Mercé Gironés no se sale del guión y sigue fiel a su ex marido

Idéntica estrategia la mantenida por Mercé Gironés respecto a las actividades de las empresas que compartía con su ex marido, Jordi Pujol Ferrusola. Y también el mismo silencio ante las preguntas relativas al dinero que ha mantenido oculto su ex suegro en la Banca Andorrana. Lo mismo pero en dos horas menos. Una estrategia lógica si se considera que a ambos le defiende el mismo equipo jurídico y el juez les imputa los mismos delitos, al considerar que, en el fondo, realizaban una actividad común. De su presunta participación en actividades «sospechosas», el informe de la UDEF les señala específicamente en la una operación inmobiliaria, «del todo inusual en su historial mercantil personal» y que parecía «haber sido diseñada ad hoc». En concreto, Mercé Gironés adquirió dos fincas en Palamòs, en diciembre de 2002 por 217.000 euros, vendiéndolas en menos de tres años por 4,8 millones, «sin que, por supuesto, hubiera ocurrido algo que añadiera valor real a las mismas, más que el inicio de un procedimiento de recalificación». También aparece su firma en las facturas relacionadas con un supuesto trabajo de consultoría, realizado por otra de las empresas que mantenía el matrimonio, para la instalación por parte de una empresa española de una línea de distribución eléctrica en Gabón, aunque la UDEF tiene «claro» que quien realmente estaba detrás del «diseño operativo» era Jordi Pujol, «no habiendo ningún declarante que mencionara actividad alguna ejercida, real o simulada, por su parte.

Dos rápidos paseíllos sin hacer ninguna declaración

Llegó tranquilo, sereno y con media hora de antelación a su cita con el juez. A las 9:30 horas se bajó de un taxi junto a su abogado, Cristóbal Martell. Con gafas de sol y sin casi mirar a los periodistas, entró a la carrera en el edificio de la Audiencia Nacional. Su ex esposa, mientras, llegó al número 12 de la madrileña calle Prim a las 15:30 horas, cuando Pujol Jr. continuaba declarando. Mercé Gironés llegó andando, también ocultando su rostro con unas grandes gafas de sol y un bolso que fue la comidilla de algunos periodistas por su elevado precio. Poco antes de las 16:00 horas, Pujol abandonaba la Audiencia en taxi, mientras que su ex pareja lo hizo a las 19:30.