Bruselas

La UE avala el uso de concertinas en la frontera de Melilla

La Razón
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La comisaria europea de Interior, Cecilia Malmstrm, reconoció ayer que las concertinas instaladas en la valla de Melilla no «son contrarias a ninguna ley europea». En una entrevista en la cadena SER, insistió en «sus dudas de que sean eficaces» como medida de disuasión para los inmigrantes, pero reconoció que no vulneran la legislación de la Unión Europea.

Malmström aludió a la reunión que mantuvo hace unos días con el Ministro del Interior, Jorge Fernández Díaz, en la que tuvieron una «conversación muy franca» en la que el ministro le explicó «cómo funcionan las concertinas».

En opinión de la comisaria, la utilización de las concertinas es «responsabilidad de los estados miembros». Así, al ser preguntada por las críticas de organizaciones contra el uso de estos alambres en Melilla, aseguró que «los estados miembros tienen derecho a proteger sus fronteras» y aunque «hay algunas leyes europeas, la mayoría son nacionales».

El ministro del Interior, Jorge Fernández Díaz, mantuvo sobre este asunto una conversación a primeros de mes «larga y cordial» con la comisaria Malmstrm, que había expresado sus dudas sobre las cuchillas, para informarle sobre la situación de Melilla y de Ceuta. Malmstrm no le dijo ya entonces que esta medida vulnerara la legislación de la UE ni le propuso alternativas. «Ella estaba en la idea, y me lo trasladó así, de que las concertinas eran un elemento que no era disuasorio y que causaba lesiones graves», admitió el ministro. Su respuesta fue que el Gobierno español considera que se trata de «un método pasivo, no agresivo y disuasorio» para frenar avalanchas de inmigrantes. «Nosotros no conocemos que haya ninguna legislación comunitaria que lo impida. Aquí mismo, en Bruselas, la Policía belga en algunas ocasiones lo utiliza y en otros países europeos también. Nos consta que hay fronteras también de Estados de la UE que las tienen instaladas. Pero estamos dispuestos, como no puede ser de otra manera, si se nos acredita que fuera así, a reconsiderarlo», dijo Fernández Díaz.

Esta postura fue adelantada por la vicepresidenta, Soraya Sáenz de Santamaría, quien se refirió a esas alambradas como un «elemento disuasorio» y recordó que se utilizan sistemas parecidos en prisiones o centrales nucleares.

Sáenz de Santamaría explicó que la política de inmigración debe estar fundamentada en el fortalecimiento de los cauces de la inmigración ilegal, para lo que se están haciendo esfuerzos importantes a nivel europeo; la lucha contra las mafias; la integración social y la suscripción de convenios con los países de los que proceden los inmigrantes para controlar el flujo de inmigración. Es decir, el Gobierno apela al principio de la que inmigración tiene que estar fundamentada en una estrategia ordenada.

Según el informe que encargó el Ejecutivo, en la doctrina penalista a las concertinas u otros mecanismos de defensa en inmuebles se los conoce con el término latino «offendicula» o «defensas predispuestas». Su finalidad evidente es evitar la intrusión no autorizada. Y se consideran un mecanismo legítimo de defensa. Debe quedar acreditada que su finalidad es evitar una agresión o intrusión no autorizada; deben ofrecer una respuesta proporcionada y deben tener notoriedad para que no puedan dañar más que a las personas que pretendan entrar en el recinto acotado.