PSOE
Primarias: La batalla del 10%
Los militantes socialistas que no avalaron a los candidatos pero que sí votarán el próximo día 21 serán decisivos para dar la victoria a Susana Díaz o a Pedro Sánchez
Los militantes socialistas que no avalaron a los candidatos pero que sí votarán el próximo día 21 serán decisivos para dar la victoria a Susana Díaz o a Pedro Sánchez.
Cerrado el recuento de avales, el partido entre solteros y casados que usó como referencia Carlos Alsina en Onda Cero, llega la hora de la verdad y los tres candidatos proclamados se han puesto manos a la obra. Patxi López eligió la Comunidad Valenciana, igual que Pedro Sánchez, y Susana Díaz fue a «tierra comanche». La líder andaluza tuvo en Cataluña una nutrida agenda de actos que empezó en Sant Boi y Hospitalet, dos de sus feudos, siguió en Canoves y Badalona, y finalizó en el recinto de la tradicional Feria de Abril de Cataluña, en Barcelona.
Los tres candidatos están analizando detalladamente la correlación de fuerzas en cada comunidad, casi si me apuran en cada municipio, para acabar de concretar su agenda de campaña y, sobre todo, para afinar sus mensajes a la militancia. Patxi López tratará de erigirse en el único que puede garantizar la estabilidad el día después. «Tras las primarias hemos de construir un partido socialista fuerte, y Patxi es la garantía», apuntan en su entorno, o en palabras del propio candidato para la «división suicida», del PSOE.
Sánchez no se saldrá ni un ápice de su guion apuntándose como el «candidato de la nueva socialdemocracia», «menos contemplativa con la derecha», como apuntan los suyos. El ex secretario general no se moverá de su dicotomía «bases contra aparato», autoproclamándose como la única voz posible de los militantes socialistas. Al candidato Sánchez se le atragantará el desayuno cuando aterrice en tierras alicantinas. El diario Levante publicó ayer su encuesta de primavera y Ximo Puig, su principal antagonista, consigue unos resultados encomiables. El PSPV sube cinco diputados mientras que sus socios, Compromís y Podemos, bajan. Un diputado los de Mónica Oltra y, nada más y nada menos, cinco los de Pablo Iglesias. O sea, el discurso de Sánchez sobre el nuevo socialismo tiene una china en el zapato que le ha puesto Puig, que perdió ante Sánchez en la recogida de avales, pero que obtiene unos resultados muy positivos entre la ciudadanía.
Este escenario marca una pregunta y un debate que es el pan de cada día en la militancia socialista «acercarse a los postulados de una izquierda más radical es garantía de mejorar los resultados electorales para llegar al gobierno». Entre los partidarios de Susana Díaz la respuesta es «evidentemente no». Por este motivo, Susana Díaz seguirá lanzando un mensaje de «proyecto de país, ilusionante, y sensato», apuntan sus estrategas. La líder andaluza transmitirá «tranquilidad, confianza y voluntad de victoria», porque «a quién no le gusta llevar una ventaja de más de seis mil militantes», apuntan en clara referencia al entusiasmo que demuestran los sanchistas por haber quedado segundos. Díaz seguirá apostando por un proyecto socialdemócrata que «huirá de las veleidades izquierdistas que tan mal resultado han dado al socialismo en Francia y se auguran en Gran Bretaña». Además, que la «militancia se sitúe a la izquierda es importante, casi necesario, pero no tiene que marcar una línea política diferente a la que nos ha permitido gobernar en España. Los ciudadanos lo que quieren es un proyecto sólido, en positivo, y esto es Susana». «Hemos de ganar elecciones para poner en práctica nuestro programa. Ganar sólo las primarias con discursos populistas, no nos lleva a ningún lado», remachan.
El equipo de Díaz también está estudiando la situación tras el recuento de avales y no dudan en afirmar que «tenemos que reflexionar y analizar los resultados tanto externa como internamente». Lo que suceda el día después de las primarias es el epicentro de la preocupación de todos los candidatos porque la división, y el enconamiento, es evidente. Por eso, en algunos sectores que apoyan a Susana Díaz quieren que «desde nuestra mayoría se desenmascare a Pedro. Él ha sido el máximo responsable de las derrotas que ha sufrido el partido y no nos podemos conformar con resultados históricos. Hemos de ganar y la única que puede demostrar que gana es Susana Díaz». Sin embargo, en el entorno de la presidenta andaluza son contundentes «Susana no descalificará a nadie, su campaña es en positivo, pensando en un proyecto para España y en un proyecto para el partido».
Tanto Patxi López como Susana Díaz se han mostrado partidarios de intentar unir a las diferentes familias tras las primarias. Sánchez en unas recientes declaraciones dijo simplemente que incluirá «al socialismo vasco y andaluz», en su proyecto si logra la victoria, evitando en todo momento cualquier referencia a Díaz y López. «Todo un síntoma», afirman los entornos de estos dos candidatos «siendo un ejemplo perfecto la OPA que lanzó Pedro a Patxi para quitarlo de la carrera». En los partidarios de Díaz y López existe la seguridad que «si gana Pedro asistiremos a una revancha. No es una suposición, tenemos un ejemplo en Tomás Gómez», el líder madrileño que fue defenestrado por Sánchez con lo que en el PSOE se conoce como «un golpe de mano», y otros añaden también el caso de Galicia.
Los estrategas de Susana Díaz, Patxi López y Pedro Sánchez están tratando de afinar los mensajes para consolidar en votos los apoyos recibidos, pero también por atraerse a un porcentaje de militantes, que se sitúa alrededor del 10%, que no dieron su aval a ningún candidato pero que tienen la intención de acudir a votar. «Hay espacio para la mejora en los resultados», apuntan desde la candidatura de Díaz, algo a lo que se apuntan el resto de aspirantes. También sus equipos están empezando a preparar el debate que mantendrán los tres en esta campaña que se antoja muy importante para llegar al máximo número de indecisos. «Será la madre de todos los debates», apunta un militante socialista que no duda en afirmar que «decidiré mi voto tras escucharlos. Algo que echo en falta en este proceso. Se habla mucho y se escucha poco». Los candidatos deberían tener en cuenta esta percepción porque este 10% de indecisos dará la victoria.
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