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Picardo avisa a la Guardia Civil: «Podrían llegar a producirse disparos»
El ministro principal de Gibraltar, Fabian Picardo, no contribuyó a rebajar la tensión diplomática existente entre Madrid y Londres al afirmar ayer en la BBC que «podrían llegar a producirse disparos» contra las patrulleras de la Guardia Civil «si no son reconocidas como embarcaciones de una nación amiga» y, también, que «podrían ser confundidos con terroristas». Aunque dejó claro que espera que «en absoluto» se llegue a una situación así, el líder socialista afirmó que «es un problema de seguridad que necesitan tener en cuenta». Picardo, durante el programa «Today» de la BBC, describió los trabajos del buque de investigación «Ramón Margalef» realizados en aguas del Peñón como una «incursión provocadora» y dijo además que se trata de «un asunto de soberanía en un área donde la soberanía importa». El «Ramón Margalef», a instancias de la Fiscalía de Medio Ambiente, evaluó durante más de 20 horas los daños medioambientales ocasionados por el vertido, realizado el pasado mes de julio, de bloques de hormigón por parte de las autoridades gibraltareñas. Estos trabajos de investigación tuvieron lugar en aguas que España reconoce como propias al no haber sido cedidas en el Tratado de Utrech, donde sólo se especificaron las aguas interiores del puerto de Gibraltar. Tras entorpecer las labores del «Magalef» con hasta siete embarcaciones durante la mañana del martes, el departamento de Exteriores del Gobierno británico convocó al embajador español, Federico Trillo, algo que ya ha sucedido en otras tres ocasiones desde que Mariano Rajoy formó Gobierno hace ahora dos años. El ministro principal de Gibraltar también se mostró partidario de que Reino Unido utilice «cualquier cosa que tenga un inequívoco efecto disuasorio» y no descartó «la posibilidad de que más barcos de la Royal Navy estén a disposición de las Fuerzas Británicas en Gibraltar».
Las encendidas declaraciones de Picardo en la BBC no desentonaron con el tono del debate sobre este asunto en la Cámara de los Comunes donde, durante más de treinta minutos, parlamentarios de todos los partidos se quitaron la palabra unos a otros para denigrar el «intolerable acoso» español. El diputado «tory» Bob Neil definió la conducta española contra el pueblo de Gibraltar como una «campaña cínica». El laborista Gareth Thomas dijo que el Gobierno español no debe dudar de que todos los partidos del Reino Unido comparten el mismo descontento por sus acciones. Para el liberal sir Menzies Campbell es fundamental que el Gobierno británico no caiga en la «trampa» de «provocar» a España. El conservador Henry Bellingham recordó que España tiene dos enclaves en el norte de África y que, por tanto, debería respetar el deseo de Gibraltar de continuar siendo británica. Poco a poco iba subiendo la temperatura en el Parlamento británico y Nigel Dodds, del Partido Democrático Unionista de Irlanda del Norte, se mostró partidario de que el primer ministro Cameron se involucrara en el asunto. La guinda la puso el también la «tory» Heather Wheeler, que afirmó que sus votantes en Derbushire estaban «hasta las narices» de las acciones españolas y que le encantaría que la Royal Navy «enviara buques más grandes a Gibraltar lo antes posible, por favor». Tranquilizando los ánimos desatados ayer en el Parlamento, el subsecretario Mark Simmonds recordó que la «diplomacia de los cañones» no favorece a los intereses británicos.
Los comunes comparan a España con Irán
El caldeado tono del debate sobre la incursión del «Ramón Margadef» que tuvo lugar ayer en la Cámara de los Comunes vivió su momento álgido cuando el diputado conservador Robert Halfon comparó la actitud del Gobierno de España nada menos que con la de Irán. A continuación afirmó que el embajador español en Londres «podría ir haciendo las maletas». El subsecretario del Foreign Office, Mark Simmonds, respondió a Halfon afirmando que el Gobierno de Su Majestad consideraba «inaceptables» las «intimidaciones» españolas.
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