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Podemos y Bildu pactaron reunirse en Francia para cerrar una coalición

Pablo Iglesias y Errejón iban a verse con Rufi Echeverría y Hasier Arraiz, líderes abertzales. El encuentro en Las Landas se suspendió al sospechar que estaban siendo vigilados. La cita la promovió Óskar Matute, líder de «Alternatiba», ante la fuga de voto abertzale a los populistas

Íñigo Errejón recibiendo un diploma de Ana Jaramillo, rectora de la Universidad Nacional de Lanús (Argentina)
Íñigo Errejón recibiendo un diploma de Ana Jaramillo, rectora de la Universidad Nacional de Lanús (Argentina)larazon

El encuentro en Las Landas se suspendió al sospechar que estaban siendo vigilados. La cita la promovió Óskar Matute, líder de «Alternatiba», ante la fuga de voto abertzale a los populistas. Pablo Iglesias viajaría desde Bruselas para unirse a la entrevista con Rufi Echeverría y Hasier Arraiz

Podemos y Bildu han llegado a la conclusión de que se pueden hacer falta tras las elecciones del 25-M y trabajan sobre el escenario político que se puede presentar una vez celebrados dichos comicios. Los contactos se mantienen con la mayor discreción, hasta el punto de que los de la izquierda abertzale (Bildu y Sortu) llegaron a proponer a uno de los dirigentes de Podemos, que visitó recientemente el País Vasco y Navarra, una «cumbre» semiclandestina que tendría lugar en Francia.

Una cosa es la que se mantiene de cara a la galería y otra bien diferente es lo que afecta a la estrategia de futuro una vez celebradas las elecciones municipales y forales del próximo 24 de mayo. Al parecer, Pablo Iglesias, máximo dirigente de Podemos, mantiene contactos discretos y fluidos con representantes de la izquierda abertzale. Los resultados de los citados comicios pueden condicionar que ambas formaciones, la izquierda abertzale y Podemos, tengan que pactar en algunos municipios e instituciones si quieren gobernarlas a partir del próximo mes de junio.

Según han informado a LA RAZÓN fuentes conocedoras del asunto, durante una reciente visita de Íñigo Errejón al País Vasco y Navarra se le habría propuesto la celebración de la citada reunión semiclandestina, que tendría lugar en algún punto de la región de Las Landas, una región al suroeste de Francia.

Por los datos que las citadas fuentes han aportado a este periódico, se trataba de evitar por todos los medios que esa «cumbre», en la que iban a participar destacados dirigentes de ambas formaciones, fuera detectada por alguien y llegara a conocimiento de los medios de comunicación.

De momento, tal y como adelantó LA RAZÓN, la posición oficial es de enfrentamiento político entre ambas formaciones, que se disputan un mismo electorado que se decanta cada día más por el partido de Pablo Iglesias. Después de muchos años de mensajes monocordes de la izquierda abertzale sobre autodeterminación, amnistía y poco menos que toma del poder, Podemos ofrece mensajes más atractivos y creíbles para la ciudadanía vasca.

La propuesta que se le habría hecho llegar a Errejón, a través de Oskar Matute, líder de Alternatiba, uno de los partidos que conforman Sortu, es la de trasladarle a algún punto de Las Landas en el que ya estarían los dirigentes de la izquierda abertzale Rufino Echevarría y Hasier Arraiz. A la sesión se sumaría el propio Pablo Iglesias, que se trasladaría desde Bruselas, donde ejerce de eurodiputado.

Algo debió de pasar, o Errejón no vio claras las cosas (temió que el encuentro pudiera ser objeto de vigilancia policial), ya que lo cierto es que se echó para atrás y declinó que Podemos participara en la reunión de Las Landas, al menos de momento. Más adelante, ya se vería. Llama la atención, según expertos consultados por este periódico, que los dirigentes de la izquierda abertzale quisieran dar a la «cumbre» ese aire de clandestinidad, lo que hace sospechar que a la sesión se podrían haber incorporado terceras personas que no habían sido comunicadas al número dos de Podemos, Íñigo Errejón.

La visita de este dirigente de Podemos habría servido también, según las citadas fuentes, para que solicitara a los dirigentes de la izquierda abertzale algún tipo de asesoramiento de cómo se conforman los servicios de seguridad de los partidos. Los representantes de Sortu se mostraron encantados con la propuesta y le transmitieron que existía el riesgo de que trascendiera que ambas formaciones estaban colaborando en un asunto tan delicado. Para solventarlo, le propusieron que el asesoramiento se realizara a través de los contactos tienen en Irlanda, país al que se podrían desplazar militantes de Podemos.

La joven formación está jugando con la ambigüedad en el tablero vasco. Habla de patriotismo cuando va a otras comunidades autónomas, pero al tiempo se declara defensora de la autodeterminación.

De acuerdo con documentación incautada en una operación de la Guardia Civil, el entorno proetarra recoge el nombre de Pablo Iglesias como hombre de referencia en Madrid. Desde el Gobierno se dice que la colaboración con el entorno abertzale se remonta al 22 de diciembre de 2012, en el Club de Amigos de la Unesco, donde tuvo lugar un acto de apoyo a los terroristas juzgados y encarcelados, que, posteriormente, se plasmó en la manifestación que se celebró en Bilbao en enero de 2013. «Por mucho procedimiento democrático que haya, hay determinados derechos que no se pueden ejercer en el marco de la legalidad española», dijo el líder de Podemos el 6 de junio de 2013 en una herriko taberna de Navarra.

Con miedo a ser fagocitados

Desde el entorno abertzale se muestran reacios a dar credibilidad a las encuestas, pero son conscientes de que para una parte de su electorado, sobre todo los más jóvenes, las plataformas vinculadas a Podemos resultan cada vez más atractivas. EH Bildu está centrando sus esfuerzos en atraer al mayor número de votantes independentistas y de izquierdas, o mantener un nivel de apoyos como el obtenido en 2011. Para Sortu, el principal partido de la coalición, resulta esencial obtener un alto porcentaje de votos para avanzar en lo relacionado con «la resolución del conflicto» y consolidar su presencia institucional para poner en marcha la Vía Vasca II. Pero en estos momentos los abertzales temen llegar a perder un número considerable de concejales en el País Vasco e, incluso, la Diputación de Guipúzcoa y el Ayuntamiento de San Sebastián.