, ¿sí o no?
–Si eso trajese como consecuencia la rebaja inmediata de 200 puntos básicos en la prima de riesgo a lo mejor habría que pedir más de uno, pero no tenemos esa certeza. Es el Gobierno quien tiene toda la información para poder decidir.
–Pero eso traería como contrapartida unas condiciones leoninas.
–¿Qué nos pueden pedir más de lo que ya estamos haciendo? Muy poquitas cosas más, por no decir ninguna. Porque lo que aún no hemos empezado a hacer lo vamos a tener que hacer.
–¿Cómo ha salpicado el «caso Díaz Ferrán» a la CEOE?
–Nosotros no podemos decir que no ha sido presidente de la CEOE. Ha sido un empresario que ha tenido una serie de problemas en sus empresas, que han acabado en la vía judicial y hay que esperar a que se resuelva.
–¿Ha tomado alguna medida la CEOE para que no se repita?
–Desde el punto de vista institucional hemos previsto una serie de mecanismos para solucionar problemas de este tipo. Vamos a intentar evitarlos mediante mociones de censura muy rápidas, muy automáticas algunas y otras a propuesta de la junta directiva. Estamos profundizando mucho en el tema de la gobernanza. Tenemos que ir por delante de las empresas. Tenemos que marcar camino, no que nos lo marquen.
–¿Cosas así dañan mucho a la institución, al empresariado?
–Ésta no es la imagen del empresario español. Ha habido muchas empresas que han caído: desde la crisis 250.000 empresas afiliadas a la Seguridad Social han cerrado. Y detrás de eso hay mucho drama personal y pérdida de muchísimo dinero. Pero si hacemos un balance desde comienzos de este siglo, en España se han creado 50.000 empresas con trabajadores. Tenemos otras imágenes. Hay miles de empresarios a los que felicitar, muchas historias positivas que explicar. Otra cosa es que se expliquen. En cambio las negativas, aunque haya media docena, se explican siempre. Nos recreamos demasiado en lo negativo. Es nuestra manera de ser.
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