Política

Elecciones

Las generales fagocitarían al resto de elecciones

El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, se reunió con el primer ministro marroquí, Saadeddine Othmani, durante su viaje oficial ayer a Rabat (Marruecos)
El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, se reunió con el primer ministro marroquí, Saadeddine Othmani, durante su viaje oficial ayer a Rabat (Marruecos)larazon

Nunca en la historia de nuestra democracia se han simultaneado elecciones generales con europeas, autonómicas y locales. Sin embargo las autonómicas en 13 de las 17 comunidades se celebran cada cuatro años coincidiendo con el último domingo del mes de mayo y junto a los comicios locales en toda España. Ya será una dificultad añadida que los electores se encuentren con tres en lugar de con dos urnas.

Pero celebrar también las generales el 26 de mayo junto con europeas, autonómicas y locales sería un reto logístico, por una parte, y de confusión para buena parte del electorado, ya que en la mayoría de comunidades habría, además de las urnas para la elección de alcaldes, otra para la elección del Parlamento regional y otra para el Parlamento Europeo. Y se les sumarían las del Congreso de los Diputados y la del Senado, por lo que habría cinco urnas. Cuyo número crecería a seis en Canarias y Baleares por tener que elegir Cabildos y Consejos Insulares, respectivamente.

Todas esta elecciones tienen comportamientos propios y diferenciados, como se ha demostrado convocatoria tras convocatoria. Por ejemplo, las elecciones europeas tienen una participación media del 44,6% en sus tres últimas celebraciones: 45,1% en 2004; 44,9% en 2009 y 43,8% en 2014. Son las que menos interés suscitan. Mientras que locales y autonómicas han registrado, en las tres últimas citas, una media de participación del 65%: 64% en 2007; 66,2% en 2011 y 64,9% en 2015.

Son las generales las que mayor movilización del electorado generan: una media del 68,4% en las tres últimas convocatorias: 68,9% en 2011; 66,2% en 2015 y 64,9% en 2016.

Teóricamente, hacer coincidir las cuatro elecciones en una misma jornada debería tener un efecto arrastre que hiciera primar el voto a las elecciones gcienerales, contaminando el local, autonómico y europeo, que se vería supeditado por el voto para el Congreso y Senado, dando ventaja a los dos grandes partidos nacionales, que además de tener implantación en todo el territorio nacional y hasta el último municipio, podrían mejorar sus resultados locales y autonómicos, pues en éstos dos ámbitos PP y PSOE deben competir con partidos independientes, localistas, regionalistas y nacionalistas.

En las últimas municipales, PP y PSOE lograron el 52,1% del voto, y en las anteriores europeas, el 49,1%. En las generales, el 55,6%.

Los únicos partidos que mejorarían su resultado con respecto a las elecciones generales de 2016 serían, según la encuesta de noviembre de NC Report para LA RAZÓN, Cs (6,8 puntos), PSOE (3,9 puntos), Vox (1,9) y ERC (0,4). Estos cuatro partidos estarían en mejores condiciones de afrontar un anticipo electoral, aunque hay que matizar que el PSOE lleva meses descendiendo y los otros tres, subiendo. Por lo que si se demora la disolución de las Cortes sería el PSOE el perjudicado.

Mientras que los que empeoran a fecha de hoy sus resultados de 2016 son el PP (-6,7 puntos), Podemos (-4,2 puntos), PDeCat (-0,6 puntos) y PNV (-0,3 puntos). Se da la circunstancia de que el PP lleva tan solo cuatro meses con su nuevo presidente y está en pleno proceso de renovación interna, por lo que unas elecciones anticipadas no las podría afrontar con las debida fortaleza, ya que su líder debe aún consolidarse e incrementar su notoriedad entre la sociedad española, que en el último CIS la situaba en el 89,8%, 5.3 puntos por detrás de Albert Rivera y 7,7 puntos inferior a la de Pablo Iglesias.