El Tribunal de Cuentas tumba el «crowdfunding» de Sánchez

La polémica entre la gestora y la candidatura de Pedro Sánchez a cuenta del modelo de financiación de éste último llegó ayer a su fin.

La polémica entre la gestora y la candidatura de Pedro Sánchez a cuenta del modelo de financiación de éste último llegó ayer a su fin. El equipo del ex secretario general ha mantenido hasta el final el pulso con Ferraz para conservar su «crowdfunding», pero ha tenido que rendirse a la evidencia de un informe del Tribunal de Cuentas, encargado por la dirección interina, que cuestiona la legalidad de su recogida de fondos. Sánchez abandonará este sistema y se acogerá al que propone el PSOE en los próximos días. Su campaña de micromecenazgo comenzó a primeros de marzo y su candidatura ya había recibido dos requerimientos previos –uno de ellos formal, mediante burofax– por parte de la gestora para que cesara en su actividad y asumiera el modelo que la dirección puso en marcha hace dos semanas, que no es otro que la apertura de dos cuentas por candidato para fiscalizar los ingresos y los gastos de cada aspirante. Desde Ferraz se argumentaba que el partido debía llevar un control de las cuentas de cara a las primarias, porque –aunque no estuvieran convocadas– conciernen al PSOE.

A pesar de los requerimientos, el ex líder socialista había mostrado hasta ahora su intención de mantener el «crowdfunding» al menos hasta que se convocase el Congreso, por considerar que hasta este hito temporal había un vacío legal. Esto llevó al director gerente del PSOE, Gregorio Martínez, a solicitar al Tribunal de Cuentas la pertinente aclaración sobre el régimen aplicable en este asunto y el órgano fiscalizador respondió ayer, a través de un informe firmado por su presidente Ramón Álvarez de Miranda, que la financiación de los procesos de elección a los órganos de dirección de los partidos políticos «forma parte de la actividad ordinaria de las formaciones políticas y que, por tanto, debe regirse por las normas sobre financiación de los partidos políticos y está sujeta a la fiscalización del Tribunal de Cuentas».

El presidente del órgano fiscalizador aclara también que la sujeción a estas normas «se produce desde el momento inicial en que los aspirantes realicen cualesquiera actos dirigidos a su participación en tales procesos, incluso antes de que estos últimos hayan sido convocados». Y esto es así, porque «dichos actos pueden tener una influencia significativa en el devenir de los mismos y condicionar decisivamente su desarrollo». Esta argumentación apoya la tesis de la gestora de que el «crowdfunding» de Sánchez ha estado operando en la ilegalidad desde que se inauguró a principios de marzo. En la propia web del precandidato se explicaba que la iniciativa está organizada por «una plataforma sin ánimo de lucro de apoyo a la candidatura de Pedro Sánchez a las primarias del PSOE». Un proceso que concierne al partido.

El informe del Tribunal de Cuentas se hizo llegar al equipo de Sánchez en la reunión que mantuvieron ayer con la gestora y que acabó con «acuerdo» por las dos partes. Cada una vende el triunfo a su manera. Ferraz, porque al fin logra doblegar a Sánchez para que acate su sistema de financiación y el equipo del ex líder socialista, porque no tendrá que facilitar de momento el listado de donantes: lo hará en julio y como un anexo a la contabilidad del PSOE. Hasta ahora los pedristas se habían amparado en la Ley de Protección de Datos para evitar identificar a sus benefactores, una identificación que requerían en el PSOE para comprobar la legalidad de las donaciones. El experto jurídico del equipo de Sánchez, Andrés Perelló, reconoció tras la reunión que su sistema de «crowdfunding» había sido el mejor para la precampaña, pero que ahora se acogerían al que marca Ferraz, aunque seguirán gastando los algo más de 95.000 euros recaudados a partir de unas 2.800 microdonaciones.

Se acaba así una de las polémicas que han rodeado la precampaña de las primarias del PSOE, días antes de que el partido convoque formalmente el 39º Congreso. Sin embargo, fuentes de la gestora anticipan que no será la última, pues ayer mismo, su portavoz, Mario Jiménez, encuadraba el debate en la estrategia de uno de los candidatos de «cuestionar» todas las decisiones y la credibilidad de la dirección interina.