Los sindicatos increpan a Alaya al grito de «qué fea» y «hortera» en un «escrache» sindical

La instructora de la causa, entre otras, de los expedientes de regulación de empleo (ERE) irregulares, Mercedes Alaya, tuvo que acceder ayer por la tarde al edificio de los juzgados de Sevilla por una puerta distinta a la habitual. ¿El motivo? Un cuasi «escrache» sindical, no frente a su domicilio pero sí en el lugar de trabajo.

Al salir a la hora de la comida, la magistrada se topó con un grupo de sindicalistas, de CC OO y de UGT, que la increpó con insultos como «qué fea» u «hortera». Palabras que no parecieron alterar a la instructora, quien continuó su camino.

La concentración sindical arrancó a primera hora de la mañana, alrededor de las 10:00 horas, y se mantuvo durante todo el día. En ella participaron no sólo militantes de base, sino también dirigentes de ambos sindicatos como el ex secretario general de CC OO-A, Julio Ruiz, o el ex secretario de Acción Sindical de la organización ya imputado en la causa, Enrique Manuel Jiménez.

En varios momentos de la protesta se corearon consignas como «Alaya, pepera, métete en la lechera» y se llegó a cuestionar incluso la honestidad de los últimos arrestos y a vincular la «indignación ciudadana» con la Justicia «que no está aquí», según vociferó uno de los sindicalistas ante la fachada del tribunal, megáfono en mano.

El detonante fue la segunda fase de la denominada «operación Heracles» que ha vuelto a poner en el punto de mira a estas organizaciones de trabajadores. De hecho, el primero de los siete detenidos en pasar a disposición judicial por dicha causa, el secretario de UGT en Cádiz, Salvador Mera, quien entró esposado y custodiado por agentes de la Guardia Civil en los juzgados al filo de las 18:20 horas, fue recibido al grito de «libertad, libertad, libertad». Recorrió el pasillo de acceso a las instalaciones judiciales arropado por aplausos, que agradeció con gestos. Vítores de ánimo que escuchó también algo más de una hora después, el ex miembro de la dirección andaluza de CC OO, Manuel Roberto Carmona Soto, citado también por la instructora.

Cabe recordar que los investigadores de la Unidad Central Operativa (UCO) de la Guardia Civil consideran que ha «quedado acreditado» que desde la aseguradora Vitalia se hizo llegar a ambas centrales sindicales 4.291.384,10 euros, a los que habría que sumar los 3.253.031,61 que habrían recibido de otra de las mediadoras implicadas en el caso: Uniter.

Si bien, la versión de quienes no dudaron en insultar a la jueza es que las comisiones cobradas que investiga ésta tenían como destino el pago de los gastos sindicales, y no el enriquecimiento personal de acusados como los que ayer desfilaron por los juzgados.