Rubalcaba, sin tiempo

Pese a su fama de ganar minutos a las horas, horas al día y meses al año, al secretario general del PSOE se le agota el tiempo.

Pese a su fama de ganar minutos a las horas, horas al día y meses al año, al secretario general del PSOE se le agota el tiempo. Esta vez no habrá más plazos ni argumentos políticos o tácticos que persuadan a la militancia de nuevas moratorias porque los socialistas vuelven a estar en ebullición –un estado cíclico desde que Rubalcaba tiene las riendas del partido– ante el Comité Federal del próximo sábado. Y es que el líder de los socialistas debe presentar ante el máximo órgano entre congresos una propuesta de calendario orgánico que incluya la fecha de las primarias que elegirán al candidato a las próximas elecciones generales. Se comprometió a ello el pasado noviembre para aplacar el enésimo intento de rebelión interna durante la Conferencia Política y ha llegado el momento. Y, aunque conoce de sobra las posiciones de cada uno, hasta mañana lunes no tiene previsto comenzar la ronda de consultas con los barones para acordar la fecha que más convenga al «interés del partido».

A todos los secretarios generales les une el interés por un proceso «limpio, abierto y claro» de selección del candidato, pero también el rechazo a lo que entienden que en estos meses ha sido una sucesión de maniobras dilatorias para ganar tiempo al tiempo. «El socialismo clama por renovar su liderazgo. El Comité Federal podrá pasar sin que Alfredo despeje su futuro, pero en ningún caso sin aprobar una fecha para las elecciones primarias», sentencia uno de los barones más combativos del PSOE. Quien así habla siempre fue partidario de celebrar la consulta –que por primera vez será abierta a la ciudadanía– lo antes posible, pero también sabe que está en minoría porque la dirección federal ha hecho valer durante todo este tiempo la tesis de que las primarias son un elemento dinamizador de las siglas que conviene celebrar lo más cerca posible de la convocatoria electoral. Hace meses, sin embargo, que la presión interna obligó a la dirección a abandonar la idea de celebrar la consulta en el primer trimestre de 2015. «Demasiado tarde», decían unos. «Para entones ya nos habremos desangrado», terciaban otros en medio del convencimiento general de que lo que estaba en juego era, en definitiva, renovar un liderazgo que fue cuestionado desde el día siguiente al Congreso Federal de Sevilla.

El «aparato» accedió entonces de forma oficiosa a fijar la consulta después de las elecciones europeas de mayo y el «después» se fue al otoño de 2014 con idea de elegir entre la primavera y el otoño a los candidatos para las elecciones autonómicas. La propuesta, pactada sin duda con la todopoderosa federación andaluza y también con Asturias, es la que esta semana pasada, sondeados desde Ferraz los secretarios de Organización de los territorios, se abría paso. Y, según fuentes de la dirección federal, es la que probablemente se elevará al Comité Federal del sábado, fijando para julio las primarias regionales y octubre para las generales. Además de Susana Díaz y el asturiano Javier Fernández, el calendario contaría con el apoyo también de Valencia, Extremadura, Aragón, Murcia, Cataluña y Baleares, entre otras federaciones. Pondrán reparos el siempre díscolo secretario general de Madrid, Tomás Gómez, y el de Castilla-La Mancha, Emiliano García Page. Ambos fueron siempre contrarios al orden cronológico de las elecciones, si bien la idea de julio (para autonómicas) y octubre (para generales) la firmaría hoy hasta Page, para quien si lo pidiera la Ejecutiva Federal, aseguran desde Ferraz, excepcionaría que sus primarias tuvieran lugar después de la elección del candidato a las generales.

La dirección ya aprobó otra excepción para Valencia, que deberá ratificar el Comité Federal del próximo sábado. Al día siguiente de la cita del máximo órgano entre congresos, el valenciano Tximo Puig abriría el proceso para sus primarias que tendrán lugar el próximo marzo. El secretario general del PSPV es de los pocos, si no el único, que entendería que el calendario orgánico de las generales no fijará una fecha concreta, sino una horquilla aproximada. Argumenta para ello la «convulsa situación de Cataluña» y «acontecimientos políticos imprevistos» que podrían dibujar a un PSOE «marciano» imbuido en un proceso interno mientras la actualidad y el interés de los españoles transita por otros derroteros.

Para el secretario general de Extremadura, Guillermo Fernández Vara, las primarias en ningún caso deben irse más allá de octubre de 2014 y si esto es así, él no pone objeción a que se celebren en julio las autonómicas. El extremeño es, junto con la secretaria general de Cantabria, de los pocos barones que habló del asunto antes de Navidades con Rubalcaba y, en su opinión, el secretario general se mostró «receptivo y flexible» con las opciones barajadas. «No habrá problema para llegar a una solución acordada», sentencian desde la sede federal, donde esta semana que entra la actividad será frenética.

El lunes empezará con la reunión mensual de la Ejecutiva Federal, una cita en la que no está previsto que Rubalcaba someta el calendario orgánico ni a debate ni a votación. Después, el secretario general empezará la ronda de barones. Y el sábado: ¿fumata blanca? Y tras ella, se abrirá la carrera sucesoria.