Sánchez y Díaz darán su primer mitin juntos el lunes en Granada

Unidad. A eso se reduce todo en el PSOE. No porque efectivamente exista, sino porque es necesario dar apariencia de ella de cara a las elecciones del 26 de junio. Este preciado objeto de deseo para el líder socialista, Pedro Sánchez, es el que le llevó el jueves a Valencia junto al díscolo Ximo Puig y el que le hará estrenar la precampaña en Andalucía junto a Susana Díaz. El secretario general busca rodearse de sus enemigos internos para vencer a los externos.

El pistoletazo de salida, propiamente dicho, del periplo electoral –que ya le ha llevado a Valencia y Albacete– se producirá mañana en Madrid, con un cuidado acto que el partido lleva preparando desde hace semanas y para el que ha movilizado a prácticamente todo el partido. A él asistirán el ex presidente José Luis Rodríguez Zapatero, los ex secretarios generales Alfredo Pérez Rubalcaba y Joaquín Almunia, los barones territoriales del partido y los siete presidentes autonómicos socialistas, algunos de los cuales no asistieron a la proclamación como candidato de Sánchez el pasado fin de semana. En esta foto de unidad no estará, sin embargo, el ex presidente y principal valedor del líder socialista en los últimos tiempos Felipe González que, por motivos de agenda, no ha confirmado su asistencia.

La jornada arrancará con la puesta en marcha de varios grupos de trabajo que planificarán las estrategias y líneas discursivas de la campaña electoral y culminará con una suerte de mitin en el que intervendrá Sánchez para presentar las candidaturas al Congreso y al Senado del partido para el 26 de junio. También tomarán la palabra el portavoz en el Ayuntamiento de Madrid, Ángel Gabilondo, y la secretaria general del PSM, Sara Hernández.

Aunque Susana Díaz estará presente en el acto no tomará la palabra junto al candidato. Su primer mitin conjunto se producirá al día siguiente, el lunes, en Granada, según ha podido saber LA RAZÓN. Sánchez arranca la precampaña en Andalucía –el martes visitará Jaén– en un claro guiño a la presidenta que, aceptó presentarle como candidato a La Moncloa en su acto de proclamación el pasado sábado. Las relaciones entre Sánchez y Díaz siguen siendo gélidas, pero –por el bien electoral del partido– ambos han decidido reeditar la paz que firmaron en diciembre para evitar que sus diferencias y la pugna por el poder interno interfieran en los resultados del PSOE en las urnas.

Con este revulsivo: en Madrid con la práctica totalidad de los cuadros del partido y en Andalucía –pulmón de votantes socialistas– la dirección federal busca poner en marcha el engranaje electoral del partido de cara a la campaña, escenario en el que el PSOE no destaca por su capacidad movilizadora.