Rajoy decidirá «sin presiones» lo mejor para el interés del PP

De lo que se cuece en la intimidad de la relación entre el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, y la ex presidenta de la Comunidad de Madrid Esperanza Aguirre sólo lo conocen ellos, salvo, si acaso, alguna excepción. Rajoy es parco en la comunicación en su proceso de toma de decisiones, incluso con la mayoría de los que se dicen cercanos. Ahora bien, en su círculo más próximo en Moncloa el mensaje que se trasladaba ayer, tras el paso al frente de Aguirre para optar a la Alcaldía de la capital, era el de que el presidente «no acepta presiones» de nadie, y que más bien, al contrario, el que opta por ese camino, se equivoca. Que Rajoy tomará su decisión sobre la candidatura a la Alcaldía de Madrid cuando considere oportuno y sólo en función del interés general de su partido. «Elegirá al mejor para ganar en Madrid y lo hará cuando tenía pensado hacerlo», sentencian.

Cierto es que el movimiento de Aguirre también hizo que algunos pensaran que la presidenta del PP madrileño contaba de alguna manera con el beneplácito del presidente. Pero éstos fueron la minoría. La interpretación mayoritaria en la dirección nacional fue que Aguirre tomaba posiciones en un intento de llevar a Rajoy a inclinarse a favor de su candidatura, de tal manera que el poder regional siguiera en las mismas manos y evitar así que Génova aproveche la difícil coyuntura para dar un «golpe» y renovar la organización madrileña. Están en juego no sólo los candidatos, sino también el poder territorial y el futuro del PP madrileño. Con Aguirre en la Alcaldía e Ignacio González de nuevo como candidato en la Comunidad de Madrid, lo lógico es que la dirección regional pasase en el próximo congreso a manos de González, pero esto dejaría las cosas más o menos igual y no supondría sobresaltos dentro de los equilibrios internos.

Los que ayer leyeron el movimiento de Aguirre como un «pellizco» para mover la maquinaria de Génova a su favor advertían también de que su gesto tendría trascendencia más allá de la elección de la candidatura si ella no fuera la bendecida por la «divina providencia». «Si se presentase otro y no gana, siempre podría decir que ella ya se ofreció y Rajoy se equivocó al no elegirla», comentan en el PP.

Oficialmente, la única valoración la hizo el secretario de Organización, Carlos Floriano, que señaló que Rajoy tiene «mucha gente querida» para ese puesto, informa Ep. «Todos estamos a disposición del partido siempre —afirmó—. Todos los militantes estamos a disposición de los órganos del partido para estar en las candidaturas como nos indiquen y donde el partido considere conveniente», dijo.

Floriano reconoció que Esperanza Aguirre es «un valor importante» y «un gran activo» del partido, pero también advirtió de que el PP puede «presumir de tener a mucha gente muy querida por muchos ciudadanos».