Traspaso de competencias
Podemos exige regularizar a casi un millón de inmigrantes como baza de cambio para "negociar" el traspaso de competencias a Cataluña
El Ejecutivo precisa de los votos de los morados para sacar adelante el traspaso de competencias negociado con Junts
El portavoz de Podemos, Pablo Fernández, ha entrado esta mañana, vía telefónica, en los estudios de RNE de Prado del Rey para someterse a una entrevista ante los micrófonos del programa 'Las mañanas de RNE', en una conversación conducida por su presentador y periodista Josep Cuní.
De esta manera, el secretario de Organización de la formación morada ha adelantado que sus cinco diputados votarán "rotundamente en contra" de la propuesta de Ley Orgánica de Delegación de competencias en materia de Inmigración por la que Cataluña pasará a gestionar las competencias en materia de inmigración en su territorio.
No obstante, ha querido matizar que para poder tener "otro tipo de disponibilidad", y empezar a negociar el texto, el PSOE debe sacar adelante una cuestión que para ellos es "ineludible": la regularización extraordinaria de casi un millón de inmigrantes en situación irregular.
"En el momento en el que eso se apruebe, nosotros podríamos tener otro tipo de disponibilidad, pero con el texto tal y como está actualmente, nosotros votaremos radicalmente en contra", ha aseverado el portavoz nacional de Podemos.
Sin los votos de Podemos la Ley no sale adelante
Otro de los motivos por los que Pablo Fernández ha argumentado que su formación votará en contra de la porpuesta de Ley es porque, en opinión de los morados, "vulnera los Derechos Humanos", un claficiativo que ha extendido al resto del marco jurídico español.
"Este es un acuerdo que legitima el racismo institucional [...] y con los Derechos Humanos no se negocia", ha argumentado durante una intervención en la que también ha aprovechado para acusar tanto al PSOE como a Junts de "racistas". "A nadie le sorprenderá la afirmación de que la política migratoria del PSOE vulnera los Derechos Humanos", ha espetado.
Por este motivo, el portavoz nacional ha llegado a sugerir que este no es un acuerdo para "descentralizar competencias, sino para descentralizar el racismo", unas prácticas que ha señalado como propias de los discursos de extrema derecha.
Por ello, el futuro de esta normativa es por el momento incierto, pues para sacarla adelante se precisan los votos a favor de la mayoría parlamentaria del hemiciclo, y Podemos ya ha señalado que votarán en contra de esta normativa, a no ser que se satisfagan sus intereses.