Piden 10 años de cárcel para «Txeroki» y 7 para López Zurutuza en Francia

La fiscalía francesa pidió hoy diez años de cárcel para Garikoitz Aspiazu Rubina, "Txeroki", considerado exjefe militar de ETA, y siete para su compañera Leire López Zurutuza, con la que fue arrestado el 17 de noviembre de 2008 en los Pirineos franceses.

El fiscal del Tribunal Correccional de París, Guillaume Portenseigne, reclamó la expulsión definitiva de Francia de ambos cuando terminen sus penas.

Portenseigne destacó que "Txeroki"estuvo al frente del aparato militar de la banda terrorista desde la detención en abril de 2005 de su predecesor, Peio Esquisábel, y hasta su propia captura en la estación de Cauterets en un piso franco que ocupaba con López Zurutuza desde unos días antes.

Añadió que "ejercía ya una función de responsabilidad"en esa estructura en 2004, cuando estaba en proceso de promoción para acceder al comité ejecutivo, la máxima instancia directiva de la banda.

Aspiazu Rubina (39 años), que ya tiene dos condenas en Francia a 20 años y a seis años respectivamente, está inculpado en este proceso, que podría quedar hoy visto para sentencia, por nueve cargos, en particular por terrorismo, pero no como dirigente de ETA.

De esa última imputación tendrá que responder, a partir del próximo 2 de abril, en otro juicio en París donde se sentará en el banquillo con otros etarras por su implicación en el asesinato el 1 de diciembre de 2007 de dos guardias civiles en Capbreton, en el suroeste de Francia.

"No hacemos regalos a los terroristas porque los terroristas no hacen regalos", subrayó Portenseigne en su requisitoria, en la que mostró dudas sobre la sinceridad del anuncio del cese de la actividad armada hecho por ETA en octubre de 2011.

En este sentido, recordó las treguas de 1999 y 2006 y dijo que "cada vez aprovechó para reforzar su arsenal mortífero".

Respecto a la declaración de abandono definitivo de la violencia, realizada el 20 de octubre de 2011, estimó que "es un avance"pero "ampliamente insuficiente"porque "no se ha acompañado de un anuncio de disolución (de ETA) ni de una entrega de las armas"y sus activistas clandestinos siguen cometiendo infracciones en Francia. El fiscal señaló que entre el abundante material en soporte informático que se le requisó a Aspiazu Rubina en Cauterets había un documento firmado por una contracción de su alias (TXK) en la que se felicitaba del éxito que estaban teniendo para la estrategia de ETA las denuncias de torturas por los autores materiales en diciembre de 2006 del atentado de Barajas, Igor Portu y Mattin Sarasola.

Y sobre todo, puso en duda la tesis de "Txeroki"en el sentido de que ese documento no es suyo y que se le introdujo en una de las memorias USB que se le encontraron.

A ese respecto, en un comunicado leído hoy en francés en nombre de los dos que se sentaban en el banquillo, Aspiazu Rubina insistió sobre ese fichero: "no es mío, ni de Leire (López Zurutuza), ni de ningún otro militante"de la organización.

En el piso que la pareja ocupaba en Cauterets se les encontraron, además de dos pistolas y 9.720 euros en efectivo, diversos soportes informáticos, como dos ordenadores, tarjetas y lápices de memoria con abundantes archivos, muchos codificados a cuyo contenido los investigadores no han podido acceder.

Entre los ficheros, según explicó la presidenta del tribunal, Jacqueline Rebeyrotte, había un vídeo de un reportaje sobre los atentados de Madrid del 11 de marzo de 2004, así como reacciones de condena a esos hechos de la ONU y del Ayuntamiento de Pamplona.

Como suele ocurrir con los etarras juzgados en Francia, hoy en la audiencia "Txeroki"y López Zurutuza se negaron a responder a las preguntas que sobre ese y sobre otros elementos de la instrucción les hizo Rebeyrotte conforme los presentaba, e incluso se negaron a levantarse para dar su identidad.

El tribunal se retiró a deliberar y debe dar a conocer su sentencia esta misma tarde.