Laura L. Álvarez
La Ertzaintza envía a Biarritz dos tanquetas para protección del G-7
«Contracumbre» antisistema. La Policía autonómica desplegará dos de estos vehículos contra las barricadas tras 5 años inutilizados
«Contracumbre» antisistema. La Policía autonómica desplegará dos de estos vehículos contra las barricadas tras 5 años inutilizados.
Es, posiblemente, el mayor desafío en materia de seguridad al que se ha enfrentado el Gobierno vasco de los últimos años. La 45ª cumbre del G-7, que se celebrará en la localidad francesa de Biarritz del 24 al 26 de agosto, supone un reto en materia de seguridad para la ciudad que lo acoge porque ya es casi una tradición que grupos antisistema de todo el mundo traten de boicotear el acto. Pero no solo Biarritz está ya tomada por cientos de agentes policiales: se esperan altercados a ambos lados de la frontera y en Irún, a apenas 20 kilómetros del lugar, ya se ha convocado la «contracumbre». A pesar de que los responsables de ambos colectivos («G7 Ez» y «Alternatives G7») han garantizado el carácter «pacífico» de sus actividades y de la manifestación entre Hendaya (Francia) e Irún que constituirá su acto central, los encargados de diseñar los dispositivos policiales no han escatimado en efectivos. Además, la reunión de los más altos representantes de los siete países más industrializados del mundo (Estados Unidos, Alemania, Reino Unido, Francia, Japón, Italia y Canadá), coinciden con la operación retorno de vacaciones, lo que ha llevado a las autoridades vascas y a la Dirección General de Tráfico a colaborar en un plan de actuación conjunto.
Mientras el Gobierno francés cerrará el aeropuerto de Biarritz durante la cumbre y se realizarán controles de la frontera, además de limitar el tránsito de camiones, en España, las medidas tomadas por los responsables policiales, no están siendo menores. Al tratarse de un evento crítico en materia de Seguridad Ciudadana, corresponde a la Ertzaintza asumir la competencia del dispositivo. Así, destinará casi un millar de efectivos diarios al lugar (4.000 de viernes a lunes), además del otro millar de agentes de la Guardia Civil y la Policía Nacional, que estarán bajo el requerimiento de la Policía vasca (habrá dos centros de control) y que acudirán al tratarse de un tema fronterizo. Aunque se trata de un evento donde los agentes de Información juegan un gran papel, de la Ertzaintza acudirán unos 300 efectivos de la Brigada Móvil (antidisturbios) y de las localidades de alrededor (San Sebastián, Hernani, Rentería). Pero no solo en materia de orden público. También acudirán entre 150 y 180 agentes de la Unidad Territorial de Tráfico de Guipúzcoa y un centenar de agentes de Información.
Las algaradas callejeras que se esperan han empujado al Gobierno vasco a disponer la «artillería pesada» para estar prevenidos ante grandes disturbios. De hecho, ya han sacado para la ocasión dos de las seis tanquetas con las que cuentan. Se trata de vehículos blindados que llevan una especie de excavadora en la parte frontal y que se utilizan para cortar barricadas, vehículos y hasta obstáculos en llamas, según explican desde el sindicato de la policía autonómica Erne. Su portavoz, Roberto Seijo, lamentó que hay medios materiales, como las furgonetas, que están obsoletas porque no se han ido renovando desde 2012.
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