Política

Castilla y León

Sánchez se volcará en las autonómicas para reivindicar su liderazgo

Su objetivo será frenar la sangría de votos de Rubalcaba y distanciarse del «extremismo» de los de Pablo Iglesias

Pedro Sánchez
Pedro Sánchezlarazon

Arranca un año crucial en Ferraz. El secretario general del PSOE, Pedro Sánchez, sabe que en 2015 se la juega. Su destino está ligado al del partido y el primer examen será en las elecciones autonómicas y municipales. Si sale airoso, afrontará como candidato unas elecciones generales sobre las «que no cabe esperar un adelanto relevante de la convocatoria», según reza un documento interno del PSOE que establece la estrategia electoral y al que ha tenido acceso LA RAZÓN.

En la sede federal asumen los comicios que marcarán el último año de la legislatura como un «reto» para todo el PSOE, sin personalizar las victorias o derrotas en la figura del líder. El desafío radica en la escasez de tiempo para impulsar «una oferta de cambio seguro» que movilice al electorado. Aun así, el número dos del partido, César Luena, se muestra convencido de que el partido «está en condiciones» de mejorar sus resultados en ayuntamientos y comunidades autónomas, donde reforzara su presencia y su apoyo a a los candidatos.

Los ejes del programa electoral del PSOE serán el empleo, la defensa del estado de bienestar, la regeneración política y la lucha contra la corrupción. Los socialistas se han comprometido a llevarlos a cabo con medidas factibles que, acompañadas de una financiación detallada, permitan recuperar la confianza perdida en el partido.

El objetivo de la dirección federal se enfoca en dar la vuelta a las encuestas y al ciclo adverso que encadena el PSOE desde su primera debacle electoral en 2011. Por ello la estrategia queda lejos del triunfalismo y pasa por definir los puntos fuertes del partido pero también sus debilidades. Se pone en valor la figura del nuevo secretario general considerado «un gran activo del PSOE» que ha logrado parar la sangría de votos que se acentuó bajo el liderazgo de Alfredo Pérez Rubalcaba. Los socialistas son conscientes que «sería ingenuo e ilusorio esperar un vuelco en los datos. Es imposible que recupere todo el apoyo perdido en 8 meses». Y un añadido, «la mejor manera de apostar por el éxito de las elecciones municipales y autonómicas es la recuperación del PSOE a nivel nacional bajo el liderazgo de Pedro Sánchez», toda una indirecta subliminal a los movimientos palaciegos de Susana Díaz en las últimas semanas en los que ha intentado poner de manifiesto que el secretario general puede no ser el candidato socialista en las próximas generales.

Estos movimientos, que han generado ruido mediático alimentado por la propia presidenta andaluza, han tenido escasa repercusión interna porque los candidatos consideran «irracional» la actitud de Díaz como ha manifestado a LA RAZON un actual alcalde socialista, y candidato, en Castilla y León.

La conclusión es que el partido debe situarse lejos del inmovilismo del PP –a quienes consideran «el caos»– y del «extremismo» de la revolución que quiere demoler el régimen del 78 de Podemos, a quienes definen como una «escisión de Izquierda Unida». «Frente a los extremos centralidad, frente a la derecha y la extrema izquierda, la izquierda progresista. Contra el enfrentamiento, el acuerdo», señalan. Porque en el capítulo Podemos el PSOE tiene claro que el tiempo corre a su favor. «Debemos hacer nuestro camino y que ellos se sigan equivocando», señalan fuentes de Ferraz.

Los socialistas quieren recuperar la credibilidad perdida siendo inflexibles con la corrupción. Con esta premisa, Sánchez ha actuado con contundencia en diversos escándalos que han afectado al PSOE, pero su reto principal es cómo actuar si Chaves y Griñán son imputados en el caso de los ERE. Fuentes de Ferraz indican que a Sánchez no le temblará el pulso, el Código Ético establece donde están los límites y es de aplicación para todos «sin excepción».

Otra de las materias en las que se medirá la talla del proyecto político del Partido Socialista es en la encrucijada catalana. El secretario general redoblará esfuerzos en este ámbito desde la perspectiva de que sólo el PSC y el PSOE han presentado una alternativa al inmovilismo de Rajoy y la ruptura de Podemos. En las próximas semanas se votará la apertura de la ponencia constitucional que el Grupo Socialista presentó en el Congreso para estudiar la reforma de la Constitución, entonces, «todos se tendrán que retratar», comentan fuentes cercanas a Sánchez.

La presencia del secretario general no se limitará a los territorios, también pisará la calle para acercar su «cambio seguro» a los votantes hastiados del PP y a los de Podemos que quieren un cambio en la concepción política, económica y social de España.