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La penúltima guerra entre Iglesias y Errejón

El número dos teme que Podemos sea emboscado por el resto de partidos por su apoyo a la «contrainvestidura» de la izquierda radical.

La Razón
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El número dos teme que Podemos sea emboscado por el resto de partidos por su apoyo a la «contrainvestidura» de la izquierda radical.

El difícil equilibrio que Podemos se ve obligado a realizar para reconciliar eso que Pablo Iglesias llama «las dos almas» del partido ha provocado otro episodio de disensión interna a cuenta del posicionamiento respecto a la «contrainvestidura» organizada por el entramado de asociaciones de extrema izquierda afín a Podemos. Y una vez más ha sido el líder de esa «otra alma» de Podemos, Íñigo Errejón, quien ha llamado la atención sobre el riesgo de que el partido pueda ser emboscado políticamente por el resto de fuerzas en un debate sobre manifestaciones y violencia callejera que aleje el foco mediático del «abstencionazo» del PSOE que propiciará, a partir de hoy mismo, un segundo mandato a Mariano Rajoy. Errejón quisó desmarcarse de lo que considera una «maniobra de distracción» con la que «algunos» pretenden minimizar las consecuencias políticas de lo que ocurrirá dentro del Congreso.

Sin embargo, los esfuerzos del secretario de Política de Podemos por distanciarse de la «contrainvestidura» quedan en el aire al contemplar cómo activos miembros de su partido hicieron un explícito llamamiento a llenar las calles a través de un vídeo publicado por Anticapitalistas –una de las corrientes internas más radicales del partido. Lorena Cabrerizo, que es miembro junto al «pablista» Ramón Espinar de la candidatura Podemos Escucha en Madrid, y Pablo Gómez Perpinya, portavoz de Podemos en Pozuelo de Alarcón (Madrid) aparecen junto a Yeray Arencibia en este vídeo. ««Por eso desde muchos colectivos sociales y personas que participamos en Podemos llamamos a la movilización para seguir gritando alto y claro que este Gobierno no nos representa», dice Cabrerizo.

Por su parte, la delegada del Gobierno en Madrid, Concepción Dancausa, dijo que los convocantes de la manifestación –Elena Martínez (Izquierda Castellana) y Alberto Albino (Amaiur)– «trabajan para Podemos». Dancausa aseguró que la vinculación entre los firmantes del escrito para celebrar la convocatoria «es evidente» y recordó que nadie ha negado la conexión. Elena Martínez es dirigente de Izquierda Castellana, una de las formaciones que se presentó con Unidos Podemos en las últimas elecciones generales. Por otra parte, Alberto Albino se convirtió en 2012 en asistente de Amaiur y es integrante del Círculo Unidad Popular, una de las agrupaciones de la formación morada. La delegada del Gobierno dijo que espera que la manifestación Rodea el Congreso se desarrolle «sin alterar el orden público».

De producirse algún episodio de violencia durante la «contrainvestidura», aunque fuera anecdótico en una concentración por lo demás pacífica, se sentaría un precedente que establecería las bases para la percepción pública del tipo de oposición que Podemos pretende llevar a cabo durante la Legislatura; un precedente que haría imposibles los esfuerzos de Errejón por articular un Podemos atractivo para el votante moderado y que consagraría la adopción interna de los planteamientos rupturistas por los que Iglesias apostó tras el jarro de agua fría que supusieron los resultados electorales de las generales de junio.

No sólo se trata de gestos y de una manera nueva de hacer política en el Congreso propia de una nueva generación de dirigentes políticos. Como ya ha sido notado por diversos analistas, Iglesias se alineó sin titubear con las tesis del socialismo bolivariano al establecer una una contradicción entre el «honor de mi patria y el de la gente de mi país» y el honorabilidad que merece el Congreso como sede de la soberanía nacional que le recordó Pastor tras su desafortunadísima alusión a los delincuentes potenciales que poblaban la Cámara Baja.