La imputación de la Infanta

La Policía y el juez decano abordan esta semana si la Infanta hace el «paseíllo»

Se reunirán con miembros de Zarzuela para decidir las medidas de seguridad

La Razón
La RazónLa Razón

Cuando aún quedan 18 días para que la Infanta Cristina declare como imputada en los Juzgados de Palma de Mallorca por el «caso Nóos» el próximo 8 de febrero, el juez decano, Francisco Martínez Espinosa, y la Policía mantuvieron ayer un primer contacto telefónico con vistas a la reunión en la que se decidirá si Doña Cristina debe bajar a pie o en coche los 40 metros de rampa por los que se accede al edificio los fines de semana. Esa reunión se celebrará, previsiblemente, esta misma semana y en la misma el juez decano de Palma escuchará los argumentos del comisario jefe de la Brigada de la Policía Judicial de Baleares para organizar el dispositivo.

Aunque no hay nada decidido, el precedente de la primera comparecencia de Iñaki Urdangarín ante el juez José Castro, en febrero de 2012, será sin duda tenido en cuenta. En esa ocasión, Martínez Espinosa autorizó a instancias de la Policía, horas antes de la cita con el juez del duque de Palma, que Urdangarín pudiese bajar en coche la rampa «con carácter excepcional y por estrictas razones de seguridad». Finalmente, sin embargo, el marido de la Infanta optó por bajar la cuesta a pie.

Perímetro de seguridad

No parece que esta vez la cuestión se dirima, como ocurrió entonces, en el descuento y según las fuentes consultadas el dispositivo de seguridad, con «paseíllo» o sin él, podría darse a conocer en los próximos días. El juez decano de Palma, quien ayer se incorporó a su puesto tras unos días de vacaciones, escuchará cuanto antes los argumentos de la Policía para garantizar la seguridad de la Infanta (que en todo caso pasarán por cerrar al público, como ocurrió con Urdangarín, un perímetro alrededor de los juzgados).

Cuando se abordó este mismo asunto a cuenta de la primera comparecencia del duque de Palma (en la que estaban acreditados más de un centenar de periodistas de 60 medios de comunicación), recuerdan las fuentes consultadas, en las reuniones también estuvo presente un representante de Seguridad de la Casa Real, lo que sucederá también en esta ocasión.

Lo que sí es seguro es que la declaración de la Infanta Cristina se grabará en vídeo, como sucedió con la segunda comparecencia de Urdangarín en febrero del pasado año. No así en la primera, cuando no se grabó para evitar una posible difusión de las imágenes. Pero la transcripción de las declaraciones y la posterior revisión por parte de la defensa del duque de Palma retrasó considerablemente la citación, que se prolongó todo el fin de semana, obligando la madrugada del sábado a interrumpirla hasta el día siguiente.

De ahí que el juez Castro decidiera no hacer excepciones y, para evitar filtraciones de las imágenes, no dar traslado de las mismas a las partes personadas en el procedimiento, sino únicamente de la transcripción de la declaración. Consiguió el objetivo, porque las imágenes de Urdangarín declarando no se difundieron.

En este caso, la grabación de la declaración de la Infanta permitirá agilizar su comparecencia en los juzgados, evitando una maratoniana jornada como la que vivió su marido.