Política

Ricardo Coarasa

Puigdemont avisó a los Mossos: si el 1-O había violencia "declaraba la independencia"

El comisario Ferran López asegura que el ex president insistió en que el 1-O se iba a celebrar porque la Generalitat tenía un mandato político que no podía ignorar

El comisario de los Mossos d'Esquadra Ferran López, durante una nueva sesión del juicio a la cúpula del "procés", este miércoles
El comisario de los Mossos d'Esquadra Ferran López, durante una nueva sesión del juicio a la cúpula del "procés", este miércoleslarazon

El comisario Ferran López ratifica que le instaron a desconvocarlo para evitar "una situación crítica"de "desórdenes y conflicto"

Era la segunda reunión que mantenía la cúpula de los Mossos con el entonces president Carles Puigdemont para trasladar al Govern su preocupación por el "clima de tensión"previo al referéndum que la Generalitat se empeñaba en celebrar pese al mandato judicial de impedirlo. En el mismísimo Palau de la Generalitat, el 28 de septiembre de 2017, el mayor Josep Lluis Trapero y los comisarios Ferran López y Juan Carlos Molinero advirtieron al president, al vicepresidente Oriol Junqueras y al conseller de Interior Joaquim Forn de que su empecinamiento abocaba a una "situación crítica"de "desórdenes y conflicto".

Pero Puigdemont insistió en que el 1-O se iba a celebrar porque la Generalitat tenía un mandato político que no podía ignorar. Fue una reunión "larga y tensa"y "sin precedentes", según ha explicado Ferran López en su declaración como testigo en el juicio del "procés", en la que, a punto de finalizar, Puigdemont pronunció una frase "difícil de olvidar". Según el comisario de los Mossos, el president les advirtió de que "si se producía ese escenario que nosotros preveíamos en ese mismo momento declaraba la independencia".

López ha explicado que se quedó desconcertado y pensó que era una "boutade"que no respondía a nada pero, en todo caso, le afectaba "poco"salvo que "reafirmaba que el 1-O nos abocaba a una situación de severas dificultades que, pese a todo, se querían transitar".

Según ha contado el testigo, corroborando la versión que dio al respecto ante el tribunal Trapero, la cúpula de la Policía autonómica ya había alertado dos días antes, el 26-S, a Puigdemont y Forn de que empeñarse en celebrar la consulta ilegal "nos encaminaba a un escenario de desórdenes y conflicto prácticamente seguro". "Les informamos de que la tensión que había era evidente y que de una forma u otra iba a haber incidentes"por ese "clima de efervescencia"social que se estaba viviendo en Cataluña en "esa especie de cuenta atrás hacia el 1-O". La respuesta no pudo ser más ambigua: "Tomamos nota".

López ha reconocido que salieron del Palau de la Generalitat "pesimistas"y que el paso de los días no hizo sino corroborar esa impresión. Hasta el punto de que Trapero solicitó una nueva reunión, a la que pidieron que asistieran también Junqueras y la presidenta del Parlament, Carme Forcadell, que finalmente no acudió.

En esa segunda cita, los mandos policiales reiteraron al Govern que "era más que seguro que el día 1 iba a haber incidentes"porque se preveía "una muy alta participación"y "una resistencia que entonces todos entendíamos que sería pasiva". A ese temor ante posibles altercados, que López en todo momento evitó referirse como violentos, el comisario añadió el "riesgo jurídico"que asumía la cúpula del cuerpo, y él personalmente, por haber sido apercibidos el 7 de septiembre por el Tribunal Constitucional (TC) de su deber de impedir el referéndum suspendido cautelarmente. "Para mí fue un día muy triste -ha reconocido refiriéndose a esa advertencia del TC. No hacía falta, pero la tuvimos muy presente".

El testigo ha insistido una y otra vez, a preguntas del fiscal Javier Zaragoza, en que los Mossos "nunca colaboraron en la preparación ni en la organización del referéndum"y en que el dispositivo para impedirlo desplegado el 1-O "no fue de los Mossos", sino que se trató de un dispositivo "conjunto, pactado y acordado"y coordinado por el coronel de la Guardia Civil Diego Pérez de los Cobos. En ese escenario de "alta volatividad", ha explicado, la intervención debía ser "lo más quirúrgica y sensible posible".

López, que sustituyó a Trapero como mayor de los Mossos tras la aplicación del artículo 155, hizo hincapié en que Forn "nunca dio ninguna indicación sobre lo que tenían que hacer los Mossos" y desde el momento de asumir el cargo dejó claro a los mandos que "quería dejar a los Mossos al margen de la política"pese a que él tenía un "compromiso político"que iba a llevar adelante. Eso sí, precisó que en la reunión del 28-S la postura de Puigdemont fue compartida de forma "monolítica"tanto por Forn como por Junqueras.


El comisario de la Policía autonómica negó que los Mossos hicieran seguimientos a policías y guardias civiles el 1-O -como afirmó ayer el comisario de Información de la Policía en Barcelona Juan Manuel Quintela. "No hubo ninguna orden de seguimiento ni nada que se le parezca", ha insistido, aunque sí hubo "peticiones por parte de las salas de comunicación de actividades de policías y guardias civiles"para saber dónde estaban actuando, ha explicado, y poder organizar el operativo pues la aplicación informática de coordinación de los cuatro centros de seguimiento no funcionaba y la información entre estos no fluía.