Ley electoral
Sin reforma de la ley electoral esta Legislatura
Un subcomisión de todos los partidos trabajaba hace meses sobre la Loreg. Sólo está previsto eliminar el voto rogado y un pacto para el de personas con discapacidad
Un subcomisión de todos los partidos trabajaba hace meses sobre la Loreg. Sólo está previsto eliminar el voto rogado y un pacto para el de personas con discapacidad.
La fotografía que ayer se hicieron los portavoces parlamentarios de Unidos Podemos, Irene Montero, y de Ciudadanos (Cs), Juan Carlos Girauta, ha hecho volar por los aires los trabajos de la subcomisión parlamentaria que estaba trabajando desde el mes de mayo del año 2017 precisamente en la reforma electoral. Los dos partidos han jugado tácticamente a buscar la foto de la nueva política frente a la vieja política, pese a que llevan trabajando todos juntos desde la pasada Legislatura en una subcomisión parlamentaria en la búsqueda de un pacto para modificar la actual Ley Orgánica del Régimen Electoral General (LOREG).
Esta subcomisión es el ámbito en el que se están estudiando las medidas que reclama Ciudadanos y Podemos y otras propuestas, sobre la base del principio de que tiene que haber acuerdo para impulsar cualquier modificación legal que afecte al marco electoral por sus consecuencias en el mapa político.
De hecho, en la subcomisión los comparecientes citados por los grupos han dado cada uno su opinión, y estas comparecencias llevan realizándose desde la pasada Legislatura. El miércoles por la tarde de esta semana estaba convocada la subcomisión para la reforma electoral, pero Cs y Podemos prefirieron hacer ayer su puesta en escena para abrir «una vía de coordinación permanente para conseguir este año la reforma de la LOREG sin necesidad de tocar la Constitución».
Por cierto, en un primer momento ni Cs ni Podemos reclamaron constituir esta subcomisión, luego cambiaron de opinión, y ahora dan un paso adelante que en la dinámica parlamentaria supone volar la «lealtad» del trabajo conjunto. En estos momentos los grupos estaban precisamente discutiendo si se prorrogaban o no los trabajos, y de lo hecho hasta ahora se puede concluir que en esta Legislatura sólo hay acuerdo para aprobar el voto de las personas con discapacidad y eliminar el voto rogado –aquel que supone que los emigrantes españoles en otros países están obligados, desde enero de 2011, a solicitar previamente el voto para poder ejercerlo–.
Otro de los asuntos a los que se pretendía llegar a acuerdo consistían en la implantación del voto electrónico. Ahora Podemos y Ciudadanos ponen el foco también en la implantación de las listas cremallera o los debates electorales obligados. La formación morada da un paso más allá y plantea la posibilidad de rebajar la edad para votar de los 18 a los 16 años.
Los efectos de las propuestas de Cs y Podemos llevan a que las provincias más pequeñas pierdan escaños y los gane Madrid, lo que tanto populares como socialistas interpretan como una modificación «ad hoc» para ganar lo que no ganan en votos.
La dificultad de conjugar todos los intereses explica la lentitud con la que han avanzado los trabajos. Y frente al movimiento táctico de Podemos, para descolocar al PSOE, el principal partido de la oposición subraya que está dispuesto a hablar de todo, pero que la reforma debe ser integral y no reformas específicas según interesen en un momento a unos u a otros. El sistema que proponen Cs y Podemos no perjudica ni beneficia al PSOE, aunque sí concedería más escaños a sus dos promotores y perjudicaría al PP. Pero el PSOE advierte de que estas cuentas no deben ser las razones por las que se aborde una reforma serie que debe nacer con el mayor apoyo para su necesaria legitimación.
PP y PSOE coinciden en que la prioridad debe ser superar los obstáculos que todavía encuentran algunos colectivos para ejercer en igualdad su derecho al voto, y no la mayor o menor atribución de escaños a las distintas fuerzas políticas.
En esta primera toma de contacto entre Podemos y Ciudadanos, ambas formaciones mostraron «sintonía total» y «voluntad política» para abordar la reforma de la ley electoral. Tras una hora y cuarto de reunión ambos partidos se mostraron optimistas para encontrar una mayoría alternativa parlamentaria que logre la modificación de la Loreg, a través de la subcomisión constitucional abierta en el Congreso. Una mayoría para la que, según defendió la portavoz parlamentaria de Unidos Podemos, Irene Montero, no necesariamente tiene que contar con el visto bueno del Partido Popular: «Es posible reunirse con el PP», dijo, aunque expuso sus dudas sobre la posibilidad de que «vaya a querer avanzar hacia una España más igualitaria y justa». Con todo, el objetivo más inmediato de ambas formaciones es lograr que el PSOE se sume a este estudio. De esta manera «sería posible llevar una propuesta a la subcomisión antes de julio», respaldó. Si eso ocurre, Podemos tendió la mano a Pedro Sánchez para adaptarse a los cambios que propongan.
Si Podemos y Cs esperaban compartir esta «sintonía» con más fuerzas, lo cierto es que ayer desde el partido socialista frenaron en seco sus intenciones. La modificación que proponen ahora choca con la cautela del PSOE que rechaza una «subasta de escaños». Abogan por una reforma «integral» del sistema electoral pero, avisan, que debe contar con un «amplio consenso». La portavoz parlamentaria, Margarita Robles, se mostraba convencida de que Cs únicamente «busca la foto» con estas reuniones, y aseguraba que la propuesta que hará su grupo parlamentario «será la que recoja lo mejor para los ciudadanos y su debida representatividad».
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