Rajoy exige la disolución de ETA en un día marcado por el debate territorial

El debate sobre el estado de la nación, a falta de la votación de las propuestas de resolución, se ha cerrado hoy sin que las fuerzas políticas hayan dado muestras de poder alcanzar grandes acuerdos políticos y sin que nadie -ni Gobierno ni oposición- se sienta perdedor y todos se proclamen satisfechos.

De hecho, los populares ponen énfasis en la "demagogia"del líder del PSOE, Alfredo Pérez Rubalcaba, frente a un plan de futuro "muy claro"expuesto por el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, mientras los socialistas se van contentos por haber llevado al Congreso las verdaderas preocupaciones de los españoles.

Así lo ha confesado el propio Rubalcaba que al terminar el debate se ha mostrado convencido de que hizo "lo que había que hacer"al hablar de los problemas y del sufrimiento de muchos ciudadanos.

El líder del PSOE ha bromeado al comentar que, a la vista de la amplia respuesta de Rajoy al portavoz del PP, Alfonso Alonso, el jefe del Ejecutivo parece que "quería hacer otro debate".

Algo muy parecido a lo que ha dicho Rajoy a los periodistas, ante quienes ha admitido en una conversación informal que parecía que Rubalcaba no estaba debatiendo con él.

Rajoy ha asegurado que ha intentado que el debate fuera útil, y ministros, como el de Agricultura, Miguel Arias Cañete, tienen "clarísimo"quién fue el ganador del debate. Tan claro como en el PSOE tienen la victoria de Rubalcaba.

Desde el PP, el vicesecretario de Organización, Carlos Floriano, cree que la oposición y, en concreto, el PSOE, ha confundido el debate con un mitin porque se trataba de hacer un planteamiento "serio"y no de superar "peleas internas".

También el diputado del PP Rafael Hernando ha reprochado a Rubalcaba que no reconociera "para nada"el "esfuerzo"de los españoles para salir de la crisis, algo de lo que sí es consciente -ha dicho- el jefe del Ejecutivo.

Frente a esa idea, la portavoz parlamentaria de los socialistas, Soraya Rodríguez, ha opinado que Rajoy, después de mostrar sus "debilidades"y "contradicciones", era consciente de que ayer "había perdido"el "cara a cara"con Rubalcaba y se ha pasado hoy toda la mañana "intentando arreglarlo".

A Rubalcaba le da como ganador también su número dos, la vicesecretaria general del PSOE, Elena Valenciano, que considera que lo más significativo ha sido que el secretario general de los socialistas "dijo la verdad"y "habló de la gente".

Para el histórico diputado socialista Alfonso Guerra, si el debate hubiera sido un combate de boxeo, la "brillantez de un orador sin papeles"(Rubalcaba) hubiera vencido frente a "quien lee varias veces el mismo párrafo de lo que le escriben otros"(Rajoy).

Tampoco sale de este debate ningún acercamiento con los nacionalistas catalanes.

El portavoz de CiU en el Congreso, Josep Antoni Duran Lleida, ha lamentado que Rajoy no haya sido "capaz de dar una alternativa"y se haya limitado a "decir que no a las propuestas que vienen de Cataluña", y además cree que tanto el discurso de Rajoy como el de Rubalcaba fueron el "inicio de la campaña electoral europea".

Con las lecturas "bipartidistas"se ha mostrado molesto el coordinador de IU, Cayo Lara, que también defiende su actuación en representación de la "gente que sufre de verdad".

"Algunos hablan ya del jefe del Gobierno, del líder de la oposición, y parece que el debate ya se acaba en eso; el líder de la oposición que, por cierto, no sabemos todavía cuál es, porque solamente lo están focalizando en un nombre, pero el debate es mucho más plural, más rico", ha argumentado.

Según el diputado de ICV Joan Coscubiela, Rajoy se encuentra "muy cómodo"debatiendo con Rubalcaba, pero, en cambio, le "molesta muchísimo"discutir con la Izquierda Plural, a quienes ayer intentó "ofender".

"Pero no ofende quien quiere sino quien puede"y para ofender, ha añadido, "hay que tener autoridad moral y Rajoy no la tiene".

Para la portavoz de UPyD, Rosa Díez, es "bastante frustrante"plantear el debate en términos de vencedores y vencidos, porque eso no sirve para "reflexionar sobre los problemas de los españoles"y quienes pierden así son los ciudadanos.

De cualquier modo, al presidente del Congreso, Jesús Posada, le ha parecido un debate "muy interesante"en el que se han confrontado ideas, "pero con respeto".