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El juez libera a los dos detenidos por «yihadismo» en Navidades en Madrid

El magistrado les había enviado a prisión provisional por enaltecimiento del terrorismo y depósito de armas de guerra y munición

El magistrado Santiago Pedraz, decano de la Audiencia Nacional
El magistrado Santiago Pedraz, decano de la Audiencia Nacionallarazon

El juez de la Audiencia Nacional Santiago Pedraz ha dejado en libertad a los dos hombres detenidos el pasado 28 de diciembre en Madrid por su presunta relación con el terrorismo yihadista.

Los dos supuestos yihadistas detenidos el pasado 29 de diciembre en Madrid quedaron ayer en libertad por orden del juez de la Audiencia Nacional Santiago Pedraz porque los indicios contra ellos «se han desvanecido». Una decisión que, según las fuentes consultadas, la Fiscalía no piensa recurrir. En la resolución en la que acuerda su salida de prisión, el magistrado sostiene que «no hay dato alguno» de que Edrissa Ceesay y Samir Sennouni, de nacionalidad española pero de origen marroquí y gambiano, respectivamente, profesen la ideología yihadista. Pedraz está a la espera de varios informes periciales para decidir si archiva la causa (si se confirma la ausencia de indicios terroristas) o se inhibe del procedimiento en favor de los juzgados ordinarios (por tenencia ilícita de armas).

Al no existir «motivos bastantes» para considerarles responsables de los delitos que se les imputan, dice el juez, procede acordar su libertad a la espera de esos análisis pendientes.

Pedraz asegura que, pese a la amplia investigación llevada a cabo por la Brigada Provincial de Información de Madrid sobre la supuesta venta de armas a un grupo yihadista (entre ellas al menos un fusil de asalto AK-47) por parte de una organización que las adquiría en Portugal, la instrucción «no ha fructificado».

En la investigación fue determinante la información facilitada por un supuesto colaborador policial Manuel Mohamed Rodríguez, «Lolo», quien denunció a la Guardia Civil el pasado 30 de diciembre que los investigados se habían radicalizado en una escuela coránica de Valdebernardo (Madrid) «bajo la supervisión» de un carnicero identificado como «Abdul». Además, alertó a los agentes de que habían grabado cinco vídeos «con amenazas a España con un “ataque en Sol”». Un día antes, la Policía había solicitado la entrada en registro en su vivienda después de que tres de los investigados le señalaran como «el artífice e inductor» de la grabación de los vídeos y de la adquisición de las armas.

La Guardia Civil se refiere en un informe a la personalidad de este colaborador policial como «perturbadora» y lo define como «inteligente y manipulador. «Lolo» llegó a advertir de la existencia de unos zulos, en los que se encontraron elementos de un arma automática, aunque según la Guardia Civil «podrían haber sido colocados por el propio Lolo», que habría aportado los elementos incriminatorios «malintencionadamente para incriminar a terceras personas». Unos indicios que, según el Instituto Armado, «en todo caso son carentes de verosimilitud de amenaza terrorista».

Los vídeos (en los que Edrissa y Samir profieren frases como «vais a morir todos» y «por la gloria de Allah», según declararon inducidos por «Lolo») no responden, según Pedraz, «a la tipología yihadista». Y en relación con las armas que habrían adquirido a un agente encubierto, el juez dice que no consta quién adquirió y escondió los cargadores y municiones intervenidos, «sin que se haya podido determinar que el AK-47 utilizado en los vídeos sea real».