Podemos
Las bases piden que se vote si se pacta con los socialistas
Acusan al líder de Podemos de «caudillismo» porque «una vez más no ha consultado con los círculos».
La actitud favorable de Pablo Iglesias a pactar con el PSOE hecha pública esta semana se suma al catálogo de puntos conflictivos entre los sectores más críticos de las bases de Podemos y la cúpila del partido. «Una vez más ha decidido actuar sin contar con las bases. Es una nueva muestra de su caudillismo», afirma un miembro del equipo coordinador de candidaturas de unidad ciudadana que confluyó a las municipales del 24-M bajo la marca Ganemos. «Es una más en la línea de Pablo: no está acostumbrado a los sistemas asamblearios. Su manera de dirigir internamente el partido es análoga a la de los partidos tradicionales de la casta», asegura un inscrito de Podemos que participa en uno de los círculos sectoriales más activos de la formación. En el sector crítico de Podemos se afirma asimismo y sin tapujos que la decisión de pactar con el PSOE -y también la de no entrar a formar parte de los gobiernos autonómicos del PSOE- no puede tomarse sin consultar a las bases del partido a través de algunos de los sistemas con los que Podemos cuenta a través de internet. Según estos inscritos, algunos de los cuales lograron sentarse en consejos ciudadanos autonómicos mediante candidaturas críticas en las primarias, se vulnera de esta manera un principio básico del partido aprobado en la asamblea de Vistalegre.
Es ciertamente un hecho que, sin que haya mediado consulta alguna con los círculos o los inscritos del partido, Pablo Iglesias y el resto del Consejo Ciudadano Estatal de Podemos se reunieron ayer en Madrid para analizar los resultados del 24-M y diseñar la estrategia del partido para la negociación de pactos postelectorales con el PSOE y otras formaciones políticas. Mediante estas puntuales alianzas, Podemos pretende utilizar al PSOE como caballo de Troya y materializar de esta manera muchas de sus propuestas. Es el fruto de una táctica puesta en marcha hace meses, cuando Iglesias y Errejón enfilaron la proa de Podemos hacia posturas más moderadas, de corte socialdemócrata clasico, que facilitan precisamente ahora los puntos de encuentro con el PSOE. Los resultados de las autonómicas han mostrado muy convenientes para desplegar una estrategia que permita a Podemos no contaminarse entrando a formar parte de gobiernos y, al mismo tiempo, permitir que sus propuestas de rescate ciudadano sean aumidas por el PSOE. De esta manera, el partido aspira a mandar un mensaje claro a la ciudadanía de cara a las generales: votar a Iglesias es «voto útil» para echar al PP del poder y, a la larga, es el verdadero «motor del cambio», por utilizar la retórica de Podemos. La cúpula del partido, ya sin Monedero llevando la contraria, piensa unánimemente que en esta estrategia todo son ventajas: el desgaste para el partido será mínimo cuando logre que el Partido Socialista gobierne con su programa o, al menos, con las líneas rojas que Pablo Iglesias le marque bajo amenaza de retirarle su apoyo.
En un PSOE con hambre de volver al poder autonómico no parece haber mucha preocupación a priori por el más que previsible chantaje que supondrá el lábil apoyo de la formación que dirige Pablo Iglesias. A las declaraciones de Pedro Sánchez en este sentido se sumaron ayer las del ex presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, que, al igual que el secretario general, se mostraba partidario de los pactos. «Mi impresión es que puede ir bien el diálogo entre PSOE y Podemos, pero hay que tener paciencia», afirmaba cautamente.
La de ayer fue la primera reunión del Consejo Ciudadano Estatal de Podemos en la que no participó Juan Carlos Monedero después de que dimitiera de todos sus cargos en el partido el pasado 30 de abril. Ello no ha sido óbice para que el fundador del partido haya concedido entrevistas y realizado apariciones en diversos medios de comunicación en los que ha expresado, manteniendo en todo momento la sintonía con Pablo Iglesias, su opinión sobre los posibles pactos con el PSOE. Se trata de la primera vez en la que Monedero rompe el perfil bajo mantenido durante toda la campaña electoral, y asume su nuevo rol mediático de portavoz no oficial de Podemos. «No parece que haya mucha más escapatoria», dijo el fundador del partido en una entrevista concedida a «Vanitatis». «Nadie entendería que no se hiciera todo lo posible para que el Partido Popular saliera de los gobiernos. Pero en ningún modo se puede entregar un cheque en blanco al PSOE», afirmó ayer mismo a «Cuatro». Como se puede comprobar, las opiniones de Monedero se alinearon perfectamente con la opinión ya esbozada por Pablo Iglesias a lo largo de la semana. Cabe preguntarse cómo afectará a la comunicación del partido cuando las opiniones de Iglesias y Monedero no confluyan algo que, dada la fuerte personalidad de ambos, sin duda acabará por suceder.
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