Rubalcaba y Gómez entierran el hacha de guerra

Pacto de no agresión. Lo que no pudo el PSOE unir lo han podido las últimas encuestas. Alfredo Pérez Rubalcaba y Tomás Gómez, en el mismo despacho. 45 minutos de conversación sobre Madrid y la pérdida de mayoría absoluta de los populares después de dos décadas de hegemonía. El barón más díscolo de cuantos hay hoy en el socialismo y el secretario general del PSOE entierran el hacha de guerra y acuerdan trabajar juntos en un mismo objetivo: que la izquierda recupere Madrid en las elecciones de mayor de 2015.

La reunión tuvo lugar en Ferraz, después de que los dos dirigentes acudieran al Tribunal Constitucional (TC) junto a la parlamentaria Maru Menéndez para presentar un recurso de amparo contra la decisión del presidente de la Asamblea de Madrid, José Ignacio Echeverría, de suspender de empleo y sueldo a Menéndez durante un mes. Y el tono, a juzgar por las versiones de ambos equipos, fue de cordialidad. Todo sea por recuperar electoralmente una plaza emblemática y decisiva para la «renconquista».

Desde la Plaza del Callao, sede de los socialistas madrileños, agradecen que Rubalcaba quisiera acompañar a Gómez y Menéndez al TC, pero sospechan que el acercamiento que busca Rubalcaba tiene que ver con que no anda sobrado de apoyos territoriales en el PSOE. En Ferraz, niegan la mayor y explican que la reunión entre ambos en la sede federal sólo se puede leer en el contexto del trabajo conjunto para recuperar Madrid. A saber. Lo cierto es que en todos estos meses desde que Rubalcaba salió elegido en el 38º Congreso, el enfrentamiento con Gómez ha sido público y notorio y que en cada crisis en la que el secretario general ha buscado complicidad entre los barones jamás sondeó al líder del PSM.