Pamies pide a la Audiencia que su condena quede en suspenso

Enrique Pamies, ex jefe superior de Policía del País Vasco y condenado a un año y medio de cárcel y a cuatro de inhabilitación por un delito de revelación de secretos, por el «caso Faisán», no va a solicitar a la Dirección General de Policía la jubilación, como sí hizo el inspector José Antonio Ballesteros y a quien el Ministerio del Interior, tras el dictamen emitido por un tribunal médico, le ha concedido el pase a esa situación laboral.

Pero, además, ha dirigido un escrito a la Audiencia Nacional –tribunal que le condenó en primera instancia, en una sentencia que confirmó el Tribunal Supremo– en el que le insta que suspenda la ejecución de la pena impuesta hasta que el Ministerio de Justicia decida si le concede el indulto solicitado, según confirmaron a LA RAZÓN fuentes conocedoras del asunto.

Esa resolución llevará todavía unos meses, ya que, en primer lugar, debe informar la Fiscalía sobre si apoya o no tal solicitud, para, a continuación, la Sala que le condenó emitir su dictamen. Esos informes se remitirán al Ministerio de Justicia, quien propondrá al Consejo de Ministros la resolución que estime pertinente.

En el escrito dirigido al Departamento del que es titular el ministro Ruiz-Gallardón, Pamies esgrime que ha «consagrado» toda su vida a «erradicar» el terrorismo, habiendo participado en la desarticulación de más de medio centenar de comandos etarras, grupos de «kale borroka» y marcas sucesoras de Batasuna.

«He destinado toda mi vida a la lucha antiterrorista, sacrificando mi vida familiar y personal al bien común y a la erradicación del terrorismo en nuestro territorio», señala al respecto.

Junto a ello, el ex jefe superior de Policía del País Vasco recuerda en este sentido que, desde su ingreso en el Cuerpo Superior de Policía, en 1980, ha participado en la desarticulación de más de 24 comandos de ETA y más de una treintena de operaciones contra taldes, «kale borroka» y grupos del entramado de ETA, como Segi, Haika, Gestoras o Ekin.

Méritos

Ello le ha valido, señala, siete felicitaciones y condecoraciones del Cuerpo Nacional de Policía y otras instituciones a lo largo de su carrera. Entre ellas, varias Cruces al Mérito Policial con distintivo rojo o blanco o de la Orden de San Raimundo de Peñafort del Ministerio de Justicia.

Finalmente, recuerda en su escrito dirigido al Ministerio de Justicia que la sentencia no considera que haya cometido el delito por «razones personales, espurias o de lucro personal o profesional o con abuso de funciones ni con daño a la población» y concluye que la «alarma social que podría haberse creado con los hechos investigados» queda muy diluida en el tiempo, al haber transcurrido ocho años desde que ocurrieron.