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Votaciones

Sánchez, "derrotado" en el Congreso: ha perdido cinco veces más decretos que ningún otro presidente

De los 144 que ha llevado a la Cámara Baja, ha perdido cinco

El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, , durante la sesión de control al gobierno en el Congreso de los Di Alberto R. RoldánPHOTOGRAPHERS

Pedro Sánchez ha aprobado prácticamente más decretos que nadie y, sobre todo, ha perdido más votaciones que ningún otro presidente del Gobierno. En total, el presidente del Gobierno lleva ya 144 decretos aprobados en poco más de seis años en Moncloa, tan solo superado por Felipe González (150), quien estuvo 14 años en el poder. En cambio, González no perdió ningún decreto, mientras que Sánchez ya ha caído derrotado en cinco votaciones, más que nadie.

Desde 1977, se han aprobado 772 decretos y el Congreso ha tumbado ocho. De esos ocho decretos que ha tumbado el Congreso, cinco corresponden a Sánchez: en 2019 sobre contención de rentas del alquiler; en 2020, sobre la cesión de los remanentes de los ayuntamientos al Estado; en 2023, sobre la protección a los desempleados; y, ahora, los de 2024, que son el ómnibus con medidas de todo tipo y el de la recuperación del gravamen a las empresas energéticas.

Los tres decretos restantes que el Congreso ha tumbado corresponden a Adolfo Suárez (1979), sobre la Junta Central de Acuartelamiento; a José Luis Rodríguez Zapatero (2006), sobre el tipo impositivo a las labores del tabaco; y, a Mariano Rajoy (2017), sobre los estibadores. Es decir, los antecesores de Sánchez en Moncloa apenas han probado el amargo sabor de una derrota parlamentaria por un decreto mientras Sánchez lleva ya cinco.

Sánchez pasará seguramente a la historia por su forma de legislar mediante decretos, ya que es el segundo presidente que más ha aprobado y es el segundo jefe del Ejecutivo que menos leyes ha llevado al BOE (154), solo por detrás de Leopoldo Calvo-Sotelo (124) que no estuvo ni dos años en Moncloa. Con los decretos, hasta ahora, era más fácil ocultar la debilidad parlamentaria de un Gobierno ya que es un atajo porque no requiere de tramitación en el Congreso, sino solo convalidación para que permanezca en vigor.