Política

Gobierno de España

Sánchez se encomienda a los reales decretos

En Moncloa defienden que necesitan más tiempo para sus propuestas más ambiciosas: «No habrá comicios en el corto plazo»

La plataforma España Ciudadana de Albert Rivera se congregó ayer en la Plaza de Isabel II bajo el lema «stop Sánchez, contra los indultos, elecciones ya»
La plataforma España Ciudadana de Albert Rivera se congregó ayer en la Plaza de Isabel II bajo el lema «stop Sánchez, contra los indultos, elecciones ya»larazon

El Gobierno no convocará elecciones mientras tenga apoyo en el Parlamento para sacar adelante sus iniciativas legislativas. En Moncloa defienden que necesitan más tiempo para sus propuestas más ambiciosas: «No habrá comicios en el corto plazo».

Esta semana ha supuesto un punto de inflexión en el mandato de Pedro Sánchez. El Gobierno ha verbalizado en público su renuncia a agotar la legislatura, después de que el bloqueo a los Presupuestos, por parte de los socios que le auparon al poder, haya acortado el horizonte temporal que se dan en Moncloa para acometer sus principales propuestas. Sin embargo, fuentes cercanas al presidente consultadas por LA RAZÓN se resisten a dar por amortizado el mandato y resuelven que la viabilidad del Ejecutivo estará ligada a su capacidad legislativa: «Sánchez no convocará mientras siga contando con el respaldo del Parlamento». Esta estrategia va íntimamente ligada a la aprobación de los reales decretos a través de los que piensa vehicular su acción de gobierno tras constatar que no podrá sacar adelante las cuentas públicas. A pesar del recrudecimiento de las relaciones con Unidos Podemos o ERC esta semana, en Moncloa recuerdan que el pasado jueves contaron con su apoyo para convalidar la reforma de la ley hipotecaria para que el impuesto de Actos Jurídicos Documentados corra a cargo de la banca en el futuro. «Las mayorías están en cada votación», confirmó el propio Sánchez, que no asumirá su incapacidad de gobernar mientras no vea bloqueada en el Congreso su acción ejecutiva.

A la falta de un proyecto presupuestario se ha sumado esta semana otra variable desestabilizadora: la voladura del Partido Popular del pacto para renovar el Consejo General del Poder Judicial. Un elemento más de inestabilidad que traslada la sensación de que la situación del Gobierno a medida que avanzan las semanas se torna más insostenible y el desgaste al que se ve sometido no se ve compensado con una acción legislativa efectista. Esto ha provocado que algunos ministros ya hablen en público de la posibilidad de un adelanto electoral en forma de «superdomingo» el 26 de mayo (generales, europeas, municipales y autonómicas), como hizo el de Fomento, José Luis Ábalos, o incluso que se baraje de manera más inminente un adelanto a marzo. Sánchez no conjuga este calendario electoral y ya advirtió desde la La Habana que todavía quedan «bastantes meses por delante antes de ese escenario».

De esta opinión también participan sus asesores más cercanos que asumen que no se han acometido sus propuestas más ambiciosas tales como la exhumación de Francisco Franco o iniciativas como la subida del Salario Mínimo, la revalorización de las pensiones, la derogación de los elementos más nocivos de la Lomce o la reforma laboral u otros avances en dependencia o en la lucha contra la violencia de género. «Todavía nos queda mucho por legislar, no vamos a convocar en el corto plazo», resuelven, al tiempo que ironizan con los reproches por «oportunistas» que hubieran recibido si hubieran llamado a las urnas tras ganar la moción de censura y en plena crisis de liderazgo del Partido Popular.

Estas fuentes asumen que «un día vencido es un día ganado a la oposición» y reivindican la «solidez» del Gobierno en los «tiempos líquidos» de la política. En este sentido apuntan a la fortaleza y autonomía de Sánchez frente a los intentos de estos partidos de «marcarle la agenda». Se refieren, en concreto, a la presión que está ejerciendo su otrora socio prioritario de la formación morada, Pablo Iglesias, que ha rescindido la mayoría de la moción de censura y ha comenzado a realizar movimientos internos -con la convocatoria de primarias para la Presidencia del Gobierno- para trasladar la sensación de fin de ciclo. «A Pedro no le surten efecto estas presiones», dicen en su entorno, en el que alaban la capacidad de resistencia del presidente frente a las injerencias externas. También retan al líder de Unidos Podemos a que les retire el apoyo parlamentario en las medidas más simbólicas que someterán al Congreso y queden «retratados» ante la opinión pública, pues entienden que Iglesias todavía mantiene el «estigma» de frustrar el gobierno del cambio en 2016, una cuenta pendiente que ya le supuso el reproche de sus votantes. Ahora sería muy difícil justificar que no apoyaran medidas sociales de las que Podemos ha hecho bandera como el SalariMínimo.

A este contexto adverso hay que sumar otras «incertidumbres» como son las elecciones en Andalucía o la relación con Cataluña, de cuya resolución dependerá también el futuro de la legislatura. Los comicios andaluces supondrán un hito en el equilibrio de fuerzas nacionales, en concreto en la derecha, donde la pugna entre PP y Ciudadanos se resolverá para bien y para mal para cada uno de ellos.

En caso de que se materialice el «sorpasso», el liderazgo del presidente del PP, Pablo Casado se verá seriamente comprometido y de revalidar su pacto de investidura Ciudadanos con Susana Díaz, en La Moncloa asumen que el tono de ambos partidos se verá rebajado y por tanto la exigencia constante de una llamada a las urnas. «Quedan muchas incógnitas por resolver para estar pensando en una convocatoria electoral», señalan en el Gobierno, que también apuntan a que en enero podría volver a intentarse dar un impulso a los Presupuestos en caso de que las posiciones se suavicen.