Ximo Puig plantea una «Entesa» valenciana para sortear a Ferraz

«No, gracias». Así de tajante se mostró el secretario general del PSOE, Pedro Sánchez, en su respuesta a la oferta de Podemos de impulsar una alianza para el Senado en aquellos territorios en los que se dieran las circunstancias propicias para ello, con el objetivo de cercenar la mayoría absoluta que atesoró el PP en la Cámara alta en la pasada y efímera legislatura. La negativa del líder socialista no sólo se dirigía hacia Pablo Iglesias, que una vez más le había dejado en evidencia, sino también a aquellos barones territoriales díscolos que negociaban al margen de Ferraz una coalición de estas características. El principal damnificado de la determinación de Ferraz fue Ximo Puig. El presidente valenciano tenía muy avanzados sus contactos con Podemos y Compromís para concurrir en coalición y el veto de Sánchez le pilló a contrapié. A pesar de la advertencia, Puig no cesó en su empeñó y el martes aprobó por unanimidad en su Ejecutiva regional seguir adelante con el «Acord Valenciá» para impulsar las demandas de la Comunidad Valenciana a nivel territorial en el Senado.

Este desafío fue contrarrestado con contundencia por la dirección federal ayer, cuando salió en tromba con varios portavoces oficiales a advertir de que cualquier acuerdo deberá ser ratificado por el Comité Federal y la Comisión Federal de Listas de la formación y, por ende, tumbado si no cumple los parámetros anunciados por Sánchez, esto es, no concurrir en coalición con Podemos. El argumento de Ferraz es que «por coherencia y por programa» esta alianza es inviable, unas «discrepancias» que el propio secretario general se ocupó de explicar al presidente valenciano en conversación telefónica. Desde la dirección federal se ofreció a Puig la posibilidad de ir sólo con Compromís, pero el veto a Podemos se mantiene.

Sin embargo, estas explicaciones no han servido para hacer variar un ápice la hoja de ruta del PSOE valenciano, que sigue decidido a explorar la vía de la confluencia con Podemos y Compromís, aunque sin darle la apariencia de coalición, si esto es un escollo para la dirección federal. Según fuentes consultadas por LA RAZÓN, la estrategia del PSPV consiste en reeditar una suerte de «Entesa» –como la catalana que ha operado hasta ahora en el Senado– a nivel valenciano, una fórmula que les permitiría compartir senadores con Podemos y Compromís, presentando cada uno un sólo candidato por provincia, sin necesidad de impulsar una coalición de las tres fuerzas políticas.

Desde el PSPV se reclama que Ferraz estudie «en profundidad» la propuesta que les permitiría superar al PP en la Comunidad Valenciana y que la dirección federal ni siquiera conocía cuando la desechó. Estas mismas fuentes aseguran que la opción que plantean en Madrid de concurrir únicamente junto a Compromís es «inviable» porque los de Mónica Oltra van junto a Podemos. «Lo que proponen es una patraña y demuestra un desconocimiento total de la historia valenciana», destacaban.

La intención de forjar la alianza no ha flaqueado a pesar de las presiones de la dirección federal. «Nosotros queremos ir juntos, nos da igual cómo», señalaban estas mismas fuentes, que no atribuyen la cancelación de la reunión que ayer debería haberse celebrado entre las tres formaciones a un paso atrás en su estrategia. «Cuando se fije la cita, iremos», sentencian.

Esta determinación de alcanzar el acuerdo no es incompatible con la relación con la dirección federal. «Yo voy a continuar dialogando con la Ejecutiva Federal por ver si hay alguna posibilidad de acuerdo» antes de mañana, cuando se reúne la Comisión Federal de Listas, que es a quien en última instancia le corresponde la decisión de avalar las candidaturas. El presidente valenciano negó cualquier tipo de enfrentamiento con Ferraz. «No estoy por ningún tipo de confrontación, faltaría más, y esto no es un pulso, es simplemente una posición política que he pedido que se analice en profundidad y finalmente que se decida», destacó.