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Rivera ha asegurado ...

Rivera ha asegurado que «hay que dialogar, desde el acuerdo o desde la discrepancia. Los españoles por delante de las siglas»

El secretario general del PSOE, Pedro Sánchez (d), conversa con el líder de Ciudadanos, Albert Rivera
El secretario general del PSOE, Pedro Sánchez (d), conversa con el líder de Ciudadanos, Albert Riveralarazon

24 horas. Ése es el tiempo que ha tardado el PSOE en reaccionar ante la doble maniobra realizada el viernes por Podemos y el PP, ante el estupor socialista. El movimiento de Pablo Iglesias de proponer un Gobierno de coalición pilló a los socialistas a contrapié, pero Pedro Sánchez mantuvo el tipo al trasladar toda la presión a Mariano Rajoy como fuerza más votada. Sin embargo, el castillo de los socialistas volvió a derrumbarse cuando el presidente en funciones anunció que sin los apoyos suficientes no se presentaría a su sesión de investidura.

La desubicación del PSOE se hizo palmaria en la comparecencia que realizó el número dos del partido, César Luena, pasadas las nueve de la noche, donde fue incapaz de desvelar cuál sería el plan de Sánchez, tras la renuncia de Rajoy, a quien dedicó toda clase de improperios. Tampoco el tiempo trascurrido hasta ahora ha servido para alumbrar la hoja de ruta del PSOE. El partido emitió ayer un comunicado en el que se sacude la presión y vuelve a poner el foco en el PP, porque debe ser el «primer partido de la Cámara» quien proponga un candidato para formar gobierno. «El Rey ha convocado una nueva ronda de consultas de la que debería salir, de nuevo, el encargo de formar gobierno a una persona propuesta por el primer partido de la Cámara», reza el documento de Ferraz.

En la comunicación, el PSOE también posterga el momento de asumir la responsabilidad de «emprender negociaciones con otras fuerzas políticas para intentar fraguar una alternativa de Gobierno estable» hasta que el Monarca realice el nuevo encargo, y se muestran contrarios a que estas conversaciones se produzcan «desde el chantaje y anteponiendo los intereses del partido a los de los ciudadanos», en clara alusión al órdago lanzado por Pablo Iglesias, en una forma y tiempo que el PSOE critica en público y en privado, y califica de «humillante» e «indecente». A pesar de renunciar a iniciar de forma inmediata las negociaciones con otros partidos, los socialistas reconocen que «mantienen y mantendrán contactos y diálogo con todas las fuerzas políticas» y precisamente en esa comunicación fluida se encuadra la línea abierta durante este fin de semana con los líderes de Ciudadanos y Podemos.

Sánchez llamó ayer al líder de la formación naranja, Albert Rivera, con quien departió durante quince minutos sobre la situación política en España. Ambos coincidieron en que el escenario actual demanda diálogo y, por ello, se emplazaron a mantener el contacto en los próximos días. También está previsto que el secretario general socialista se ponga en contacto con Pablo Iglesias, a quien quedó en llamar entre ayer y hoy, después de que el líder de Podemos le enviara un mensaje el viernes tras anunciar su polémica propuesta.

Pedro Sánchez intensifica sus contactos con el partido de Rivera, ante las dobles intenciones que ve en la formación morada, y no esconde que estaría dispuesto a asumir su agenda de regeneración de Ciudadanos a cambio de granjearse un eventual apoyo o abstención de este partido en su debate de investidura en el Congreso. Con quien cada vez parece más improbable un futuro entendimiento es con el PP. El PSOE cargó ayer duramente contra Rajoy y su decisión de declinar el encargo del Rey. Una decisión que consideran «inaceptable» si no viene acompañada de una renuncia definitiva y que para los socialistas obedece a «la complicada situación judicial que afronta el PP, imputado estos días por corrupción».