Los primeros en proteger el repliegue

Son los encargados de proteger a los convoyes de repliegue que cubren la ruta Qala i Naw-Herat. Antes incluso de que salgan. Inspeccionan el terreno, toman posiciones estratégicas y durante el tránsito vigilan también para que no se produzca ninguna amenaza. Se trata de la "Task Force 33", la fuerza operativa procedente del Regimiento de Infantería Canarias 50. Sus 112 efectivos tienen como principal misión la protección del citado repliegue, pero también de los convoyes que salen de la base española para cualquier tarea, ya sea de apoyo a la población local o de mentorización de las Fuerzas de Seguridad agfanas. Son tres secciones de fusiles, un pelotón de morteros, un equipo de aviones no tripulados y otro de tiradores de precisión. Dan seguridad prácticamente sin ser vistos. Al mando está el capitán Román, quien explica que, cuando no están fuera de la base de Qala i Naw protegiendo a los militares españoles se dedicán a tareas de seguridad dentro de la misma.

Cada uno de los equipos tiene unos objetivos bien marcados y unas modernas herramientas que facilitan su labor. Así, la unidad de tiradores de precisión cuenta con grupos de observadores y tiradores, fusiles "Barret"y "Accuracy", cámaras térmicas y los clásicos trajes de camuflaje que impiden que sean vistos.

Mientras, el equipo de aviones no tripulados, dirigido por el cabo primero Jaso, dispone de tres aparatos "Raven"capaces de volar hasta 8 horas seguidas y siendo casi indetectables. Una de las herramientas más importantes para observar desde el aire cualquier movimiento.

El sargento primero Esteban es el jefe del pelotón de morteros embarcados, una de las últimas armas de seguridad que llegaron a Afganistán y que han dado muy buenos resultados gracias a su versatilidad y eficacia. Se tarda cerca de un minuto en cargar y volver a disparar. Están instalados en blindados "Lince"y, como asegura su responsable "son un elemento de apoyo de fuego rápido y eficaz".

También son indispensables los vehículos "RG-31", "un blindado concebido para pisar minas", afirma el sargento Ceballos, jefe de pelotón. "Tras dos meses con ellos no los cambio por ninguno otro", recalca. Y es que, son uno de los elementos más seguros contra los artefactos explosivos improvisados (IED, por sus siglas en inglés) gracias a su blindaje y sus inhibidores, que impiden que estos sean accionados a distancia. Gracias a ellos, confirma, "hemos salido ilesos de varios incidentes".

Por último, el teniente del Águila es el encargado de mandar los pelotones de fusiles. Son tres y viajan en vehículos "Lince"adaptados para albergar un sinfín de instrumentos de transmisiones, algo de extrema utilidad en una misión tan delicada como el repliegue, en el que todos los actores tienen que estar perfectamente comunicados y coordinados.