Lucha contra ETA
La etarra Idoia Martínez niega haber participado en el asesinato de un militar
La etarra Idoia Martínez García ha negado hoy en el juicio que participara en el atentado con bomba lapa, cometido el 23 de mayo de 1994 en Madrid, en el que murió el teniente del Ejército Miguel Peralta Utrera, por el que el fiscal pide para ella 55 años de prisión.
En la primera jornada de la vista ha negado su participación en esta acción y aunque ha reconocido que estuvo en Madrid en esa época ha explicado que “por motivos de seguridad no sabía lo que se iba a hacer ni quién lo hacía”.
La Audiencia Nacional juzga a Martínez por el asesinato de este militar al estallar el coche que conducía por la autovía de Extremadura (A-5).
En su escrito de calificación, el fiscal Vicente González Mota acusa a Idoia Martínez, miembro del comando Madrid detenida en Francia en 1997 y extraditada a España en 2003, de los delitos de asesinato terrorista, lesiones y uso ilegítimo de vehículo.
Según el fiscal, Martínez García formaba parte de ese comando junto a Miguel Azurmendi Peñagaricano (condenado a 36 años de cárcel por este atentado) y preparó con él un explosivo que luego ella colocó el 23 de mayo de 1994 a las ocho de la mañana en los bajos del coche de Peralta, justo debajo del asiento del conductor.
El teniente cogió ese día su vehículo para trasladarse desde su domicilio hasta el Cuartel de Ingenieros de Campamento, donde prestaba sus servicios.
En el camino, a las 08.40 horas, el explosivo estalló cuando el coche circulaba a la altura del kilómetro 6 de la autovía de Extremadura, lo que causó la muerte instantánea de este militar de 48 años, casado y con cuatro hijos, entonces en edad escolar.
La acusada solo ha contestado a su abogado y se ha negado a hacerlo al fiscal y a las acusaciones, una de ellas ejercida por la esposa y una hija del fallecido.
El abogado de la familia de la víctima ha hecho constar que una de las preguntas que iba a realizar a la acusada es si sabía que el fallecido llevaba todos los días a su hija al colegio.
Miguel Azurmendi ha declarado hoy como testigo que no sabe qué es lo que hizo Idoia Martínez en Madrid y que no recuerda bien por el tiempo transcurrido los detalles de este atentado.
Además ha asegurado que la implicó en sus declaraciones anteriores por las torturas que sufrió al ser detenido, aunque varios guardias civiles han asegurado que no recibió malos tratos.
También ha testificado Álvaro Juan Arri Pascual, absuelto por este atentado pero condenado por otras acciones de ETA, que ha asegurado que cuando ocurrió la acción objeto de este juicio no conocía a la acusada.
Varios policías nacionales han declarado que la bomba lapa causó una fuerte explosión que destrozó a la víctima y a su vehículo, provocando un cráter en la carretera y alcanzando piezas del coche una subestación eléctrica cerca de una gasolinera, y que llegaron incluso hasta unos cien metros.
Testigos del atentado cometido por el mismo comando el 1 de junio de 1994 en el que murió de varios disparos el general de Infantería Juan José Hernández Rovira han recordado que vieron a una mujer joven huir.
Martínez García está condenada en España a 32 años de cárcel por robar sus armas a dos policías municipales de Madrid en agosto de 1994 y por los delitos de depósito de armas y tenencia de explosivos.
La etarra fue arrestada el 6 de noviembre de 1997 en la localidad gala de La Rochelle y extraditada a España en noviembre de 2004.
El juicio seguirá el próximo día 19 en la sede de la Audiencia Nacional de San Fernando de Henares (Madrid).
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