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La exhumación de Franco dispara las visitas al Valle
En los seis primeros meses del año han crecido más de un 50 por ciento.
En los seis primeros meses del año han crecido más de un 50 por ciento.
Era quizás lo esperado al ser el primer fin de semana desde que el Tribunal Supremo avalara la exhumación del dictador. Ayer, aprovechando las buenas temperaturas en la capital, muchos curiosos y nostálgicos del general decidieron acercarse hasta el Valle de los Caídos para visitar la Basílica y la tumba de Franco. Conscientes de que en cualquier momento se ordenará su traslado al cementerio de Mingorrubio en El Pardo, son muchos los que quieren visitarlo antes de que se materialice. Es más, según ha podido saber LA RAZÓN la afluencia al acto religioso de ayer fue «mayor» en comparación con la del fin de semana anterior. Los atascos, las colas y un párking desbordado fue la constante durante toda la jornada del sábado
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De un tiempo a esta parte la exhumación de los restos del dictador y su traslado al cementerio familiar están en boca de todos. Ya sea simplemente por visitar el monumento o por dar «el último adiós» a su tumba, la realidad es que las visitas a este complejo funerario de Patrimonio Nacional se dispararon en los últimos meses. Según los datos de este organismo público, entre enero y junio de este año la basílica donde se encuentra enterrado el general recibió un total de 177.109 visitantes, 61.701 más que en los seis primeros meses de 2018, cuando se registraron 115.408 visitas. Es decir un 53% más que en el mismo periodo del año pasado. Este incremento es mayor que el que se produjo en todo 2018, cuando las visitas registradas fueron un 33,75% más que en 2017, al pasar de los 283.277 a los 378.875 visitantes.
El monumento funerario es uno de los más controvertidos de nuestro país. Erigido en piedra entre 1940 y 1958, en su interior se encuentran enterrados miles de combatientes de ambos bandos. En la actualidad, Patrimonio Nacional, como patrono, dedica 31 trabajadores y recursos económicos a su gestión, que suman un gasto valorado en el entorno de 1,8 millones de euros anuales.
Sin embargo, el monumento se autofinancia mediante los ingresos –fundamentalmente en concepto de venta de entradas– por un importe cercano a 1,5 millones de euros. Por su parte, la Abadía Benedictina, que es la beneficiaria de la Fundación, administra los ingresos y gastos de la propia Abadía y de la Hospedería y Escolanía, que gestionan con independencia. Tal y como informa Europa Press, Patrimonio Nacional mantiene congelada la subvención anual correspondiente a 2018, 340.000 euros, para la Abadía Benedictina del Valle de los Caídos, a la espera de la presentación de un presupuesto de ingresos y gastos «equilibrado y fundamentado que pueda ser analizado económica y contablemente», para poder facilitar estas ayudas. No en vano, el monumento también estuvo incluido en la «Lista de Roja de Patrimonio», aunque fue retirado hace menos de un año tras llevarse a cabo restauraciones del techo de escayola de la sacristía, de los azulejos del suelo, de la cúpula de mosaicos del altar, y garantizada la correcta restauración de la Piedad.
A tenor de las estadísticas, no hay duda de que la presencia mediática del Valle de los Caídos, tras su fijación en la agenda política está disparando el número de visitantes tanto a la Basílica y su entorno desde que Pedro Sánchez anunció en junio de 2018, poco después de su investidura tras la moción de censura contra Mariano Rajoy, la intención del Ejecutivo de exhumar los restos de Franco del Valle de los Caídos.
A la espera de que se conozca definitivamente la fecha de la exhumación, todo apunta a que en los próximos días –especialmente durante el fin de semana– se multiplicarán las procesiones de curiosos que atasquen la carretera principal de entrada al complejo y hagan cola para ser testigos de uno de los episodios de la Historia de España.
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