Génova

Rajoy arrancará 2015 con un gran acto del PP para revisar mensajes y acción política

Rajoy y Hollande buscan su posición para la foto de familia en el palacio del Elíseo de París
Rajoy y Hollande buscan su posición para la foto de familia en el palacio del Elíseo de Paríslarazon

Mariano Rajoy reunirá a todos sus cargos públicos, nacionales y territoriales, a parlamentarios y concejales en un macroacto del PP que se celebrará a finales de enero o principios de febrero. Los detalles están pendientes de concretar, pero la decisión está ya tomada.

Mariano Rajoy reunirá a todos sus cargos públicos, nacionales y territoriales, a parlamentarios y concejales en un macroacto del PP que se celebrará a finales de enero o principios de febrero. Los detalles están pendientes de concretar, pero la decisión está ya tomada. Será en esas fechas cuando la dirección popular celebrará la Convención Nacional del PP, el pistoletazo de salida para las elecciones autonómicas y municipales. Un cónclave que esta vez tiene más importancia que en anteriores ocasiones porque el presidente del Gobierno necesita que le sirva de plataforma desde la que revisar y fortalecer sus mensajes electorales y la acción y el despliegue de su partido.

Precisamente, en los comicios europeos del pasado mes de junio hubo fallos de movilización territorial que en el PP detectaron durante la propia campaña. Las elecciones autonómicas y municipales son distintas, porque en ellas sí hay ya gobiernos en juego, y en este caso hay tantas dificultades en el camino que la movilización tiene que cuidarse al detalle y eso exige reforzar también el equipo y la actuación de la dirección nacional, de la que parten las instrucciones que afectan a todas las sedes regionales.

En la Convención Nacional no habrá movimientos de piezas en el equipo. No es el órgano para ejecutar cambios de personas, pero sí habrá una importante revisión del discurso y de los mensajes, de la acción política, un pilar en el que el Gobierno asume que tiene que mejorar y hasta rectificarse si quiere llegar en buenas condiciones a los comicios de la primavera. Sobre si a este cónclave marcadamente electoral el PP acudirá con los candidatos ya nombrados, esto es hoy una incógnita que depende únicamente de la decisión de Rajoy. En su partido sí entienden que sería conveniente resolver pronto esta cuestión, especialmente en aquellas comunidades y ayuntamientos con más dificultades. Consideran que sería una manera de «coger carrerilla» y aprovechar la renovación para tomar impulso de cara a las urnas. Pero esta agenda depende de la palabra de Rajoy.

Sí aparece ya más definida la necesidad de que este macroacto de partido se oriente a renovar la imagen de las siglas del PP bajo tres banderas: recuperación económica, reforma fiscal y regeneración democrática. Las políticas de los próximos meses irán orientadas a hacer coincidir estos tres pilares, de tal manera que Rajoy pueda ofrecer a la ciudadanía un mensaje muy en positivo con el que ponga sordina al desgaste de estos años de gestión, a los incumplimientos del programa por la situación económica o a los escándalos de corrupción.

Frente a los que incluso dentro del partido sostienen que ya es tarde para recuperar algunos espacios perdidos, frente a los más pesimistas en cuanto a los riesgos a los que se enfrenta el PP en estos comicios, el discurso más oficial sostiene que el partido se jugará a cara o cruz el año que viene y que sí hay tiempo para remontar utilizando para ello la iniciativa del Gobierno y la capacidad que tiene un partido que ostenta en estos momentos el mayor poder que ha disfrutado nunca en democracia. Mantener esta cuota de poder es imposible, y así lo admiten en las calderas de Génova. Pero el PP prepara una movilización similar a la de las últimas autonómicas y municipales de la etapa de José Luis Rodríguez Zapatero para intentar limitar las pérdidas de mayorías absolutas.

El análisis que hacen en Moncloa y en Génova apunta a que tras estas próximas elecciones se vislumbrará una política de alianzas de la izquierda en la que, según su tesis, el PSOE «pactará con quien sea para gobernar y recuperar poder» Y, por tanto, el PP se la jugará a todo o nada, aunque la división de la izquierda pueda, de partida, parecer que le facilita las cosas. Al frente de esta movilización de partido se colocará Rajoy. El presidente se ha dedicado intensamente en estos tres años de legislatura a la tarea de gobernar, e incluso desde el PP le han reprochado que dejase en un segundo plano al partido o que no se ocupase de que hubiese un equipo de «más entidad» en Génova.

La respuesta de Moncloa es que la situación económica ha sido tan grave que no había otra opción que dedicar todas las energías al Gobierno. En cualquier caso, ahora viene por delante un año en el que Rajoy volverá a ocuparse personalmente del partido. Estará en las decisiones y se notará también en la presencia en actos, «en la medida en que se lo permitan sus obligaciones en el Ejecutivo», precisan desde Moncloa. Las encuestas anticipan que la izquierda está recuperándose, aunque esté más fragmentada, y el reto del PP es recuperar a sus abstencionistas. Lo intentarán con «más política y sin abandonar el centro».